En el radicalismo provincial las diferencias están cada vez más expuestas. Ya no hay eufemismos cuando se habla de falta de acuerdo sobre la estrategia electoral. Quienes buscan una alianza amplia para enfrentar a Unión por Córdoba culpan públicamente a Ramón Mestre, con nombre y apellido, de estar entorpeciendo cualquier posibilidad de negociación. Y el intendente cordobés ya actúa como candidato a gobernador y hasta parece no pensar siquiera en la alternativa de un acuerdo con Luis Juez. Está enfocado en cerrar un pacto con el Pro de Mauricio Macri y dice que con eso, seguramente, le alcanzará para ganar la elección provincial que aún no tiene fecha.

Mestre se pasea con el traje de postulante al premio mayor. El jueves se reunió con un centenar de intendentes radicales y les habló como candidato. Incluso coordinó acciones para las próximas semanas para trabajar ya sobre el territorio. El intendente de Córdoba ya no hace nada para disimular sus intenciones.

Anoche se mostró en el Festival de Peñas de Villa María, que se ha convertido este año en un escenario en el que se muestran candidatos presidenciales y postulantes a gobernador. Allí, en ese anfiteatro techado ya no sólo hay música, también se hace política.

Por otra parte, desde el otro gran sector del radicalismo, el que pretende que Juez se incorpore a una alianza de tres patas importantes -UCR, Pro y Frente Cívico, acusaron a Mestre de tratar de avanzar en una alianza que tiene destino de derrota.

Ayer, en declaraciones al programa Café Digital, el jefe del bloque de legisladores del radicalismo, Rodrigo de Loredo, no fue precisamente diplomático con Mestre.

De Loredo es yerno de Oscar Aguad y es una de las principales figuras políticas de ese sector en Córdoba.

“Los sectores que representa el intendente de Córdoba no conciben la posibilidad de un frente amplio que involucre al Frente Cívico de Luis Juez. Ellos ven otra hipótesis frentista, en la que está sólo el Pro. En cambio creemos que, al margen de tener diferencias, debemos dar un salto cualitativo y dejar de lado rispideces personales, enfoques distintos, y dedicarnos a armar un frente que realmente pueda ganar las elecciones”, indicó el jefe de bloque.

Visiones

El mestrismo asegura que no necesita del juecismo para que un frente opositor le gane a Unión por Córdoba. Imaginan cualquier escenario menos uno en el que compartan una alianza con Luis Juez, el dirigente que más ha fustigado a Mestre y que, no conforme con eso, lo denunció penalmente por supuestos casos de corrupción.

En el sector de Aguad, y en otros como el de Juan Jure y Mario Negri, consideran que la oposición no tendrá ninguna chance de quedarse con la gobernación si arma un frente que deje afuera a alguno de los tres partidos importantes.

De Loredo sostuvo que esta consideración está avalada por cuanta encuesta anda circulando por Córdoba. “Voy a ser muy franco. Hice una encuesta en la ciudad de Córdoba, porque estoy trabajando fuertemente en mi ciudad, pero también revisé las de los distintos partidos, incluso del propio gobierno. Uno ve que las hipótesis de binomios pueden tener más o menos éxito. Pero algunas certezas van arrojando esos sondeos ¿Cuáles son? La más importante es que un frente opositor integrado por el Pro, el Frente Cívico y la UCR obtiene más respaldo que Unión por Córdoba y, por lo tanto, llega a gobernar la provincia. En cambio, si eso no sucede, uno puede conformar una fórmula más o menos competitiva, pero todos los sondeos de opinión, por el momento, dan la certeza de que en ese escenario Unión por Córdoba sigue en el gobierno”, indicó De Loredo.

Y agregó: “Quienes creemos genuina y objetivamente que las gestiones de Unión por Córdoba no han sido buenas, creemos que tenemos que hacer un gran esfuerzo para construir un programa que dé respuestas a los problemas de la gente”.

A pesar de los rumores de las últimas semanas, De Loredo consideró que no cree que el radicalismo termine quebrándose y cerrando alianzas diferentes.

“No creo que haya una fractura, pero sí una hipótesis de discusión fuerte. Creo que la solución es que haya una consulta ciudadana. El Frente Cívico debería proponer sus candidatos, el radicalismo los suyos y el Pro sus nombres. Entonces, en una encuesta similar a las Paso tendrían que definirse los lugares. Sería una solución que seguiría la historia del radicalismo, que siempre ha apostado por soluciones democráticas”, planteó De Loredo.