Buscando a Nemo, el marplatense “valijero” de López y el no a Cano

Lo que nadie te cuenta de la escena política, económica y social de Mar del Plata.

 

Gustavo Pulti, ex intendente, se presentó ante la Justicia, realizó un descargo por escrito ante la Fiscalía de Delitos Económicos, donde se tramita una causa en su contra por malversación e incumplimiento de los deberes de funcionario público en base a una denuncia realizada por la actual gestión, dejó un documento de 128 páginas y dos cajas de documentos y no dudó en señalar que “quienes hicieron esta denuncia piensan que pagar sueldos es un delito”.

Donde ahora funcionan las dependencias de la Fiscalía, antes era la casa de una tradicional familia marplatense cuyo recordado jefe tenía pasión por los caracoles. Coleccionó la que es, seguramente, una de las principales muestras del mundo y con ella creó en Mar del Plata un Museo que, a pesar de los denodados esfuerzos de su hijo, hoy es historia. Habrá sido eso lo que al colega le inspiró la irónica frase: “No busquen más a Nemo, acá adentro dicen que se fue de la pecera hace una hora”.

Cuando eran las diez de la mañana ya hacia una hora que el ex intendente Pulti había partido caminando rumbo a su casa. A las 9.02, exactamente, la empleada del supermercado de la esquina lo saludó por la vidriera. No había nadie en la puerta de “la pecera”. Es que estaba citado para las 9.30 por los fiscales Pizzo, Berlingeri y Bruna para tomarle declaración por la denuncias que le formuló el varias veces renunciante de Hacienda José Cano.

 

Entró temprano el ex intendente acompañado por sus abogados Marcelo Savioli Coll y el especialista en derecho administrativo Carlos Alberto Andreucci. Como, en lugar de declarar verbalmente, entregó un escrito de 128 páginas y dos cajas de documentación, el tramite duró menos de lo previsto. Se hizo el acta, firmaron y se fueron. Muchos esperaban una declaración de varias horas. Razonable: con media vuelta de rosca el imputado arranca y puede llegar a agotar la curiosidad de unos cuantos hablando de la Municipalidad, sus proyectos y su gestión. “Parece que Andreucci y Savioli hicieron una larga ingeniería persuasiva para que no hablara en la declaración”, comentaron en ámbitos cercanos a la propia Fiscalía.

 

“Hasta acá no se utilizó un solo argumento de derecho penal”, le dijo más tarde Andreucci a un grupo de abogados con los que compartió un café cerca de lo que iba a ser, y no fue, el escenario de la batalla. “Solamente aportamos en la declaración datos, documentos, papeles y referencias de cómo se desarrolló la gestión”, siguió hablando alto y sin observar que, después de una espera en la calle, todo el mundo se reconforta con algo calentito. Los periodistas también. Más ayer que empezó el invierno. “Pulti es político, dice que lo acusan del delito de pagar sueldos” contaba risueño el abogado platense a sus colegas. “Por supuesto que es una exageración útil porque a él le importa comunicar que no está acusado por ningún hecho de corrupción, pero es cierto que cuando ves cómo se iban atrasando los aportes provinciales y les tiraban más gastos, en seguridad por ejemplo, no tenían más remedio que resolver con lo que había a mano”, siguió.

 

Adentro la cosa no fue tan jocosa. Hubo expresiones formales, manos extendidas en el rito cortés del saludo, pero más que nada como para ratificar que a nadie eso le quitaba lo valiente. Insistente con Nemo el colega, algo redundante ya, pero entusiasmado porque le habían celebrado la ocurrencia, volvió a la carga: “¿Te acordás la película? Los tiburoncitos no era tan malos, pero cuando olían sangre perdían la cabeza…”. “Continuará” le dijo otro, y se fue refunfuñando contra la fugacidad de un trámite que no le dio mucho para publicar.

