En busca de más fondos, los gobernadores suben la presión sobre Macri

En busca de más fondos, los gobernadores suben la presión sobre Macri

Intentan acelerar el envío del 15% de coparticipación que las provincias cedieron en 1992; amenazan con usar su influencia en el Congreso

Enfrentados con el presidente Mauricio Macri por el recorte de fondos, la escasez de obra pública y el retraso en el envío de montos de la coparticipación prometidos, los gobernadores exigirán a la Casa Rosada una solución inmediata a sus problemas y evalúan un eventual plan de lucha.

El enojo de los gobernadores es directamente proporcional al nivel de urgencia que tienen. Los mandatarios vieron pasar casi dos meses sin avances en la devolución del 15 % de la coparticipación que la Nación les retiene a las provincias desde que, en 1992, esos recursos pasaron a sostener las jubilaciones estatales por la privatización de los aportes y su derivación a las AFJP.

Cuando el kirchnerismo reestatizó el sistema, esos fondos no regresaron a las provincias, por lo que tres de ellas iniciaron un juicio ante la Corte Suprema. San Luis, Córdoba y Santa Fe ganaron ese pleito a la Nación, según un fallo de la Corte dado a conocer dos días después del triunfo de Macri. El nuevo gobierno se comprometió a girar los fondos en cuotas en los próximos cuatro años, pero el acuerdo no está cerrado. Los gobernadores pusieron un plazo concreto: antes de fin de este mes quieren que haya soluciones. Por eso, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se reunirá con ellos en Córdoba, el 18 de este mes, para transmitir una nueva propuesta.

El Gobierno sabe que, para presionar por esos fondos, los gobernadores habilitaron a sus legisladores a apoyar la ley antidespidos y a mantener congelados los pliegos de los dos candidatos a la Corte propuestos por Macri.

La aprobación de los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz para integrar la Corte Suprema necesita el voto de dos tercios de los presentes en el Senado, y esa cosecha sólo es posible con el apoyo mayoritario del PJ. Por eso, la Casa Rosada se ocupó de que trascendiera que la nueva propuesta para dejar de retener el 15% superaría el esquema de devolución de 3% en efectivo con opción a otro 3% en bonos presentado en marzo. La mejora se daría por una reducción en los descuentos para el pago del segundo 3%, que, de todos modos, seguiría pagándose con bonos.

Sin embargo, hasta que no vean el detalle del nuevo esquema y, sobre todo, hasta que no empiece a bajar el dinero, los gobernadores seguirán presionando a la Nación y mantendrán su plan de lucha.

"El famoso 3% nunca apareció. A La Rioja no llegó un peso. La provincia depende mucho de la Nación. Ya tuvimos impacto por la baja de retenciones y Ganancias y ahora se nos viene el IVA", sintetizó a LA NACION un hombre del gobierno de San Juan, que comanda Sergio Casas.

La dinámica que en las últimas semanas desplegó la Casa Rosada en La Rioja se replica en otras provincias. Mientras que Casas evita confrontar en público con el Gobierno, su antecesor, el diputado Luis Beder Herrera, despotrica sin matices. "Se acabó el amor con Macri. Los casi 1000 millones que nos deben nunca llegaron", dijo.

En San Juan, José Luis Gioja, hoy diputado, y su sucesor, el gobernador Sergio Uñac, se reparten roles similares. El gobernador viaja a Buenos Aires, se reúne con Frigerio y, aunque mastica bronca por las demoras, se muestra siempre conciliador y dispuesto a "buscar la mejor salida". Gioja, en cambio, se afianzó como uno de los defensores más intransigentes de la ley antidespidos, que el Gobierno pretende morigerar o al menos demorar para amortiguar el costo político de vetarla. El efecto presión funciona de igual manera en este caso.

