A mediados de 2013, cuando promediaba el segundo mandato de Gustavo Pulti, el Concejo Deliberante aprobó un proyecto de ordenanza que proponía un nuevo diseño en la identificación de los taxis. A tal punto que, desde su promulgación en diciembre de ese año, diversos propietarios decidieron rápidamente adaptar el formato en sus vehículos. Pero el gobierno anterior decidió luego suspender esa norma, por lo que la mayoría de los autos no tuvieron modificaciones.

Ahora, el gobierno de Carlos Arroyo insistirá con esa suspensión hasta que el municipio llegue a un consenso con los empresarios del sector. Así surge de un proyecto de ordenanza que envió al Concejo Deliberante en las últimas horas.

La ordenanza 21621 modificó la que reglamenta el servicio de taxis para establecer las características identificatorias de las unidades que prestan el servicio. Por eso un grupo de taxistas decidió incorporar a sus vehículos cinco barras amarillas sobre el tradicional fondo negro. Pero en abril de 2014, es decir tan solo cuatro meses después de su entrada en vigencia, el cuerpo legislativo suspendió la norma por 90 días. Ese plazo ya fue ampliamente superado, por lo que en los papeles está en vigencia la ordenanza que estipula el nuevo diseño.

El gobierno municipal tomó nota de este desajuste (en los hechos nadie está modificando la identificación de sus vehículos) y decidió avanzar con otra suspensión. En este caso por 180 días.

“En la actualidad nos encontramos con la diversidad de diseños de las unidades, motivo que lleva a optar en un futuro con una única individualización en virtud de consensos que se logren en el sector”, señaló el gobierno local en el mensaje de elevación del proyecto.

En el segundo artículo, la gestión de Arroyo se obliga a remitir, dentro del plazo establecido, “las modificaciones a la normativa vigente que estime pertinentes” según el acuerdo que consiga alcanzar con los taxistas.