 

Su paso por la Secretaría de Economía sigue provocando las críticas no sólo de opositores sino de funcionarios del propio gabinete que se animan a hablar. Pero él cree que lo suyo fue bueno aunque su reemplazante, Gustavo Schroeder, diariamente se encuentra con una bomba para desactivar. Lo cierto es que José Reinaldo Cano volvió al Concejo Deliberante y no se conforma con ser un edil raso sino que, en su filosofía de autoelogios, está convencido de que debe ser el presidente del bloque de la Agrupación Atlántica. Pero…

 

“Canito” pidió audiencia con el intendente Carlos Arroyo -quien ahora también descubrió que muchos problemas se podría haber evitado de no haberle dado vía libre a quien también fue funcionario de Angel Roig, y de Gustavo Pulti, a quien terminó denunciando por los mismos hechos que él cometió en su olvidable gestión- y el jefe comunal lo recibió. “Quiero ser presidente del bloque”, disparó, pidiendo el puesto de Guillermo Arroyo, hijo del jefe comunal. El lord mayor con el dedito le indicaba que eso no sería posible. “De ninguna manera”. Y le dio una explicación que hoy Cano repite ante cada uno que se cruza con el fin de dañar al intendente.

 

“Me dijo que no podía ser presidente del bloque porque si sacaba a su hijo Guillermo se debilitaba el apellido Arroyo”, repite una y otra vez entre sonrisas el ex secretario de Economía quien pensaba que después de haber “gastado” al hijo del intendente en cuanta oportunidad pública tuvo, su padre le iba a entregar la cabeza en bandeja. Falta de timming político, y en definitiva, de códigos. “Canito no va a ser presidente”, repetía sonriente, por los pasillos del Concejo un histórico de la Agrupación Atlántica al que le encantó, dijo, la decisión de autoridad tomada por el intendente.

 

Pettigiani es un apellido emblemático de la familia judicial. Eduardo Julio, el padre, fundó la dinastía. Luego hijos, pero también yernos, han tenido la suerte de canalizar su vocación en el Poder Judicial. Juan Manuel es uno de ellos. Fiscal federal, que ha transitado largas licencias en los últimos años, supo tener su foto con Emiliano Giri y también con el Momo Venegas. También estuvo en los equipos “técnicos” de Javier Faroni. De ahí también se fue. En 2007 iba a ser miembro del gabinete de Pulti, pero…, de ahí también se fue. “En lo que nunca tuvo remilgos fue en apuntar desde la Justicia contra los que se enfrenta en la política. Y tiene con qué. Es el jefe de muchos que llegaron al cargo por acercarse a la ‘familia’ y él, como vástago mayor, ya probó de la satisfacción de ‘bajar línea’ a quienes ayudó”, relataba un fiscal que dice tener mucho para contar, y que evidentemente no se lleva nada bien con “Juanma”.

 

Apretando el Cinto… No están nada bien las relaciones entre el secretario de Gestión y Tecnología, Agustín Cinto, enviado del PRO porteño, y el intendente Carlos Arroyo. En cualquier momento llega el llamado de Rodríguez Larreta para tratar de evitar que todo se desborde. Como se comentó en esta sección, Cinto trajo a Mar del Plata a un “especialista en comunicación”, Eugenio Dimier, pero el hombre no pasó el examen del intendente. Es más, sus ideas “revolucionarias” fueron rechazadas de plano. Pero Cinto tuvo su revancha…

 

El joven funcionario que reporta a la cúpula del PRO, designó a su subsecretario de Gestión y Tecnología. El intendente firmó el decreto de nombramiento 1195/16 y sólo tiempo después se enteró quién era el beneficiado con ese nuevo cargo político. Se trata de Fernando Unzué, vicepresidente de Aticma, la asociación que nuclea a un grupo de comercios y empresas del rubro informático de la ciudad. Uno de los convocantes de aquella recordada reunión de la campaña electoral, en la cual Arroyo confundió un control remoto del aire acondicionado con un teléfono celular y se mostró poco amigo de la tecnología. Pero además, Unzué es gerente general de una firma que sería proveedora y contratista municipal en desarrollos informáticos, lo cual marca cierta incompatibilidad. Cinto está muy contento con su colaborador, Arroyo no tanto…

¿Siempre hay un marplatense involucrado? En los últimos días, desde distintos medios periodísticos se coincidió en señalar que el contador Andrés Enrique Galera, marplatense, era el “valijero” en las sombras de José López, el ex secretario de Obras del kirchnerismo detenido tras haber intentado ocultar casi nueve millones de dólares en un convento. Se consignó que la mansión que el ex secretario de Obras Públicas tenía sobre el río Luján está a nombre del marplatense, otro empresario acusado de corrupción. Según el sitio Diario 26, Galera también tuvo un incremento patrimonial imposible de explicar y era una pieza clave en el entramado del negocio de la Obra Pública.

