Tres meses es mucho tiempo y apenas una bocanada de aire en el firmamento político; sin embargo, ese es el margen con el que cuenta el peronismo bonaerense para definir sus candidaturas.

Su principal espada y quien mejor mide en ese distrito -escenario donde en octubre próximo se dirimirá la principal batalla por los cargos legislativos-, es la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien sigue sin dar señales definitivas.

Con el acto de lanzamiento de la Convocatoria Federal Kirchnerista suspendido en diciembre y congelado en marzo, los sectores alineados con la ex jefa de Estado y el propio peronismo, siguen a la espera, mientras Cristina debe seguir surfeando las embestidas judiciales y las operetas políticas en su contra.

El folclore peronista marca que los nombres que encabezaran las listas recién se conocerán el 24 de junio, día en que vencen los plazos para presentar las nominas.

Estas son horas de negociaciones, de medir encuestas, de pensar propuestas, buscar apoyaturas y recursos, pero no de ponerse el traje de candidato.

No fue ese el caso del ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo, quien luego de un año de ostracismo autoimpuesto, en una jugada peligrosa que despertó enojos y antipatÍas partidarias, días atrás se mostró junto a trabajadores en un viaje de prueba de una formación ferroviaria en la estación de City Bell, lo que configuró el paso previo al anuncio de su candidatura a la Cámara alta.

“Sospechamos que Florencio busca ponerse como jugador dentro de la mesa de negociación al momento del armado final”, dice al ser consultado, el vocero de un intendente peronista del norte de la provincia, quien cree que el ex funcionario “debió leer que su anuncio no despertó mucho entusiasmo”.

Esas razones habría que rastrearlas en los números que vienen arrojando las últimas encuestas, las que incluso la dan a Verónica Magario duplicando la intención de votos sobre el oriundo de Chivilcoy.

“Randazzo debió leer que su candidatura

no despertó mucho entusiasmo”

Fue el propio peronismo de la provincia quien ante la alternativa de que Cristina no compita, decidió salir a medir a la intendenta de La Matanza.

El globo de ensayo deparó sorpresas, la encuesta difundida días atrás por la consultora Analogías dio cuenta que en caso de que la candidata al senado fuera Magario, estaría superando con un 23,1% en la intención de votos a Randazzo, quien solo cosecharía el 11,7% de los guarismos.

“Magario es una dirigente nueva, tiene un perfil novedoso, es inteligente y además, esta va a ser una elección con muchas mujeres: Entre otras competirán Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y la gobernadora María Eugenia Vidal, como árbitro” sugiere otro dirigente, quien sin embargo sospecha que “pese a todo esto, no va a competir”.

“La movida de barajar su candidatura me parece más una estrategia vinculada a sus aspiraciones a la gobernación para el período que viene, que a pelear por un cargo legislativo”, dice concluyente.

Desde La Matanza afirman que la jefa distrital “está abocada a gestionar y no pensando en una candidatura”.

Otro con aspiraciones legislativas es el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien complicado por sus problemas con la justicia, en los últimos días se ha llamado a silencio.

A estos nombres hay que sumar los de Julián Dominguez y el de Fernando Espinoza, a quien muchos ven como “un buen candidato y el artífice de la unidad del peronismo en el territorio bonaerense”.