Una enfermera y una trabajadora del sector mantenimiento fueron golpeadas por dos sujetos de unos 20 años en el Centro de Atención Primaria de Salud de barrio Parque Lasa. El serio incidente ocurrió el martes de la semana pasada a las 14.30, hora que la concurrencia de vecinos suele mermar. El hecho fue denunciado ante las autoridades policiales.

Los agresores ingresaron al CAPS con la excusa de que a uno de ellos le dolía una muela. Ante esto pidieron que le suministraran una droga conocida como diclofenac.

Como el fármaco sólo se entrega con receta médica y los jóvenes carecían de ella, ante la negativa de la enfermera comenzaron a golpearla. La agresión fue brutal y no recuerda precedentes dentro de un CAPS, según indicaron a este medio dos funcionarios del área de Salud del Municipio.

Además de golpes de puño, la enfermera fue tirada al piso donde siguieron atacándola con puntapiés. A todo esto, una mujer que realiza tareas de limpieza al ver lo que estaba pasando intentó socorrerla pero también fue víctima del ataque.

"Entraron dos muchachos manifestando que tenían un dolor de muela reclamando una medicación para calmar el dolor pero como no tenían receta aparentemente, la enfermera les dijo que no puede entregar ninguna medicación porque no está facultada e inmediatamente se pusieron violentos. A la enfermera la golpearon, la tiraron al piso y la siguieron golpeando. Personal de limpieza al escuchar el tumulto se acercó y le pegaron una cachetada", indicó Claudio Faro, subdirector de Atención Primaria de la Salud del Municipio.

Faro agregó que este tipo de episodios, si bien parece ser aislado, forma parte de un contexto mucho más complejo que se vive en algunos sectores de la comunidad. "Esto es parte de la violencia cotidiana que se está viendo cada día con mayor envergadura. Ahora es hasta en los Centro de Salud. En 28 años que tengo trabajando, nunca nos pasó algo así con este nivel de agresión hasta llegar a patear a una enfermera estando en el piso".

De acuerdo a lo que manifestaron las víctimas a sus superiores, los agresores no serían caras conocidas del barrio y por el estado emocional en que quedaron no se encuentran en condiciones de poder reconocerlos. En tanto, no pueden saber en qué llegaron y se fueron como así tampoco para qué lugar se dirigieron tras la violenta irrupción en el CAPS.

Por su parte, el Dr. Jorge Poleschi, director de Atención Primaria de Salud del Municipio, acotó que los jóvenes al parecer no habrían actuado bajos los efectos del alcohol aunque no descarta que lo hayan hecho como consecuencia del consumo de estupefacientes.

A todo esto, las autoridades mencionaron una situación ocurrida en el CAPS de Parque Lasa el día anterior por lo que ahora tratan de saber si tiene relación con el ataque a golpes ocurrido 24 horas después.

El lunes el marido de una vecina que está atravesando un problema de salud que requiere atención en el Hospital u otro centro de salud de mayor complejidad, ingresó al CAPS presuntamente alcoholizado, insultó y amenazó de muerte al plantel de profesionales que atienden en el lugar. "Algunos lo relacionan pero es incomprobable", sostuvo Faro, al tiempo que indicó que "tomar medidas es muy complicado porque son lugares donde no es esperable que sucedan estas situaciones. Generalmente, un CAPS está predispuesto a ayudar, a entregar medicamentos, a dar turnos para el Hospital. Ahora, la demanda es tan desmedida que nos genera inquietud para que no vuelva a pasar", expresó el subdirector Faro.

Colateral

En la puerta del CAPS fue pegado un cartel en el que solicitan a la población del barrio la devolución de un televisor que se robaron de la "salita" hace unos días. "Le pedimos encarecidamente a la persona que se llevó el televisor de la sala que por favor lo devuelva, ya que iba a ser una herramienta necesaria para el CAPS", puede leerse en el papel pegado en la puerta de entrada.