Elisa Carrió apeló a sus antiguas mañas parlamentarias y se apoyó en el kirchnerismo para cercar a la canciller Susana Malcorra, por su aún inentendible acuerdo con Inglaterra por las Islas Malvinas.

Carrió convocó para mañana a la comisión de Relaciones Exteriores tras exigir a la canciller explicaciones, un reclamo que compartió con los radicales.

Pero no creyó necesario esperar los tiempos radicales: emitió un comunicado para cuestionar a la canciller y llamó a la Comisión a las apuradas para ete miércoles, aun cuando Malcorra permanece en New York.

No le alcanzó que, en medio de la cumbre de la ONU,avisara que en su retorno iría al Congreso.

“Yo no tengo ganas de ir a que la destrocen. Esto no tiene sentido”, se embroncó Ricardo Alfonsín, uno de los radicales críticos del acuerdo con Inglaterra, pero desinteresado de quedar pegado a los kirchneirstas.

Por la tarde, algunos diputados radicales especulaban con pegar el faltazo en la comisión, pero no terminaban de animarse a tanto. 

La voz K contra la canciller la lleva el vicepresidente de la comisión de Relaciones Exteriores, Guillermo Carmona, quien despotricó contra Malcorra y presentó un proyecto de Resolución exhortando a suspender su candidatura como secretaria general de la ONU.

Desafiante, Carrió lo incluyó en el temario junto a otros proyectos de diputados del FpV. Ninguno de la UCR.