Diferentes medidas judiciales se efectuaron ayer en procura de tratar de esclarecer los asesinatos de Oscar Vargas y Héctor Arismendi, que se produjeron entre la mañana y el mediodía del sábado en un lapso de cinco horas. Se confirmó que el hijo del concejal Carlos Vargas recibió un único disparo y que no se hallaba solo cuando fue atacado en una esquina del barrio Moure. Se determinó que lo acompañaba un amigo que ahora es buscado como testigo. Mientras, se precisó que Arismendi, atacado en la casa que alquilaba en la calle Millapi, recibió cinco balazos.
Bajo un absoluto hermetismo avanzan las pesquisas por los homicidios de Oscar Alejandro Vargas (22) y de Héctor Domingo Arismendi Quezada (62), registrados durante la mañana y mediodía del sábado en Comodoro Rivadavia. También se refuerza la hipótesis de que ambos crímenes estarían relacionados, según dejaron entrever a Diario Patagónico fuentes vinculadas con la investigación.
La fiscal Mónica García se reunió ayer por la mañana con personal de la Policía Científica y de la Brigada de Investigaciones para analizar las pruebas recolectadas. También se evaluaron las tareas a seguir.
En lo que respecta al asesinato de Vargas, ocurrido alrededor de las 7:30 sobre la calle Marinero López 2.686, entre Francisco Behr y Andino Cayelli, frente a la vecinal del barrio Argimiro Moure, se conoció que la víctima no estaba sola cuando fue atacada sino que se hallaba en la esquina junto a un amigo en el momento que fue baleado desde un automóvil.
La autopsia determinó que recibió un solo disparo, a la altura del abdomen, que le afectó órganos vitales, lo que produjo que alrededor de las 9 falleciera en el Hospital Regional, adonde había sido trasladado por un automovilista que lo encontró mal herido.
La justicia hasta la tarde de ayer no había podido dar con el amigo que lo acompañaba en el momento del ataque y que resulta ser un testigo clave para profundizar la investigación.
Ese testimonio sería fundamental para avanzar en la individualización de sus agresores. En el marco de la investigación, la fiscal ayer supervisó en la dependencia de la Seccional Sexta una nueva inspección al Peugeot 206 estacionado en la calle, en el que se apoyó el joven mal herido. Se extrajeron muestras de manchas de sangre y huellas que puedan aportar información a la causa.
Todo hace suponer que se trató de un ajuste de cuentas que tendría relación con las diferencias barriales entre “Los de arriba” del Moure y “Los de abajo” del Isidro Quiroga. Se trata de una rivalidad que también estaría vinculada con el asesinato de Carlos “Chungo” Uribe, ocurrido el 20 de marzo del año pasado y por el que estuvo imputado Oscar Vargas hasta que fue sobreseído por vencimiento de los plazos procesales.
EL ASESINATO
DE ARISMENDI
El homicidio de Héctor Arismendi, en tanto, ocurrió en pleno mediodía en Millapi 941, casi Estados Unidos, y el Ministerio Público Fiscal trabaja con los testimonios recabados en la escena del crimen.
El hombre que se desempeñaba como electricista alquilaba en ese domicilio luego de que su esposa Norma Curiqueo (62) fuera asesinada en la noche del 10 de noviembre último cuando fue tiroteado el domicilio familiar de la calle Marinero López 2.792, del barrio Isidro Quiroga, a solo una cuadra de donde el sábado mataron a Vargas.
Las investigaciones policiales apuntan a que el ataque en el que fue asesinada Curiqueo estaba dirigido contra su hijo Héctor, a quien supuestamente también buscaban el sábado quienes terminaron con la vida de su padre, en una presunta venganza por el homicidio de Vargas.
Hasta anoche Héctor Arismendi hijo no había podido ser ubicado por la policía para tomarle declaración.
Los investigadores tienen identificado un vehículo en el cual se movilizaron los individuos que llegaron hasta la casa donde alquilaba Héctor Arismendi Quezada. Allí, uno de los individuos descendió, se acercó hasta el portón y habría preguntado por Arismendi hijo. Al no encontrarse abrió fuego contra su padre, quien recibió cinco balazos de los alrededor de 16 proyectiles disparados, según reveló la autopsia.
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