 

En un artículo publicado por Infobae con la firma de Juan Cruz Sanz, se consigna que en el piso 11 del ex Ministerio de Planificación, donde funcionaba la secretaría privada de Julio De Vido, al marplatense Galera se lo conocía como “el contador”, así, sólo eso, a secas. Para los empresarios era Andy Galera, para otros el testaferro de José López. Todos coincidían en algo: era la llave dorada para el ingreso al mundo fantástico de las licitaciones direccionadas.

 

Sin embargo, pocos conocen su cara, sólo un puñado lo reconocería en la calle. Su crecimiento patrimonial fue tan inmenso como injustificable: aviones, condominio en Miami, propiedades en Marbella, departamentos en Puerto Madero y empresas varias. Todo en los últimos siete años. Pasó de ser un lobbista de poca monta de la city porteña, a una pieza clave del contacto entre intendentes, empresas y el gobierno kirchnerista, reseña Sanz.

 

Galera tiene un piso en la lujosa torre Mulieris de Puerto Madero, donde también vive su hija Celeste. La otra de sus hijas, Angeles, también disfruta de las mieles de Madero, pero en un condominio del edificio Aleph creado y gerenciado por el Faena Group, sostuvo Infobae. En tanto, en el diario La Nación, Hugo Alconada Mon, que menciona a Galera en su libro “La Piñata”, escribió que el contador -quien tiene familiares viviendo en la ciudad- durante los últimos 15 años acumuló una causa por estafa, acusaciones de “valijero” o “intermediario” del poder, una indagatoria y un allanamiento en la causa Skanska, el calificativo de “emisario” del ex presidente Néstor Kirchner en Racing, y hasta un inusual comunicado de la Auditoría General de la Nación, que lo denunció ante la Justicia.

 

“Siempre andan buscando meterte en algún lugar. A mí me vinculaban con Menem y ahora con los Kirchner. Tengo amigos que trabajan en el Gobierno, pero los conozco desde hace 15 años”, se defendió Galera, quien también negó haberse hospedado en el hotel Catalinas Park de Tucumán, para recibir allí el 5 por ciento del monto de los contratos de obra pública que desde la Nación enviaban a la provincia durante la gobernación de José Alperovich. En Tucumán, el colega de “La Gaceta”, Roberto Delgado recuerda que Galera aparece nombrado en el libro “El zar tucumano” (2011) de Nicolás Balnotti y José Sbrocco, como el “valijero” que en 2005 recibió coimas en aquella provincia donde hay 15 empresas involucradas en “sobreprecios, dádivas, obras inconclusas, puentes caídos y con graves problemas estructurales”.

El escritor Jorge Asís, el primero en escribir sobre las maniobras en relación a la obra pública ni bien el kirchnerismo llegó al poder, contó en su blog que en las oficinas de Galera, en Tucumán 149 de la ciudad de Buenos Aires, se cerraron algunos de los contratos más importante del kirchnerismo. Hincha fanático de Racing, se dijo que era el hombre que tenía en mente Kirchner para conducir los destinos del club. Incluso, se publicó que fue él quien puso el dinero para contratar al jugador Pablo Lugüercio para llevarlo a Racing, paradojas del destino, hoy una de las figuras de Aldosivi de Mar del Plata. Galera desmintió haber comprado jugadores para el club. “Sólo impulsé armar una mesa de notables con figuras conocidas que fueran hinchas del club”, alegó.