"Es el viejo juego del policía bueno y el policía malo", se sinceró ante LA NACION un funcionario sanjuanino. La provincia es una de las que, aun recibiendo 6 puntos de coparticipación en efectivo este año (escenario poco probable), sólo estaría "empatando" las pérdidas por los cambios impositivos dispuestos por la Nación, como la reducción de las retenciones a la minería y el agro, los retoques en Ganancias y los cambios en el IVA para la compra de productos de la canasta básica.

"A las puteadas estamos todos. La guita no está. A nadie le cae gracioso que haya provincias que recibieron financiamiento y otras que no", dijeron a LA NACION desde el gobierno de Tucumán. Sin embargo, contento con el lugar de privilegio que la Casa Rosada le dará a la provincia en los festejos del Bicentenario, el gobernador Juan Manzur evitará por ahora la confrontación abierta.

El salteño Juan Manuel Urtubey, uno de los más urgidos por fondos, hizo circular una propuesta entre sus pares: que la deuda que la Nación seguirá teniendo una vez que pague la cuota de este año sirva como garantía para que las provincias accedan a mejores condiciones para tomar deuda en el exterior en el futuro. Podría ser parte de la solución.

A los cambios en Ganancias, IVA y retenciones se suman otros factores que hacen tambalear a casi todas las provincias. El freno en la obra pública, el aumento de las tarifas y la retracción del consumo por la inflación. Todavía más complicados están los distritos que sufrieron inundaciones. A la cabeza figura Entre Ríos, que debe encarar obras de infraestructura por $1200 millones y construir viviendas después de haber perdido buena parte de la cosecha gruesa. Similar es la situación en Chaco. Más cubiertas están Santa Fe y Córdoba, de las más afectadas por las lluvias, que, junto con San Luis, fueron beneficiadas por el fallo de la Corte que obliga a la Nación a devolverles el 15% coparticipable.

Capítulo aparte para el Sur. En Río Negro, el propio gobernador, Alberto Weretilneck, admitió estar preocupado por la caída de las transferencias nacionales y la demora en la restitución del 15%. Calcula que dejará de percibir $960 millones y enfrenta reclamos gremiales muy fuertes. "Si reabrimos la discusión salarial, vamos a la cesación de pagos", avisó la semana pasada.

En Neuquén, Mario Das Neves enfrenta la presión de los petroleros, que la semana pasada ocuparon las calles con un reclamo masivo, y en Tierra del Fuego, Rosana Bertone perderá por las reducciones impositivas 500 millones de pesos. Por primera vez la semana pasada, Alicia Kirchner recibió un adelanto de coparticipación de Macri: $50 millones. Mucho menos que un respiro en un distrito cuyo déficit, según la gobernadora, trepa a $7000 millones.

En el Gobierno intentan desdramatizar la situación y evitan hablar de una presión ejercida por las provincias. "La queja generalizada no está justificada. No es verdad que les debamos tanto. Incluso las obras las estamos pagando", dijeron a LA NACION fuentes oficiales.

La estrategia del interior

La merma en la recaudación tras la modificación en el impuesto a las ganancias, la quita de retenciones y la futura quita del IVA a la canasta básica trajeron inconvenientes financieros a las provincias.

El ministro del Interior se reunirá con los gobernadores el miércoles 18 en Córdoba, donde les presentará una nueva oferta de pago del 15% de coparticipación.

El Gobierno necesita apoyo de las provincias para sortear desafíos en el Congreso, como la aprobación del proyecto antidespidos y el tratamiento de los pliegos para la Corte Suprema.

La última reunión con el Presidente

El presidente Mauricio Macri saludó a los gobernadores en la Casa Rosada antes de la reunión que en marzo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, mantuvo con los mandatarios provinciales. En ese encuentro se acordó que la Nación les iba a restituir gradualmente el 15% de la coparticipación que hoy retiene el Anses y les daría más fondos. Hubo amplio apoyo al Presidente por la ley para salir del default. Pero luego de casi dos meses de ese encuentro no hubo respuesta alguna por los fondos prometidos por la Casa Rosada.

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