Uno de cada diez argentinos consume agua con arsénico

Salta se encuentra en el mapa rojo del elemento químico que causa enfermedades y es cancerígeno según un informe del ITBA. 

Cuatro millones de personas viven en la Argentina en zonas con aguas contaminadas con arsénico, un elemento químico que causa enfermedades y es cancerígeno, según un informe conocido en las últimas horas y que incluye a Salta entre las provincias con localidades con altos niveles. 

En ese contexto nacional, el conurbano bonaerense es uno de los lugares que presenta en varios municipios sectores que se encuentran por encima del nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud, lo que puede exponer a la gente a enfermedades gastrointestinales, neurológicas, cardiovasculares, de la piel, problemas en el embarazo y hasta cáncer.

Los datos se desprenden del mapa de arsénico en aguas de consumo que realiza el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) en conjunto con la ONG Nutrired, según publicó Diario Popular. El estudio se actualiza constantemente y posee 450 muestras enviadas por vecinos de 100 localidades de todo el país que luego fueron analizadas.

De esa plataforma online se puede observar que el municipio más afectado de Salta -de los estudiados- por este semimetal es Las Flacas, ya que la localidad llegó a registrar hasta 83 partes por billón (ppb), superando los 10 ppb que fijó la OMS e incluso los 50 ppb que toleran los parámetros legales.

 No lejos de ahí, hay otra zona que llega hasta los 77,5 ppb,  en Anta, pero no es el único sitio en el que el mapa demostró un nivel por encima de la barrera establecida por la OMS.  Por ejemplo, en una escuela de Joaquín V. González se registraron hasta 53,50 ppb. La situación también afecta a Cafayate ,con hasta 56,1 ppb. 

Por más que se hierva el agua, la posibilidad de contaminación no se va, sino que se incrementa por la evaporación del agua

La problemática representa a un puñado del total de habitantes en áreas contaminadas con arsénico, que según un informe del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) abarca a un total de 4 millones de personas en el país, es decir prácticamente 1 de cada 10 argentinos.

Jorge Stripeikis, director del Departamento de Ingeniería Química del ITBA, detalló al Diario Popular que "el arsénico provoca enfermedades y no da avisos, porque no tiene olor ni color. Sólo se puede descubrir mandando a analizarlo mediante un test".

"El consumo prolongado durante 10 o 15 años de un agua que contenga esas grandes cantidades de arsénico genera una enfermedad que se llama HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico).   Produce dermatitis, erupciones, trastornos gastrointestinales, anemia y puede desencadenar en algún tipo de cáncer, como de pulmón y de piel", detalló Stripeikis.

Sobre la forma de incorporar la sustancia al organismo, reveló que es mediante la vía oral: "No es sólo tomándola, sino también a través de los alimentos que se cocinan con agua contaminada. Por más que se hierva, la posibilidad de contaminación no se va, sino que se incrementa por la evaporación del agua".

El también director del Centro de Ingeniería de Medio Ambiente (CIMA) agregó: "El problema de contaminación es de aguas subterráneas, no de aguas superficiales. La problemática se da en algunos lugares donde no hay una red de distribución central y perforan un pozo para sacar del acuífero".

Y alertó: "existe la posibilidad de que todo lo que sea agua de pozo esté contaminada y para colmo es de manera caprichosa, porque dentro de un mismo barrio una familia puede tener agua con arsénico y otra que vive a una cuadra, no".

Si bien la situación pone en alerta a los habitantes del Conurbano, el experto sentenció que "en muchos lugares superan los 50 ppb y hasta los 100 ppb. Pasa mucho en todo el noroeste de la provincia de Buenos Aires, el sur de Córdoba, sur de Santa Fe, La Pampa, Mendoza, San Luis, San Juan, Chaco, Formosa y Tucumán".

Finalmente, resaltó que "existe un sistema de tratamiento de aguas para quitarle el arsénico, es un proceso rápido, pero no es barato" y señaló que "también hay un sistema doméstico, con filtros o membranas que se colocan en la canilla y absorben y eliminan el arsénico del agua".

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