La Leptospirosis es una enfermedad producida por una bacteria, que afecta tanto a los animales, como al hombre por ello es considerada una zoonosis.

Afecta a muchas especies de animales, entre las que se encuentran: perros, cerdos, vacas y roedores, los cuales la eliminan por la orina, contaminando de esta manera el medio ambiente y fuentes de agua.

La vía de entrada en nuestro organismo es por lesiones, aunque sean microscópicas, en la piel, nariz, boca y conjuntiva ocular, y la principal forma de contagio es por contacto con aguas, suelos o comidas contaminadas con orina de animales enfermos o infectados.

En los animales se caracteriza por producir fiebre, daño hepato-renal hemorragias y abortos en las hembras.

Mientras que, en el ser humano ocasiona síntomas semejantes a un estado gripal en su comienzo, continuando con trastornos hepato renales con ictericia llegando a provocar fallo renal y neumonía hemorrágica atípica que pueden provocar la muerte.

Al no existir una vacuna aprobada para el ser humano, son las medidas de protección y prevención la garantía de no contraer esta enfermedad.

En caso de dudas concurrir al médico veterinario para el control de nuestras mascotas y vacunación preventiva (que existe para caninos) y en el caso de las personas concurrir a su médico de cabecera.

Medidas preventivas para la leptospirosis:

-Mantener la higiene personal

-Circular con calzado por jardines o parques en los que conviven mascotas

-Evitar el contacto directo con animales callejeros

-Vacunar nuestras mascotas contra leptospirosis.

-Transitar con botas, en caso de zonas inundadas.

-Evitar que tanto personas como animales se sumerjan en aguas libres sin control sanitario (zanjones, riachos, arroyos, cavas, lagos o fuentes de plazas)

-Mantener el saneamiento del medio ambiente

-Mantener el control de plagas (roedores).

Cualquier duda, consulte en el Departamento de Zoonosis, a los teléfonos 465 2510/2518 o 465 5553.