Bruselas, sin respiro: acuchillan a dos policías y evacuan estaciones de tren

Miedo y paranoia en la capital belga. Los oficiales fueron atacados esta mañana. Y están heridos. La fiscalía lo investiga como un acto terrorista. Hubo además falsas amenazas de bomba en la Gare Du Nord y du Midi.

Bruselas sigue en estado de alerta antiterrorista y la ciudad continúa, más de seis meses después de los atentados del 22 de marzo que dejaron 32 víctimas mortales, alterada por medidas antiterroristas que incluyen el despliegue de las Fuerzas Armadas para patrullar las calles, ataques a agentes de policía y falsas alarmas.

Dos policías fueron atacados esta mañana en el distrito de Schaerbeek por un hombre armado con un cuchillo. Los dos agentes están heridos pero sus vidas no corren peligro. Uno de los agentes recibió una puñalada en el cuello y el otro en el abdomen.

Otra patrulla de policía consiguió detener al atacante tras dispararle en una pierna. Aún herido, el agresor consiguió golpear en la cara y romper la nariz al agente que le detuvo.

La Fiscalía dijo horas después del ataque que el detenido es un hombre de 43 años de nacionalidad belga identificado como Hicham D. Según los medios belgas, no habría hecho ninguna reivindicación. La oficina del Fiscal sí aseguró que transmitía el dossier del ataque a un tribunal federal porque lo consideraba como un atentado terrorista.

El ataque fue el segundo sobresalto del día en la “capital” europea. Poco antes del mediodía una llamada telefónica anónima hizo que la Policía evacuara la Gare Du Nord, una de las tres grandes estaciones de tren de la capital belga. El tráfico ferroviario se detuvo más de tres horas.

Al mismo tiempo, en la Gare Du Midi –desde la que salen los trenes internacionales de alta velocidad que conectan Bruselas con París, Amsterdam o Colonia- la policía encontró un paquete sospechoso. Tras evacuar la terminal de la estación, los agentes, ayudados de un robot de desactivación de explosivos, sólo encontraron un bolso abandonado por alguna de las personas sin hogar que suelen utilizar los pasillos de la estación para cobijarse por las noches.

Entre amenazas reales, paquetes sospechosos que resultan ser un bolso abandonado o incluso un paquete que alguien decidió tirar al suelo en lugar de a la basura, la capital belga sigue en un estado de alerta que se contagia a parte de la ciudadanía y que en algunos medios ya se empieza a definir como una especie de paranoia.

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