La ola refiere a las derrotas del PJ, peronismo o FPV, depende de cómo quiera enfocarse el análisis en 1983, 1999 y 2015; pasaron entre cada una 16 años, la novedad es que no fue un candidato radical el que logró la presidencia como Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa, ahora fue Mauricio Macri, el prospecto más puro de Barrio Parque, donde sólo viven los que calzan fortunas millonarias, y no hablamos de moneda local con o sin “sinceramiento”. 

En ese marco Entre Ríos “se escapó” de la derrota que fue impiadosa para Buenos Aires y Mendoza por ejemplo, allí hay material para el análisis que queda para otro abordaje; la inquietud por ahora es repasar las primeras jugadas de Bordet como volante de contención, rol que no parece importante en principio pero que encierra las claves de la definición futura del oficialismo entrerriano nada menos: ¿puede Bordet ocupar el lugar que no tuvieron Urribarri y Busti en la unificación del PJ?. Pídanme la pregunta, trabajemos la respuesta en todo caso. 

Marcando la cancha. Las sucesivas reuniones del novel Gobernador empezaron a dejar tela para cortar; de las entrevistas con gremios docentes y estatales salió la primera definición: “El trabajador nunca será una variable de ajuste”, aseguró Bordet. Fue tras el paso de los gremios de la administración pública ATE y UPCN que salieron de la reunión con la convicción de que habrá diálogo permanente con el Gobernador sentado en la mesa y que las paritarias se convocarán en febrero, un elemento que con el correr de los días tomará más fuerza a partir de las decisiones económicas de Mauricio Macri, destinadas a favorecer fundamentalmente el comercio exterior con su correlato a los precios de la economía familiar y el deterioro de los sectores de ingresos fijos tal cual lo indican todos los manuales de ajuste ortodoxo. 

Otra de las instantáneas provino de la juntada con los intendentes del corredor del río Uruguay; allí se mezcló el aspecto turístico (jaqueado en parte por el Fenómeno del Niño), el de seguridad y la necesidad de establecer un marco de articulación con los profundos cambios del mapa político entrerriano. El operativo Verano Seguro es uno de los emergentes, como la creación de una coordinación turística de la Región Centro de la provincia a lo que habría que agregar una campaña para “resignificar” algunos productos como el Carnaval del País, que no logran salir de un estado de abulia y necesitan nuevos disparadores para atraer público. 

Pisando el área. El derrotero futbolero del nuevo mandatario entrerriano sumó a la presidenta del Superior Tribunal, Claudia Mizawak, de quien provino la expresión más clara del intento de este cronista de ubicar en el campo de juego a Gustavo Bordet: “Bordet se comprometió a cruzar al edifico de Tribunales para acompañarnos en el primer acuerdo del 2016 y así tener la oportunidad, todos los miembros del STJ, de intercambiar opiniones con el gobernador y sus colaboradores” dijo la titular del alto cuerpo. Queda para la libre interpretación del lector la interpretación de “cruzar...”, como así también para buscar en el archivo periodístico hace cuanto un Gobernador no pisa el área de calle Laprida. 

En ese diseño de “cooperación y articulación” quedaron para el registro las visitas al sector citrícola y arandanero, receptores de la política económica de Cambiemos al eliminar retenciones y devaluar el tipo de cambio, lo que establece un marco de encuentro con menos tensión en los temas de bolsillo pero con una agenda amplia en la “descentralización territorial” que propone Bordet para atender específicamente cada sector productivo. 

También hay que anotar la visita del último viernes al Grupo Motta que anunció la apertura de una nueva planta procesadora de alimento para animales. A eso habría que sumar otros encuentros con el sector empresario y la iglesia, propuestos para los próximos días según una agenda que “evoluciona por hora” según comentan cerca del mandatario. 

Jugando a la política. El cuadro de las elecciones del 25 de octubre ya había dejado marcas en lo que representaba la hegemonía del FPV; las derrotas locales y departamentales (la más dolorosa e intensa en la ciudad de Paraná), se agravaron en la segunda vuelta electoral de noviembre con un resultado preocupante donde sólo Concordia y algunos distritos pequeños pudieron mostrar una victoria. De allí quizá surge la adaptación “natural” a las convocatorias del gobierno de Cambiemos, no sólo a la reunión de gobernadores en la Quinta de Olivos, sino también a otra inminente con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, de quien dependen algunas respuestas constantes y sonantes imprescindibles para garantizar el “Verano Seguro II”, el económico. 

Lo que se comenta sin embargo es que a pesar de las sonrisas y el protocolo, al ministro macrista se le escaparon algunos reproches por la incorporación de algún sector al nuevo gobierno (el ministro Fuertes), lo que tiene una doble lectura: si Frigerio, a pesar de haber bajado la fórmula que unía a Atilio Benedetti con el ex Intendente de Villaguay, lo consideraba un jugador a incorporar o si la movida de Bordet apunta al emergente propiamente dicho, sino al Senador departamental de Villaguay que le garantiza la mayoría en la Cámara Alta. 

Organizar la barrera y buscar arquero. La precariedad del sistema político oficialista, conmovido como se dijo por fuertes derrotas en numerosos municipios, abre la oportunidad para que los centros que no tenían destino se conviertan en tiros al arco; el primero vino de la Unión Cívica Radical que con picardía “dividió” la cancha oficialista. Críticas a granel para Urribarri y su herencia, esperanza y diálogo para Bordet. 

Con oficio de arquero José Cáceres salió a contestar que (los radicales) “están pensando más en inventar internas en el peronismo y culpar a los demás de cualquier cosa que en ejercer con responsabilidad los lugares institucionales que el pueblo les ha dado..., Gustavo y el Pato forman parte de un mismo proyecto político, expresan al peronismo y al campo nacional y popular en la provincia”. Resta saber si la vertiente más potente de Cambiemos (el PRO), mediante Rogelio Frigerio o Alfredo De Ángeli, elige esa metodología o va en busca de la conquista de más territorios. Partido abierto.