En El Bordo nada cambió y Mazzone se siente en su casa

En El Bordo nada cambió y Mazzone se siente en su casa

El candidato Valdiviezo denunció que Assennato mandó a tapar sus carteles para apoyar al protagonista del escándalo y lo llamó "patrón de estancia".

La intervención de Matías Assennato en El Bordo sigue dando señales de que poco y nada ha cambiado. Mientras Juan Rosario Mazzone ya inició su campaña para volver a ser intendente, uno de los precandidatos por el Frente Romero + Olmedo, Fausto "Dito" Valdiviezo, denunció al joven abogado urtubeicista de haber enviado a empleados municipales a borrar sus pintadas políticas. "Actúa como patrón de estancia", aseguró Valdiviezo. "Mientras que el gobierno provincial gasta una millonada en poner gigantografías carísimas, Assennato mandó a borrar humildes carteles pintados en paredes privadas con autorización de los dueños", agregó e ironizó: "¿Cuánto costó y quién pagó el cartel que puso su jefe Matías Posadas en Limache?". 

Valdiviezo agregó que "Assennato se tomó atribuciones que no le corresponden, y lo hizo porque querer quedar bien con Mazzone". Según una de las páginas financiadas con fondos oficiales que desde el primer momento defendió a Mazzone, Assennatto habría reconocido que se trataba de una decisión política contra Valdiviezo. Este advirtió que pedirá una audiencia con Assennato y aseguró que "el interventor se cree superpoderoso, pero sería bueno que recapacite porque lo trajeron para otra cosa".

Por algún motivo desconocido, Juan Manuel Urtubey trata de sostener a los intendentes hasta que el escándalo nacional se vuelve insostenible.

Carlos Villalba acumulaba un enorme paquete de denuncias por irregularidades graves en Salvador Mazza y recién lo intervinieron cuando fue detenido en un operativo contra la trata de personas, en un prostíbulo. Pocos meses después, con el apoyo del oficialismo, Villalba intentó un regreso que fue frustrado en las urnas.

A Mazzone lo intervinieron luego de uno de los bochornos más grandes de la historia de Salta, pero también intervinieron el Concejo Deliberante, lo que impidió que avanzara un juicio político. Mazzone no cree que jugar al "tiburón" en ropa interior con menores de edad sea una conducta impropia para un intendente. Sostiene que "todo se reduce a un puterío entre el Concejo Deliberante y el intendente". 

No es el único que tiende a minimizar el escándalo. Tardíamente, la ministra de Derechos Humanos Marianela Cansino acompañó a la secretaria contra la Violencia de Género y Adicciones del interventor, Carla Zapata. Junto al secretario Martín García Cainzo se dedicaron a hablar de lo que quieren hacer en la provincia sin que se escuchara una sola crítica a Mazzone. Tampoco lo hizo el jefe político de Carla Zapata en Libres del Sur -y aliado de Mazzone en el Frente para la Victoria-, Carlos Morello. La coordinadora de MUMALA, Laura Postiglione, generalizó la conducta del intendente y la interpretó como fenómeno social. "En El Bordo hay situaciones de violencia todavía naturalizadas, por lo que hay que hacer una gran difusión de la ley de derechos de la mujer".

Preparando el regreso 

Mazzone acumula varias acusaciones de irregularidades pero, además, fue responsable de la "patoteada" que sufrieron los concejales por parte de sus seguidores cuando analizaban la crisis del municipio. El interventor Assennato, que inmortalizó su llegada a El Bordo con un abrazo con el protagonista de la escandalosa fiesta, afirmó que "Mazzone puede volver a ser intendente". "Está habilitado. Si está bien o mal, no sé. Eso es una valoración de la cual podemos hablar".

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