El burdo intento de querer tapar la corrupción

El burdo intento de querer tapar la corrupción

Ayer, en medio del escándalo judicial que compromete a la presidenta, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, intentó desviar la atención de la opinión pública al denunciar al banco HSBC Argentina por ocultar y no declarar una cuenta de la que es titular –Gabriel Martino- en Suiza. Esa cuenta, dijo Echegaray, opera dentro del mismo banco pero con sede en Ginebra.

El titular de la AFIP, además, sostuvo que “HSBC Argentina sabía de 4.040 cuentas” que fueron ocultadas y cuyos titulares utilizaron una plataforma que el banco prestó a sus clientes para evadir el pago de impuestos.

Es una verdad de perogrullo que aquellos banqueros, que realizan este tipo de maniobras, deben ser castigados con todo el peso de la ley. El problema es que el denunciante es un auténtico impresentable, que ha convertido a la AFIP en una cueva de negocios oscuros, repleta de personajes sospechados de haberse enriquecido ilegalmente. Una clara muestra de ello es la investigación que ayer dio a conocer el diario Hoy sobre la empresa fantasma de explotación turística, con sede en Neuquén, que fue creada por dos altos funcionarios de la AFIP, que fueron compañeros de Echegaray en el Liceo Naval de Ensenada: Guillermo Cabezas Fernández (subdirector general de Sistemas y Telecomunicaciones) y Sergio Raúl Vargas (uno de los asesores de mayor confianza del titular de la AFIP).

A su vez, llama poderosamente la atención que, mientras se focaliza la atención en el HSBC, desde el organismo se mantenga un misterioso silencio respecto a las cuentas secretas que tendría Lázaro Báez en la propia Suiza, que hasta incluirían una fundación trucha.

Hay sospechas de que la AFIP habría hecho la vista gorda ante las firmas fantasmas creadas por el empresario santacruceño en el exterior para lavar dinero sucio proveniente de la política. Las sospechas sobre este accionar también recaen sobre el zar kirchnerista del juego, Cristóbal López. 

Echegaray, a su vez, fue el encargado de intentar ocultar el escandaloso crecimiento patrimonial de la presidenta. No bien asumió el cargo, en el año 2009, habría mandado a un equipo de funcionarios de la AFIP a la Patagonia para reunirse con el contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, en su estudio.  Allí habrían “retocado” las declaraciones juradas de la familia presidencial, fabricando la excusa perfecta para que el inefable juez Norberto Oyarbide archivara una pesada denuncia por enriquecimiento ilícito. ¿Quiénes viajaron? El subdirector de Fiscalizaciones, Horacio Curien; el entonces jefe de la Sección Investigaciones, Carlos Leturia, y el director de la Regional de Comodoro Rivadavia, Héctor Sartal. Los tres llegaron hasta Río Gallegos en una camioneta Ford Ranger.  ¿Qué fue de la vida de los tres expedicionarios? Fueron ascendidos y/o premiados con más poder dentro de la AFIP.  

Tal como lo informó Hoy el pasado 21 de octubre, en una investigación exclusiva, si bien Curien sigue desempeñándose como subdirector de Fiscalizaciones, actualmente sería uno de los funcionarios con mayor peso dentro del organigrama de la AFIP. Y ello también le permitió elevar su nivel de vida. Actualmente estaría radicado en el exclusivo country Pilar del Este, sobre la Ruta Panamericana.  En tanto, Leturia fue ascendido y quedó a cargo de una de las regionales más importante que tiene el organismo recaudador en el interior del país, en Mendoza. Y Sartal también fue escalando posiciones durante la era K ya que pasó de ser titular de la División Fiscalización de la Dirección Regional de Palermo a estar a cargo de la regional de Comodoro Rivadavia.

En Comodoro Rivadavia, Sartal reemplazó a Norman Ariel Williams, quien cayó en desgracia por haber detectado que empresas de Lázaro Báez habrían facturado $ 500 millones con facturas falsas, de sociedades anónimas fantasmas. Junto a él, cayeron otros sabuesos que formaron parte de las pesquisas. Entre ellos, el entonces subdirector de Investigaciones de la Dirección General Impositiva (DGI), Jaime Mecikovsky. La misma suerte tuvo su superior en el cargo, el entonces director de la DGI, Héctor Catagnola. Este último cargo actualmente es ejercido por el veterano Angel Rubén Toninelli, un monotributista categoría C.

En definitiva, está claro que, desde hace tiempo, en la AFIP reina la corrupción.

La respuesta de HSBC

HSBC Argentina y el presidente de la entidad, Gabriel Martino, rechazaron las acusaciones formuladas por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray y negaron poseer cuentas en HSBC Suiza, como había asegurado el funcionario en una conferencia de prensa. En sendos comunicados, la entidad rechazó "enfáticamente" su participación "en asociación ilícita alguna", en tanto Martino dijo que las declaraciones de Echegaray sobre su persona son "absolutamente falsas". Luego de aclarar que "cumple con la ley argentina y todas las normas que regulan su actividad en el país", HSBC Argentina manifestó que "rechaza enfáticamente su participación en asociación ilícita alguna, incluyendo cualquier organización que permita la exteriorización de capitales con la finalidad de evadir impuestos".

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