 

 

La Secretaría de Cultura dejaría de alquilar el inmueble de 9 de Julio y San Luis, donde funcionan varias dependencias. La mitad pasaría a Villa Victoria, que así perdería el espacio del edificio de las caseros, mientras que el resto ocuparía espacios en la Plaza del Agua, donde alguna vez se “atrinchero” el ex funcionario “girista”, Christian Rabe. Ya hay quienes advirtieron que no hay destino aún para la hemeroteca, con las colecciones históricas de los diarios, que llevaron de Villa Mitre a 9 de Julio. Sería conveniente que las cuiden, no como las dos farolas de 40 kilos cada una -de la vieja Rambla marplatense- que se robaron de Villa Victoria, y de las cuales nada se supo pese a las cámaras y al personal de seguridad. Un verdadero misterio…

 

Fue insólito. Días atrás se filtró a qué hora y dónde se realizarían los controles de alcoholemia durante el fin de semana largo. La información de la Dirección de Tránsito comenzó a circular por grupos de whatsapp, estableciéndose los horarios y las calles en las que se harían los procedimientos. La nota tiene el sello de la Subsecretaría de Control, de la Dirección de Tránsito. No obstante, pese a que muchos “usaron” esa data para eludir los controles, prácticamente hubo récord de secuestros de automóviles. El playón tradicional colapsó, se llevaron autos a la escollera Norte, y finalmente se habilitó un predio en la zona de Luro y Francia. Buena recaudación por multas en el fin de semana largo pese a la filtración…

Los ministros de Seguridad de la Provincia y la Nación junto a los más altos jefes policiales, estuvieron la semana anterior en Mar del Plata anunciando operativos de “saturación” en las calles locales. Lo cierto fue que se vieron móviles, motos y uniformados en “paradas” de controles a lo largo de toda la costa. No se dieron a conocer los resultados de tales operativos, pero si se escucharon los comentarios de decenas de vecinos indignados, reclamando que esas tareas se realicen en los barrios y no en la costa para la foto. “Operativo sarasa”, lo definió uno de los oyentes del programa de María Delia Sebastiani, quien comentaba que el lunes a la mañana, boqueteros trabajaron con absoluta tranquilidad en dos comercios de la avenida Champagnat. Ayer, por la autovía 2 rumbo a Buenos Aires se veía una caravana de móviles de la Federal. ¿Volverán?

 

Se cruzaron duro. En la sesión de la Cámara de Diputados bonaerense, en la cual se trató la limitación a la reelección indefinida de intendentes y legisladores en la provincia de Buenos Aires, ocurrió un inesperado cruce entre el diputado marplatense, Maximiliano Abad, y el ex jefe del bloque del FpV, José Ottavis. Abad hizo uso de la palabra y dijo que esa ley fija límites claros para funcionarios y amigos del poder, como así también expresó la necesidad de dejar de “farandulizar la política, porque el problema no es de entretenimiento. Hay que transparentar la política porque el problema es de corrupción”. Ottavis recogió el guante…

 

Finalizado el discurso del marplatense, José Ottavis, quien ha sido en los últimos meses el centro de un polémico romance con la vedette Victoria Xipolitakis se sintió señalado por Abad. “Yo entiendo que si vamos a hablar de farandulización y mediatización todos hagamos un gran discurso… pero esta ley es como llevarle una frazada a alguien en setiembre, cuando tenía frío en julio… Bajemos los decibeles de sobreactuación, yo entiendo que haya que buscar el título”. Y antes de cerrar disparó: “Yo seguramente soy el más tonto en este recinto, el más ridículo. Pero también creo que soy el más feliz”. ¡Tomá!

 

No piensan bajar los brazos. En el barrio Las Heras, donde funciona el centro comunitario de la Hermana Marta, un lugar por demás emblemático, se desarrolló una conferencia de prensa para profundizar el análisis de la situación que atraviesan miles de chicos en Mar del Plata y Batán, horas antes de la audiencia de conciliación convocada por la Justicia con las autoridades municipales.

 

Justamente la hermana Marta es una de las firmantes del amparo impulsado por el Consejo de Niñez y la Defensoría del Pueblo, y uno de los lugares que sufrió las políticas de ajuste llevadas adelante por el intendente Carlos Arroyo y sus secretarias, Ana María Crovetto (Educación) y Silvana Rojas (Cultura).

