La cadena avícola bonaerense empieza 2017 con sus números en rojo

La cadena avícola bonaerense empieza 2017 con sus números en rojo

El panorama que en estos días atraviesa el sector avícola bonaerense en un buen punto de partida para entender cómo las medidas destinadas al sector agropecuario, en combinación con un escenario de retracción económica e incremento feroz en tarifas de servicios, golpean duro a un amplio espectro de cadenas de valor productivas argentinas.

En la provincia de Buenos Aires, que concentra el 50 por ciento de la avicultura argentina, el impacto de las políticas agropecuarias del gobierno nacional se hizo sentir con fuerza por la quita de retenciones al maíz, incremento en combustibles y energía impactaron de lleno en la actividad.

En el caso del maíz el efecto no fue menor, porque de pagar mil pesos la tonelada de este cereal terminaron desembolsando 2.400 pesos. En esta instancia, el equipo económico de Nación no hizo una lectura correcta sobre el daño que causaría en las cadenas bovinas, porcinas y avícolas el aumento de este insumo. Esto, con el agregado del tarifazo en servicios, porque en consumos similares de energía las facturas de electricidad de los productores avícolas en muchos casos se multiplicaron por cuatro.

Desde la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) explican que a un año de estas medidas, no pueden trasladar el aumento de costos del 80 por ciento a sus productos, situación que sumada a la inflación del casi 43 por ciento anual de 2016 traza un panorama delicado para este sector.

Los avícolas están con sus números cada vez más en rojo, y si bien desde CAPIA destacan la buena voluntad por parte de los ministros Ricardo Buryaile y Leonardo Sarquis para hallar soluciones, la realidad es que por parte del ministerio de Agroindustria nacional no obtuvieron respuestas concretas a sus problemas, salvo el reintegro de exportaciones, pero no fue una medida destinada a este sector en particular.

La otra gran cuestión pendiente por parte del gobierno nacional es la reducción del IVA para el sector avícola, un proyecto que si bien estaría redactado, requiere de la voluntad política de Agroindustria y Presidencia para su implementación.

Por el lado de la cartera de Agroindustria bonaerense, el sector cuenta en su haber la conformación de la Mesa Avícola Provincial, en donde se abordan cuestiones vinculadas a temas laborales, de financiamiento y habilitaciones.

En la provincia de Buenos Aires, la suma de estos factores y la elevada presión tributaria hace que muchas inversiones que deberían radicarse en suelo bonaerense migren hacia Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa. Y con un mercado interno en caída, se hace difícil sostener la otra parte del negocio avícola, las exportaciones.

En el último año se perdieron, en manos de Brasil y Estados Unidos, mercados como Rusia, Unión Europea, África, Emiratos Árabes, Ecuador y la lista sigue. La actual estructura de costos del sector impide ser competitivos a nivel internacional, de la mano de la ya mencionada presión tributaria y costos de transporte internos muy elevados, entre otros rubros.

El caso de Estados Unidos es un claro ejemplo de las dificultades que deben afrontar los exportadores avícolas argentinos para posicionarse en mercados externos. Los americanos ofrecen plazos de pagos de hasta 24 meses y tasas de interés anuales en dólares que oscilan entre el 1,8 y 2,2 por ciento.

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