Intendentes del interior conformaron una agrupación
Medio centenar de intendentes y dirigentes peronistas del interior de la provincia de Buenos Aires se reunieron ayer en la ciudad de Cañuelas donde analizaron la situación económica y social por la que atraviesan los municipios, tras lo cual emitieron un documento y acordaron solicitar una audiencia con la gobernadora María Eugenia Vidal a los fines de discutir las problemáticas que los vienen aquejando.
Este nuevo conglomerado de jefes comunales bonaerenses, el que se suma a los acaudillados por Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Gabriel Katopodis (San Martín) en el Grupo Esmeralda y a los liderados por Véronica Magario (La Matanza) y Gustavo Menéndez (Merlo) en el Grupo Fénix, son un nuevo emergente a la crisis por la que atraviesa el Partido Justicialista de la provincia tras la derrota de 2015.
La intendenta de Cañuelas Marisa Fassi, fue la anfitriona del cónclave al que asistieron entre otros sus pares Ricardo Casi (Colón), Oscar Ostoich (Capitán Sarmiento), Julio Marini (Benito Juárez) y Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez), quienes junto al ex ministro Julián Domínguez y al legislador porteño Gustavo Vera, entre otros, se comprometieron a la creación de un frente que apunte a terminar con las divisiones dentro del peronismo.
Con Marisa Fassi de anfitriona presentaron
ayer el Encuentro de Cañuelas
En un documento de tres páginas denominado “Encuentro de Cañuelas” y subtitulado con una frase del Papa Francisco que reza “La realidad es superior a la ideología”, los intendentes pasaron revista a las medidas económicas implementadas por el gobierno tal el caso de la devaluación que “generó un proceso inflacionario que depreció el salario, y quitó posibilidades de ahorro a los trabajadores, que perdieron su capacidad de consumo afectando su calidad de vida”.
Advirtieron que el nuevo tipo de cambio “impactó negativamente en las exportaciones deprimiendo las economías regionales”, dieron cuenta de los “despidos del sector público” y de la “fuerte recesión” que generó “despidos en el sector privado”, al tiempo que subrayaron que todos los sectores de la economía se vieron “afectados por este circulo vicioso” , todo lo cual “impactó en la recaudación de tributos municipales, con una caída real que oscila entre el 10% y el 20% de acuerdo a las zonas, tipo de tributos y segmento social”.
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