 

Participaron las autoridades del Consejo de Niñez y la Defensoría del Pueblo, las dos instituciones que reclaman la restitución de los programas socioculturales y el Programa Educativo Barrial (PEBA) que permitían el acceso a derechos elementales de 13.200 chicos en General Pueyrredon. Además, estuvieron presentes Nora Schulman, Directora Ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (Casación); Juan Carlos Wlasic, miembro de la Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH), y referentes de la Comisión Provincial por la Memoria. “Con los pibes no se jode”, aseguró uno de los disertantes.

 

Muchos se sintieron orgullosos por la forma en la que Carlos Arroyo recibió al ministro de seguridad de la provincia, Cristian Ritondo y al secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Bruzaco. Esta vez el jefe comunal siguió al pie de la letra los consejos de quienes le sugirieron cómo lucir y cómo actuar para ser considerado un anfitrión ideal. Sin su clásico piloto, Arroyo tendió la mano de Ritondo y de Burzaco exhibiendo un nuevo traje azul. Toda la atención estaba posada en el saco con prendedura de dos botones, acorde a la actual tendencia de la moda.

 

Mientras los flashes de las cámaras iluminaban a los tres funcionarios, el intendente procuró ubicarse en el centro de la escena. A pocos pasos de allí el secretario de Modernización del municipio, Agustín Cinto, observaba la situación complacido. Al igual que el joven funcionario del PRO los que estaban pendientes del asunto no dejaron de sentirse satisfechos al ver a un Arroyo situado en el lugar correcto, cumpliendo además con la regla para abotonar el saco: cuando el hombre está de pie el botón superior se abotona siempre y el de abajo nunca. Y esta vez el intendente cumplió con la consigna a rajatabla.

 

Tras la fotografía de rigor, Arroyo, Ritondo y Burzaco recorrieron el Centro de Operaciones y Monitoreo del municipio, ubicado en Juan B. Justo entre 20 de Septiembre y 14 de Julio, donde volvieron a posar frente a las cámaras, esta vez, rodeados por las pantallas que mostraban imágenes de distintos puntos de la ciudad. “¡Qué buen centro de monitoreo que tiene Mar del Plata!”, exclamó Ritondo mientras contemplaba las instalaciones y los equipos. Los funcionarios asintieron con orgullo.

 

El que tal vez no hubiera estado de acuerdo con la exclamación del Ministro hubiese sido el abogado Julio Razona, quien fue el primer secretario de Seguridad de la actual gestión e integrante de aquel gabinete “de lujo” creado por Arroyo. Razona estaba convencido de que todo o casi todo lo que tenía que ver con el COM era un desastre, objetando las condiciones de alquiler del edificio, la contratación del servicio de videocámaras y las condiciones de trabajo del personal. Razona duró una semana en el cargo y con su salida parece que las críticas hacia el funcionamiento de la dependencia se diluyeron.

 

Desde que Razona dejó la función pública el municipio no tiene secretario de Seguridad. Durante la conferencia de prensa, Ritondo fue consultado sobre la decisión de Arroyo de no sustituirlo y de actuar él mismo como responsable del área. “Desde el 10 de diciembre para mí el secretario de Seguridad de Mar del Plata es el intendente Arroyo, con quien me comunico cada vez que hay un problema. Es decisión política del intendente si tiene que tener un secretario o no. El ha tomado la responsabilidad en esta área y está comprometido. La necesidad de tener un secretario la tiene que decidir el intendente”, dijo mientras Arroyo lo escuchaba con atención.

 

 

“Tenemos pleno contacto”, continuó Ritondo y ahí fue cuando el intendente introdujo su única declaración a lo largo de una conferencia de prensa que duró 20 minutos. Es que en su calidad de anfitrión, esta vez Arroyo no sólo se distinguió por mostrarse sonriente y por lucir un look renovado. También mantuvo un sugestivo silencio. Al referirse a sus frecuentes charlas telefónicas con el jefe comunal, Ritondo contó que habla con él “casi a diario” y que lo hace por diferentes motivos. “Desde cuando hace falta un móvil hasta….”. “Hasta cuando está enfermo”, interrumpió el intendente, en la que fue su única intervención ante la prensa. ”Sí, hasta cuando estoy enfermo”, asintió el Ministro. En ese instante hubo expectativa por saber si el intendente diría algo más. Pero no; no dijo más nada.

