Brexit en marcha: May da los primeros pasos para activar la salida de la UE

Gran Bretaña renunció a asumir la presidencia rotativa del bloque, que le tocaba el año próximo; en su primera gira oficial, se reunió con Merkel y acordaron darle tiempo al proceso

Gran Bretaña dio ayer el primer paso concreto para salir de laUnión Europea (UE), al renunciar a asumir la presidencia rotativa del bloque, que le correspondía en el segundo semestre de 2017. No obstante, en su primer desplazamiento como primera ministra del Reino Unido, Theresa May, y la canciller alemana, Angela Merkel , acordaron poco después en Berlín que la solicitud formal en ese sentido no se producirá "antes de fin año".

La visita de May a Alemania -la primera que realiza desde que asumió la jefatura del gobierno británico hace una semana- resultó fructífera, teniendo en cuenta las difíciles negociaciones que le esperan en los próximos meses: contrariamente a otros miembros de la Unión, Merkel se mostró comprensiva en cuanto al calendario.

"A todos nos interesa que Gran Bretaña solicite su salida cuando tenga una posición bien definida sobre lo que deberemos negociar", dijo la canciller después de la reunión que mantuvieron ambas en Berlín.

"Una buena preparación es importante. De modo que nosotros también esperaremos el momento" en que Londres decida formular su solicitud, conforme al resultado del referéndum del 23 de junio en el cual los británicos decidieron dejar la UE, agregó Merkel.

Theresa May, por su parte, precisó que ese procedimiento -que requiere la activación oficial del artículo 50 del Tratado de Lisboa- "no se hará antes de fin de año".

Según el tratado institucional europeo, Londres es quien decide ese momento. Una vez presentada la solicitud, las negociaciones deben concluir en un lapso de dos años, lo que significa que Gran Bretaña podría dejar el bloque en 2019.

Para lograr esa salida en las mejores condiciones económicas para su país, May creó un ministerio a cargo del Brexit y acaba de contratar un equipo de abogados para asesorar al gobierno. Concluir esas futuras negociaciones de la mejor manera será, sin duda, el trabajo más arduo que le espera a la nueva primera ministra conservadora.

Ayer en Berlín, una corriente de simpatía parece haberse establecido entre las dos mujeres más poderosas de Europa, asiduamente comparadas por los medios de comunicación debido a la similitud de sus orígenes y sus carreras.

May y Merkel pertenecen a la misma generación, ambas son hijas de pastor protestante, pragmáticas y defensoras de una línea conservadora moderada.

"Están viendo a dos mujeres que tuvieron una conversación muy constructiva, que cumplen con su trabajo y quieren obtener los mejores resultados posibles tanto para Gran Bretaña como para Alemania", dijo May durante la conferencia de prensa conjunta.

La canciller alemana subrayó, a su vez, que ambos países mantienen una relación "estrecha y amistosa" y trabajan "sobre la base de convicciones similares". Agregó que esa proximidad "impregnará las negociaciones sobre la salida de Gran Bretaña de la UE".

Merkel aludía así al hecho de que tanto Alemania como Gran Bretaña siempre defendieron los principios de libre comercio dentro de la UE, frente a Estados más proteccionistas en ese terreno, como Francia.

Desde que May asumió, los medios de prensa alemanes subrayan que, teniendo en cuenta la importancia de sus exportaciones a Gran Bretaña (el 8% de su producción), Alemania tiene un interés particular en conseguir que ese país conserve lazos lo más estrechos posible con la UE. En particular el acceso al mercado único de bienes y servicios.

Pero las discusiones sobre ese punto no serán fáciles. Para Alemania, así como para el resto de los grandes miembros del bloque, el mercado único implica la libre circulación de todos los ciudadanos de la UE dentro de la zona, mientras que ayer mismo, en su primera sesión de preguntas en el Parlamento de Westminster, May reafirmó ante los diputados su intención de restringir el ingreso de inmigrantes, "tal como lo solicitaron los electores en el referéndum".

En un primer gesto simbólico de lo que será el futuro, Gran Bretaña comenzó ayer a tomar distancias con la Unión a la cual perteneció durante 43 años, renunciando a asumir la presidencia rotativa del Consejo en el segundo semestre de 2017. Estonia ocupará su lugar con seis meses de adelanto.

Hoy la primera ministra británica visitará París, donde debe reunirse con el presidente François Hollande. Contrariamente a la canciller alemana, el mandatario francés, que teme un contagio del Brexit en su país, insiste en la necesidad de comenzar el proceso de salida lo antes posible "evitando hacer concesiones a Gran Bretaña, que puedan alentar a otros a imitarlo".

El consenso de una separación amistosa

Theresa May

Premier de Gran Bretaña

"El Brexit es el Brexit, y queremos convertirlo en un éxito para Gran Bretaña"

"Quiero dejar claro hoy aquí, y en toda Europa en las próximas semanas, que no nos vamos a alejar de nuestros amigos europeos"

"Gran Bretaña respetará sus derechos y obligaciones en la UE mientras sea miembro"

Angela Merkel

Canciller de Alemania

"A todos nos interesa que Gran Bretaña solicite su salida cuando tenga una posición bien definida sobre lo que debemos negociar"

"Creo que es absolutamente comprensible que necesite algo de tiempo para eso"

"Cuento con que la salida sea en una atmósfera amistosa y sobre convicciones comunes"

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