CABA pagará 1.5 millones para que un equipo de arquitectos asesore a los arquitectos del estado

Deberán asistir a reuniones de la dirección general de Proyectos de Arquitectura porteña, resolver consultas y asistir en los programas en marcha. Básicamente, lo que los empleados estatales debieran hacer.

La consultoría, a secas, se transformó sin lugar a dudas en el caballito de batalla del gobierno de Cambiemos en cualquiera de los niveles de gobierno. Tanto en nación, como a nivel provincial o municipal, día a día se contratan decenas de consultoras para llevar adelante trabajos que debiera llevarlos adelante el propio Estado.

Lejos de terminar con el llamado “Estado de Bienestar” por considerarlo deficitario, el gobierno nacional ha construido una escuela alrededor de una estructura administrativa que es doblemente fallida. Por un lado, desde el año 2015 en adelante fue presa de una febril contratación a mansalva de nuevos empleados, agigantando peligrosamente los recursos humanos que contiene. Por otro, se lanzó a un derrotero de licitaciones con el objetivo de dedicar partidas presupuestarias enteras a trabajos que la propia gente que contrató debiera llevar adelante, pero como no están preparados deben hacerlo las consultoras privadas. Así, se gastan 134 millones en encuestas, 58 millones en “inspectores de veredas” que se venden al público como personal del Estado cuando son privados pagos, 22 millones en call centers y casi 100 millones en atención al público, entre otras cosas.

La contratación directa número 381-0254-CDI19 del ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires marcará un verdadero hito en la historia del gasto innecesario. En una movida sorprendente, el ministro Franco Moccia decidió invertir un total de 1.5 millones de pesos en un equipo de arquitectos que “asista y supervise” a los arquitectos de la dirección general de Proyectos de Arquitectura porteña, y luego participe de las consultas que pudieran surgir en relación a los proyectos en marcha.

Básicamente, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta sale a emplear a arquitectos privados para que le enseñen a trabajar a los arquitectos públicos. Lo que queda por averiguar ahora es cuál será la tarea de los profesionales que trabajan en el Estado, aquellos a los que los contribuyentes les pagan el sueldo, y que parecieran no estar a la altura de las circunstancias. 

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