Una buena noticia para los Okupas

Una buena noticia para los Okupas
Magui-Mar sabe mejor que cualquiera, que para intrusar se necesita de un apoyo logístico y en este sentido ve la mano de partidos políticos o del propio Estado, detrás de los "dirigentes sociales" que organizan los intrusamientos.
Aunque García advierte que el año electoral traerá aparejadas más ocupaciones, y con protección política como ya ocurrió anteriormente, la empresa ya no estará a cargo, por el desgaste que provocan las constantes agresiones y el peligro al que se expone el personal.

El 9 de marzo vence el contrato pero la empresa va a esperar a que concluya el proceso de licitación para tener el reemplazante, por lo que podría quedarse un tiempo más. No obstante no habría tentación económica que haga revertir la decisión. “No es cuestión de dinero, porque la gente de Magui-Mar está consciente de que al bosque hay que cuidarlo más allá de la parte económica. Nosotros realizamos otras actividades y ya volviendo al puerto tenemos programados para ingresar dos barcos. La parte económica la tendríamos solucionada. De acá no nos vamos por una cuestión económica. Nos vamos porque viene un año realmente muy pesado, muy peligroso para nosotros y ya hemos jugado demasiado con el peligro”, manifestó.

Recordó que en este tiempo “nos han quemado más de cinco casillas, nos han destruido más de tres vehículos, hemos perdido muchísimas herramientas cuando la gente nos ataca en el bosque”, y definió a Ushuaia como “una ciudad muy riesgosa, muy difícil. Hoy en día estamos agotados. Tiene que venir otra gente con más empuje, con fuerza, para seguir protegiendo el bosque. Nosotros creemos que dentro de todo hicimos lo posible”.

A los escépticos y críticos, les pidió que lo llamen si hay un intrusamiento masivo de acá a marzo, como vienen haciendo incluso con denuncias falsas, “pero también llámenme después de marzo”, invitó, dando a entender que luego del retiro de la Cooperativa se verá si era o no efectiva la custodia.

“Este trabajo alguien lo tiene que realizar. No es agradable desarmar casillas pero éramos conscientes de que el trabajo había que realizarlo”, insistió.

“Mientras yo esté al frente la decisión es retirarme, por una cuestión de seguridad de la gente que tengo a cargo. Los años pasaron y nos pesan a todos. Es un trabajo agotador, estresante y no termina cuando uno desarma una casilla. Pasa por la agresión a las mujeres de la gente de la cooperativa cuando van al supermercado, porque están identificados, los daños que le hacen a los vehículos de la gente. Estamos pendientes las 24 horas y es más riesgoso que el trabajo que hace la policía, que llega hasta cierto lugar del intrusamiento. Nosotros vamos un pasito más allá de lo que marca la ley. Es grave, pero es real, lo hemos hecho y teníamos que hacerlo; porque si uno espera que venga la justicia, el fiscal, lo que tenga que venir de acuerdo a la ley, hoy no tendríamos bosque”, aseveró.

“Esta manga de locos que me acompañaron estos años se la jugaron muchísimo y la sociedad, con el tiempo, va a entender que les debe muchísimo”, concluyó el gerente.

Antes del brindis.... más trabajo

El intrusamiento que se evitó casi a la medianoche del 31, en la zona de la planta potabilizadora número 2, arriba de la Chacra Beban, fue una suerte de despedida del año, para los integrantes de la Cooperativa. “Es una zona bastante boscosa y si uno recorre el sendero ve que había tala de árboles y que hicieron unas cuantas estructuras. Esto viene de hace dos meses atrás aproximadamente. Yo personalmente hice la denuncia con nombre y apellido a las personas que estaban talando el bosque, empezamos a desarmar estructuras y se terminó el 31, cuando sacamos más de tres mil metros de cable de alta calidad, que marcaba una zona que iba a ser masivamente intrusada”, manifestó.

Dijo que en esa jornada se pudo constatar que “había muchos terrenos marcados, con cintas, pozos donde iban a estar puestos los trineos. Estos elementos con que construyen las viviendas precarias son difíciles de detectar porque lo hacen con materiales de la zona y prácticamente lo único que ingresan es nylon”, apuntó, y estimó en “más de 25 terrenos” los marcados para usurpar.

“Son difíciles de localizar a simple vista. Hay una custodia en el camino pero entran por cualquier parte. El intrusamiento en el bosque es muy difícil de parar definitivamente”, observó.

Destacó el trabajo de los inspectores municipales que lo pudieron detectar, en medio de muchas denuncias que aportan deliberadamente datos falsos, para distraer la atención: “En los últimos días hubo varias alertas falsas para distraer la atención y agotarnos”, sostuvo, con el fin de facilitar la intromisión masiva que fue abortada a tiempo. “También hicieron correr a la policía de un lado para otro, porque la policía ha colaborado en forma permanente y tal es así que el 31 a las 11 y media de la noche estábamos parando un intrusamiento”, señaló.

“Estaban programados y organizados”, dijo sobre este intento que tenía en cuenta una fecha especial, cuando disminuirían los controles por los festejos; pero la cooperativa contaría con “informantes” que ofician de fuente directa, puesto que participan de las reuniones que organizan los potenciales intrusos para acordar sus movimientos.

Dentro de la información así colectada, pudo dar fe de un plan de ocupaciones a partir de marzo, cuando los intrusos saben que ya no estará la Cooperativa.

“Sin la Cooperativa sería más fácil y ya es vox populi que en marzo se termina el contrato y es muy difícil que Magui-Mar vaya a seguir trabajando. Llevamos nueve años, creemos que es necesario dar un paso al costado y volver a nuestra actividad portuaria”, indicó García.

Afirmó que la mayoría de los socios “no quiere continuar trabajando” y que “ya hay un agotamiento de esta actividad. Hemos sido vapuleados, tuvimos grandes pérdidas, vehículos destrozados, socios con heridas que van a llevar de por vida. Estamos decididos a no seguir más y daremos el tiempo necesario al Municipio para que ponga otra gente a trabajar porque no es nuestra intención continuar con esta actividad”, reiteró.

Dijo que en la última reunión se habló de este tema con el Intendente, y se dejó claro que “no es cuestión de dinero, no es que pretendemos más o menos, sino que es una cuestión de agotamiento. La mayoría de los socios tienen familia, hijos, y se sufren agresiones feas, insultos en los supermercados, gente joven que no puede ir a los boliches a bailar, que son agredidos y tenemos que ir a sacarlos de la comisaría por disturbios. Es necesario dar un paso al costado. La gente de Magui-Mar no tiene vida, trabaja las 24 horas a full”, expresó.

García enfatizó en la importancia de continuar con una custodia efectiva, para evitar el caos que puede sobrevenir: “Más allá que nos vayamos nosotros, alguien tiene que realizar este trabajo, no se puede dejar desprotegido al bosque. Intrusamientos individuales va a haber, pero se pueden impedir los intrusamientos masivos”, dijo.

Asimismo, dio cuenta de la protección política de los intrusos: “Cada vez que el año es político nosotros trabajamos muchísimo. En épocas pasadas en la Legislatura anterior había varios legisladores que negociaban por un intrusamiento, y uno no sabía para qué lado disparar porque el intruso se sentía protegido. Este año que va a ser político va a haber intrusamientos. Y sé perfectamente que están esperando que se vaya Magui-Mar”, reveló García.

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