Bruera es el dirigente más conocido y Tauber aparece como la sorpresa en la capital provincial

Bruera es el dirigente más conocido y Tauber aparece como la sorpresa en la capital provincial

A falta de un año para las elecciones que decidirán quienes ocuparan los cargos ejecutivos en los distintos ámbitos, en la ciudad de La Plata ya se han empezado a barajar algunos números en lo que refiere al nivel de imagen de las diversas figuras que posiblemente compitan por la intendencia de la capital provincial durante la próxima rueda electoral.

De esta manera, desde la consultora “Equipos Mori” se ha realizado recientemente un relevamiento para testear, no sólo la intención de voto con la que al momento cuentan los dirigentes platenses con aspiraciones al Palacio Municipal, sino también el nivel de conocimiento de algunas figuras que, más allá de no pertenecer al mundillo político ni haber puesto de manifiesto hasta el momento un clara inclinación a candidatearse, están siendo tenidos en cuenta por algunos espacios que buscan una figura de renombre para que traccione votos platenses a las postulaciones del orden nacional y provincial.

En este sentido, e incorporando un análisis de conocimiento de mayor a menor, quien encabeza este listado naturalmente por su condición de intendente es Pablo Bruera con un 96 por ciento, seguido por los massistas José Arteaga (46 por ciento) y Marcelo Leguizamón (40 puntos). En tanto, el viceministro de Desarrollo Social de la Nación y referente de Kolina, Carlos Castagneto, quien cuenta con un 39 por ciento de conocimiento. 

Pero quien es la sorpresa de esta lista es el ex presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, quien estaría en carpeta de más de un dirigente provincial para que se postule a la intendencia platense. Tauber cosecha un nivel de conocimiento del 38 por ciento, muy por encima de políticos como Sergio Panella (30 por ciento), Julio Garro (21 por ciento) y Florencia Saintout (19 por ciento).

En tanto, también sorprenden en esta encuesta la aparición de empresarios como Gustavo Dacal (inmobiliario) y Claudio Moretto (Cerámica Fanelli), quienes tienen un nivel de conocimiento del 22 y el 19 por ciento respectivamente. Asimismo, tanto Tauber, como Dacal y Moretto cuenta con una considerable porción de imagen positiva.

Yendo puntualmente a la intención de voto, Bruera, con un 17 por ciento, encabeza la lista, aunque bajó un punto en relación al mismo sondeo realizado seis meses atrás. En segundo lugar se ubica Marcelo “Chuby” Leguizamón, quien pasó de 4 puntos en abril al 11 por ciento en septiembre. Con el mismo porcentaje se ubica otro dirigente massista, José Arteaga, quien también muestra un crecimiento. En cuarto lugar, se posiciona Carlos Castagneto (6 por ciento), en tanto que la quinta posición la comparten Oscar Vaudagna y Sergio Panella (4 por ciento).

Como contracara de esto, al momento de consultarse a qué candidato no votaría nunca el encuestado, el sondeo reflejó claramente el rechazo que genera en una considerable porción de la ciudadanía platense la imagen de Florencia Saintout, ya que la decana de la Facultad de Periodismo se impuso en este ranking de indeseables con un 80 por ciento.

A la hora de analizar este sondeo, desde la mencionada consultora observaron que la ciudad de La Plata se enmarca en lo que la comunicación política caracteriza como “ciudades de baja visibilidad”, que es donde la dirigencia local, a excepción de un puñado de dirigentes, tienen bajo nivel de conocimiento.

Esto queda claramente expresado en la encuesta de imagen y conocimiento de los dirigentes locales, en donde la mayoría son desconocidos, siendo sólo el intendente Pablo Bruera ampliamente conocido, con una imagen positiva de 16 por ciento, 38 regular y 42 de imagen negativa, reproduciendo similares porcentajes que cuando es evaluado por su gestión.

Es de hacer notar que han aparecido en la escena política figuras de otras ámbitos, especialmente empresarios (Dacal y Moretto) y universitarios (Tauber), que mantienen niveles de conocimiento e imagen similares al resto de los encuestados, sin tener al momento actividad política reconocida.

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