Por Fernando Poggio

 

Una simple recorrida por las calles céntricas de la ciudad de Chivilcoy muestra un dato que preocupa. Hay cada vez más locales comerciales cerrados y en alquiler. Se trata de un síntoma de una realidad económica que está golpeando a todos los sectores. La caída en la actividad económica, la pérdida de poder adquisitivo y los desmesurados aumentos tarifarios que aún siguen golpeando a los comercios y empresas, además de los usuarios residenciales, están haciendo inviable sostener un emprendimiento comercial, especialmente en aquellos rubros que están saturados de ofertas similares.

Las distintas cámaras comerciales nacionales y locales vienen señalando la constante caída de ventas en relación al año pasado. Cada mes los comerciantes han sufrido una fuerte merma en su facturación a la vez que se le han incrementado los costos. Como dato a nivel local, LA RAZON publicó ayer un informe en el que los dueños de jugueterías reconocieron una importante disminución en las ventas por el Día del Niño, fechas que siempre son muy esperadas por los comerciantes del rubro y que a la vez, son indicadores del contexto económico.

En nuestra ciudad, prácticamente en cada cuadra de las aledañas a la plaza 25 de Mayo se pueden observar locales cerrados con el cartel de "alquiler”. En algunas, más de uno. Algunos hace ya meses que están a la espera de encontrar un interesado, pero otros, han cerrado recientemente, o se han mudado a otros barrios en los cuáles el valor del alquiler en muy inferior a la zona comercial.

Muchos de esos locales tuvieron venta de indumentaria, pero otros también han estado relacionado con emprendimientos gastronómicos, como es el caso de la calle San Martín en el cual una mujer decidió dejar el sitio que había tenido su comercio durante muchos años para trasladarlo a su propio domicilio. Otros han decidido directamente cerrar definitivamente.

La preocupación que algunos comerciantes que aún permanecen en actividad es la continuidad, tal como lo han manifestado a este medio. La presión tributaria, el incremento de los productos y fundamentalmente las tarifas de los diversos servicios que le son indispensables, los enfrentan a un futuro incierto, en un escenario de inflación con una fuerte recesión.