El intendente de 25 de Mayo, David Bravo, zafó gracias al vernismo, que le tendió una mano en el Concejo Deliberante y evitó la conformación de una comisión investigadora.

Ese cuerpo, según la idea de la iniciativa opositora, iba a realizarle una suerte de "juicio político" al jefe comunal.

La votación en el cuerpo legislativo terminó 5 a 3, pero para motorizar la investigación eran necesarias 6 manos levantadas.

Hubo manifestantes que se presentaron en el edificio del Concejo para respaldar a Bravo.

Los ediles que beneficiaron al intendente veinticinqueño fueron Liliana Retamales, que responde al jefe comunal, y los vernistas Mercedes Pineda y Alejandro Bustos.

En cambio, votaron a favor de la investigación el peronista Ricardo Poyo, Nicanor Romero (ahora del PRO) y los 3 representantes que tiene Pueblo Nuevo.

El proyecto se había presentado en octubre, con la idea de analizar el comportamiento político de Bravo en vinculación con la habilitación de un cabaré que funcionaba como prostíbulo: ese hecho le costó a Bravo la condena por abuso de autoridad.