Cada 10 horas hay una muerte por desnutrición en el país

El drama de la pobreza. Son datos del Ministerio de Salud de la Nación. En 2013, se registraron 891 fallecimientos, el 8% menores de 19 años.

En Argentina se produce una muerte cada 10 horas por desnutrición, según el último informe de estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación, del 2013. Las personas fallecidas eran de todas las edades, aunque el 70% eran mayores de 75 años. En cuanto a los menores de 19 años, las muertes por desnutrición correspondieron al 8%. En total, en 2013 murieron 891 personas por esta causa. Diez años atrás, en 2003, moría por desnutrición una persona cada 5 horas; 1.787 en el curso del año. 

Según un trabajo realizado por el Observatorio de la Deuda Social, de la Universidad Católica Argentina, 2 de cada 10 chicos del país no acceden a una alimentación en cantidad y calidad adecuadas. De esa proporción, la mitad padece “inseguridad alimentaria severa”, que significa que sufren hambre por causas económicas.

 

Además, el estudio detectó que esas situaciones de inseguridad alimentaria severa se da más en hogares de trabajadores precarios, y en los últimos años aumentó entre la población que vive en villas o asentamientos. Allí el riesgo alimentario infantil tiene un carácter estructural y está muy por encima del 25%. 

“En el caso de los niños, las consecuencias de la desnutrición se evidencian en su desarrollo. Es porque el crecimiento del chico depende de su alimentación, ya sea a partir de alimentos sólidos si es mayor de un año, como de la leche materna, si es menor de esa edad. Y más aún si el niño está en estado de gestación dentro del vientre de la madre, empezará a desarrollar enfermedades si no se toma medidas inmediatas ante un cuadro de desnutrición fetal”, advierte Mario Elmo, de la Sociedad Argentina de Pediatría. 

Hay diferentes perspectivas sobre el problema de la desnutrición. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Argentina ya alcanzó la categoría de “hambre cero”, ya que el porcentaje de la población del país que se encuentra subalimentada está por debajo del 5%. 

En un informe sobre seguridad alimentaria en América Latina de la FAO se señala que desde 1990 a 2012 presentó niveles de subalimentación inferiores a 5% y que “ha alcanzado la meta de hambre cero de acuerdo al indicador de la FAO”. 

Este organismo internacional hizo la evaluación y afirmó: “Argentina, Chile, México, Venezuela, Barbados, Cuba, Domínica y San Vicente y las Granadinas han erradicado ese flagelo (por la subalimentación)”. Se destacó a la “asignación universal por hijo” como uno de los programas de transferencias condicionadas que favorecían la lucha contra el hambre. Sin embargo, médicos y ONGs denuncian que la FAO toma estadísticas del Gobierno que no son confiables. En el mismo informe, la FAO advirtió que, al igual que en otros países, creció otro tipo de problema de malnutrición: aumentó la cantidad de personas con sobrepeso y obesidad en la Argentina.

 

Realidades opuestas: el Chaco oficial y el de los estudios privados

El INDEC publicó el mes pasado un informe en el que decía que en Resistencia, capital de Chaco, se registraba un 0% de desempleo. La medición del estudio corresponde al segundo trimestre de este año. El organismo computó como empleados a los chaqueños que cobran planes sociales y, además, registró un 8,4% como dato de pobreza de la provincia, y una indigencia de apenas 1,4%. Los números de los estudios privados sobre esta provincia muestran una realidad absolutamente diferente. Según el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), el 48,1% de los chaqueños es pobre y el 14,4% es indigente. Los datos surgen de un índice de precios que se calcula desde 2012. Además, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica afirma que el 28,7% de los argentinos es pobre.

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