 

El pasado 4 de julio se supo que Ritondo había sufrido un cuadro de neumonía por lo cual tuvo que mantener reposo en su casa, tras permanecer algunas horas internado en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento. En esos días, Arroyo se interesó por conocer cuál era el estado de salud del funcionario de la gobernadora María Eugenia Vidal y se comunicó con él para tener novedades y desearle una pronta recuperación. Buen gesto del intendente. Algunos funcionarios del Ministerio hicieron un balance de lo que acababan de escuchar en el COM. Hubo quienes tomaron nota de las carencias de la Policía Local para la que hasta ahora no se compró la sede que la gestión de Gustavo Pulti había acordado adquirir en Alvarado y Chile. También escucharon sobre deficiencias en materia de equipamiento, sistemas de comunicaciones, indumentaria y municiones.

 

“¡Fortunas!. ¡Les mandamos fortunas!”, le decía un funcionario provincial a un periodista de LA CAPITAL mientras el ministro Ritondo saludaba a los vecinos del barrio 180 y escuchaba sus inquietudes. “¿Cómo es posible que todavía no hayan resuelto todas estas cosas?”, se preguntaba el hombre. Ciertamente, a fines de abril la Provincia le giró a la Municipalidad 23 millones de pesos para destinarlos, exclusivamente a la seguridad. En aquel momento, el todavía secretario de Economía, José Cano, se comprometía a ser “muy cuidadoso” con el uso de esos recursos.

 

 

“Lo que tiene que hacer la Municipalidad es meter la mano en el bolsillo y usar la plata. Es simple, pero para eso hay que gestionar”, completó el funcionario al borde de la irritación. Según el compromiso de la gobernadora María Eugenia Vidal, a esos 23 millones de pesos que ya llegaron a la caja del municipio, en agosto se les sumarán otros 23 millones y en septiembre poco más de 22 millones. Desde hace algunos días el secretario de Economía ya no es más José Cano. El nuevo se llama Gustavo Schroeder. Habrá que esperar para comprobar si el cambio resulta para bien. Por lo pronto, Schroeder viaja todas las semanas a La Plata para intentar encausar la situación. Y se lo ve fortalecido por el apoyo unánime de todo el gabinete.

 

 

Los baches en Facebook. Julián Bussetti es un joven marplatense que, cansado de esquivar baches por la ciudad, decidió abrir una página de Facebook para compartir su reclamo. Hoy, más de 3.500 seguidores aportan imágenes de los pozos de la ciudad y exigen obras que mejoren la situación. “Lo armé hace cinco semanas y crece todos los días, es impresionante. Y eso es porque el estado de las calles es terrible y es una necesidad que tenemos todos los marplatenses de que se solucione rápido este problema”, expresó. Coincidentemente, dos destacados periodistas porteños, que llegaron a la ciudad para disfrutar de un agasajo, le comentaban a colega local -degustando sopa de pescado en un restaurante de cocina vasca- que los sorprendió el pésimo estado de las calles. ¡Y eso que no vinieron en auto!.

 Cortitas y al pie. Un toque de atención fue el balance turístico del último fin de semana largo en Mar del Plata. Si bien coincidió con la celebración del Día del Padre, llegaron menos de cien mil turistas. Con vistas a la próxima temporada habrá que trabajar, y mucho, para promocionar la ciudad con tarifas competitivas // Ya hay empleados municipales “inquietos” por el cobro del medio aguinaldo. “Se espera para antes del 15 de julio”, admiten voceros del Sindicato de Trabajadores Municipales // Más de cien mil “verdes” cambiaron dos funcionarios municipales -familiares se podría decir- en agencia de la Peatonal. ¿Operación inmobiliaria de amigo caído en desgracia?

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