Borrego, las internas del gobierno y el gabinete que renovará y necesita achicar

"Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas".

La Mañana anticipó apenas ganadas las elecciones legislativas en la Séptima por la Colación Cívica, y obtenida la banca por Mariano Grau, que la transición no sería calma y que muchos evaluaban oportuno que el Intendente anticipara su ida con una larga licencia, pues renunciar implicaba llamar a comicios en forma anticipada.

La única posibilidad que la marea no hiciera sufrir zozobras al barco municipal era que el capitán dispusiera órdenes y todos, desde colaboradores a marineros, las acataran.

Si hubo directivas no fueron completamente respetadas y gran parte de quienes ostentan las denominadas segundas y terceras líneas, colisionaron en su trabajo. El resultado es una administración económicamente en crisis, obviamente empujada a ese temporal por la situación general del país y en particular de la fundida provincia, situación agravada por un internismo que se ha potenciado a semejante límite que, en palabras de propios funcionarios, hay dos grupos bien definidos: los que apoyan a Victoria Borrego, Secretaria General y de Economía que sucederá a Grau, y los que están enemistados con ella. Y no sólo en el Ejecutivo, sino en el Deliberativo, donde también están haciéndose visibles las posturas.

Hay, por supuesto, quienes aún ocupando secretarías o direcciones tienen buena relación con Grau y Borrego. Son, justamente, los que han mostrado perfil bajo y se muestran ajenos a las cuestiones políticas partidarias: Rubén Minnino (Secretario de Obras Públicas), Silvia Galarza (Secretaria de Salud), Silvina Lavítola (Secretaria de Desarrollo Social), Luis Franco (Director de Salud Pública, Veterinaria y Bromatología), Hernán López Ledesma (Director de Recaudación), Néstor Carrizo (Director de Deportes), entre otros. Sin embargo, para los opositores a Borrego, los citados son los considerados fieles a ella.

A tal punto llega la batalla intestina que estarían realizándose -hasya han sido difundidas por medios radiales- en propiedades privadas de una decena de personas, entre funcionarios y ediles, en las cuales evalúan el obrar de estos dos meses y, principalmente, sus posturas durante 2010, ya pensando en 2011. Serán las apetencias personales o grupales y la decisión que adopte a mediano plazo Grau, las que pueden generar contratiempos a la próxima gestión municipal. Desde el retorno de la democracia, "25 de Mayo, nunca tuvo un legislador y un intendente trabajando unidos, será ésta la primera vez", enfatizó el electo senador en campaña. ¿Se cristalizará en la práctica esa teoría? No son pocos quienes advierten que, cuando Borrego tome determinaciones en las que Grau -aunque afirmó que apoyará y le dará libertad- no esté de acuerdo, la relación desmejorará.

En tanto, están aquellos que aún siendo incondicionales a Grau, como el secretario de Servicios Públicos, Miguel Angel Pedrotti, o el director del Hospital Fabián Galeano, reconocen la figura de Borrego y están dispuestos a acompañarla. El grupo de "enemigos públicos" de la jefa de gabinete, por no coincidir en pensamientos, en decisiones o en métodos de trabajo, está reduciéndose por estos días –obviando algunos concejales- a Carlos Fumarco, de Planeamiento; Mario Deltín, de Cultura, y Martín Torre, de Gobierno y Promoción Económica. Los tres fueron nombres que Borrego sentenció a Grau que no tendría en su gabinete.

No fue ni será necesario que la futura intendente se los diga públicamente: los dos primeros serán asesores del electo senador veinticinqueño y el tercero se dedicaría a su profesión. Entre ellos y Borrego, la tensión aumenta con los días. Estos dos meses mostrarán a Fumarco realizando sus últimas gestiones y a Deltín con los programas en marcha, contando los días para emigrar; y a Torre trabajando para cerrar de la mejor forma una carrera en el Ejecutivo que tuvo puntos altos como titular de Bromatología, área a la que excedió con su capacidad de gestionar proyectos y que, en mucho por las exigencias de la unificación de Gobierno y Promoción Económica, falló últimamente en algunas iniciativas; dos ejemplos, la planta de biodiesel (pasó a Servicios Públicos y no cumplió su objetivo) y "Crecer 25", que con el paso de los meses no muestra resultados y testimonia que lejos estuvo de suplir al CRUV.

A ese trío de inminentes ex funcionarios, se suma el delegado de Pedernales, Gabriel Quatrini, que mantiene buena relación personal con Borrego pero no comulgan en sus ideas de la administración. El quinto podría ser Pedrotti, un caso singular. Es que la Secretaria General y de Economía lo aprecia, pero sabe que manteniéndose en el staff municipal comenzará sin ceder a una opinión que le vierten muchos vecinos.

Obvio, nada permite inferir que no habrá más cambios, de áreas y de nombres, en el gabinete. La Mañana supo que Borrego habría evaluado mermar los sueldos de los funcionarios, movida que puede costarle la renuncia de algunos, pues en el caso de profesionales de dilatada trayectoria y a cargo de responsabilidades muy importantes, su labor -y la exposición del título- merece un pago acorde al que obtendrían en el terreno privado. Sin duda, un tema que seguirá analizando.

Una cuestión que podría estudiarse es la modificación del organigrama municipal. Siete secretarías es demasiado y, fundamentalmente, hay algunas sin razón de ser.

La Mañana se anima a plantear algunas ideas: Con los titulares que designe -no tienen porqué ser los mismos-, Gobierno solo, Desarrollo Social con sus direcciones de Deportes y Cultura (también pueden unirse) y adosándosele Salud Pública, Veterinaria y Bromatología, como siempre fue hasta el último cambio de organigrama.

Obras Públicas podría fusionarse con Servicios Públicos, la de Economía desaparecería pues Borrego llevaría las cuentas y se arreglaría con la colaboración de la Dirección de Recaudación y la Tesorería. Planeamiento debe de-saparecer o, en el mejor de los casos, formar una Dirección de Planeamiento y Promoción Económica, que podría depender de Gobierno. Otra Secretaría a extinguirse sería Salud, que en mucho colisiona con la Dirección Médica del Ente Descentralizado Hospital Unzué.

A las citadas áreas se suman la Dirección Administrativa del Unzué, la de Vialidad, Servicios Urbanos, Catastro y Servicios Sanitarios. De ser necesaria la creación de cargos para problemáticas puntuales, podrían gestarse como coordinaciones.

El 10 de diciembre, un día antes del cambio de mando, todos los funcionarios deberán presentar su renuncia. Apenas jure, Borrego tendrá que anunciar quiénes le acompañarán en su gobierno y para eso, debe ir eligiendo en dos meses en los cuales será intendente interina y nuevamente Secretaria, en medio de complicaciones económicas -los sueldos de los empleados y los proveedores, tema significativo- y con nula relación con algunos "compañeros". Desafío difícil que mostrará, aún antes de asumir, si tiene la capacidad, la tenacidad y la firmeza que requiere el máximo cargo municipal. Sabe que la oposición e incluso la ciudadanía le dará apoyo a los primeros pasos que de, pero también que, como funcionaria que ha venido acompañando a la gestión Grau hace años, el tiempo de benevolencia será más breve que si la gestión arrancara de cero.

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