Bonadio hace bis en la causa Nisman

Bonadio hace bis en la causa Nisman

El viernes, el juez Rafecas volvió a desestimar la reapertura de la causa por supuesta traición a la patria. Bonadio es el Plan B, con apoyo de la DAIA, el PRO, el ministro Bergman y un par de abogados de derecha.

 

El juez Daniel Rafecas seguramente le enviará mañana a Claudio Bonadio por segunda vez el expediente por la denuncia que en su momento hizo el fiscal Alberto Nisman. Rafecas desestimó la reapertura de la causa el viernes y la DAIA –en alianza con el PRO a través de dirigentes vinculados con el ministro Sergio Bergman– anticipó que apelará. Mientras tanto se le dió más impulso al Plan B, a través de Bonadio, en una acusación insólita por traición a la patria contra la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman.

Rafecas ya le había enviado a Bonadio el expediente Nisman a fines del año pasado y Bonadio lo devolvió a principios de 2016, sin producir ningún movimiento. Un antecedente curioso es que Bonadio fue eyectado en 2005 de la causa por encubrimiento en la investigación del ataque a la AMIA por haber sido asesor y luego funcionario dependiente de Carlos Corach, integrante del sospechado gobierno de Carlos Menem al que se le imputó desviar la investigación del atentado. También Bonadio fue apartado en esa ocasión por no haber dado ningún paso en esa pesquisa.

Ahora, tal vez, el magistrado pretenda ingresar por la puerta trasera, con ayuda de dos abogados de derecha, uno de ellos vinculado al PRO, y dos familiares de las víctimas del atentado, cercanos a la AMIA y la DAIA y por esa vía también al PRO. Raúl Eugenio Zaffaroni, ex ministro de la Corte Suprema, sostuvo el viernes que esa causa “es el mayor escándalo de la historia judicial argentina desde 1853”.

Rechazo

En un fallo medular y explicativo, Rafecas rechazó el viernes la posibilidad de reabrir la denuncia de Nisman. La DAIA había argumentado dos hechos nuevos:

- Que Timerman, en un diálogo con el ex titular de la AMIA Guillermo Borger sostuvo que la bomba la puso Irán y que había que seguir negociando con ese país para que declaren sus ciudadanos sospechosos. Rafecas señaló que no se trata de ninguna novedad porque la culpabilidad de Irán era la postura oficial e la República Argentina. Pero, además, el propio Borger, cuando declaró, confirmó que en ese diálogo no había nada nuevo, sino que era lo mismo que sostenían tanto Timerman como él en forma pública. “En ese diálogo se dijo lo mismo que tanto Timerman como yo dijimos en público, salvo diferencias en cuanto a la terminología y forma de expresarse”, declaró Borger.

- La DAIA alegó también que después del archivo del expediente Nisman se confirmó la inconstitucionalidad del Memorandum debido a que el gobierno de Mauricio Macri desistió de las apelaciones. Rafecas respondió que eso tampoco era un hecho nuevo. Justamente, cuando se desestimó la denuncia de Nisman uno de los argumentos fue que el Memorandum nunca estuvo vigente, menos aún con la inconstitucionalidad que ya había decretado la Cámara Federal.

De todas maneras, Rafecas aprovechó el fallo para volver a enunciar, punto por punto, las razones por las que se desestimó la denuncia de Nisman por inexistencia de delito. El magistrado reiteró que nunca se puso en marcha el Memorandum, nunca hubo una Comisión de la Verdad y no se levantaron las órdenes de captura ni hubo gestiones para hacerlo. Rafecas agregó que en las escuchas entregadas por Nisman, y en las que hablaban los supuestos adherentes a Irán, no hicieron otra cosa que hablar mal de Timerman, calificarlo de judío de mierda y considerarlo un obstáculo, no un aliado.

La DAIA, a través de su secretario general Santiago Kaplún anunció ayer que apelará la decisión de Rafecas.

Política

La dirigencia judía apuesta al escarmiento contra CFK y Timerman por haberse salido de los moldes de la diplomacia republicana norteamericana y de la derecha israelí, aunque la voz cantante proviene del PRO y del ministro Bergman. Kaplún es un hombre que dentro de la DAIA es considerado una especie de subordinado de Bergman. Desde el punto de vista laboral, Kaplún es el director jurídico de la ACUMAR, la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, que es autónoma pero tiene una estrechísima vinculación con el Ministerio de Medio Ambiente que encabeza Bergman y que, según consignó el diario La Nación, eligió a todos los directivos. En una postura levemente distinta está el presidente de la DAIA Ariel Cohen Sabban, alineado con el sector religioso que encabeza el rabino Samuel Levin, y que considera que el otro sector juega demasiado a la exposición política, del lado del PRO y contra CFK.

Un dato llamativo es que en abril hubo un robo en la casa del rabino Levin. Un individuo entró en la vivienda con un cuchillo, se enfrentó a la esposa del religioso y se fue sin llevarse nada. Lo impactante es que Levin acusó al ministro y rabino Bergman por el ataque y la cuestión llegó a una denuncia de Bergman por calumnias e injurias que ahora está en la instancia de mediación.

Pese a estos choques, el sector ortodoxo no quiere aparecer oponiéndose al PRO, por lo que acompaña la movida, aunque la voz cantante de la ofensiva contra Cristina y Timerman lo tiene el team del macrismo.

Mirado desde el punto de vista judicial, si no hubiera un trasfondo político no habría razón para estas jugadas en Comodoro Py. El Memorandum ya no existe, no se prevé ningún acuerdo con Irán y por lo tanto no hay nada por frenar: es simple alineamiento político nacional e internacional. A la derecha norteamericana, por ejemplo, no le vendría nada mal que CFK fuera procesada o condenada por traición a la patria por suscribir un memorandum con Irán. Es que la administración demócrata de Barack Obama, liderando a China, Rusia, el Reino Unido, Alemania y Francia, también firmó un acuerdo con Irán.

Puerta trasera

Dos abogados de derecha, Santiago Dupuy de Lome, vinculado al PRO, y un denunciador serial contra el gobierno anterior, José Magioncalda, iniciaron el expediente que tiene Bonadio. El fiscal Eduardo Taiano se sumó a la denuncia de ambos, imputando a la ex presidenta y al ex canciller por traición a la patria y encubrimiento. Por la denuncia de Magioncalda, también terminaron acusados por traición a la patria todos los diputados y senadores que votaron el Memorandum, un hecho que no registra antecedentes. En su fallo del viernes, Rafecas acota que, con ese razonamiento, deberían aparecer también como acusados el ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, que apadrinó el acuerdo con Irán, la propia Interpol que lo aplaudió, la experta de la Cancillería Susana Ruiz Cerruti que acompañó la presentación del acuerdo con Irán en el Congreso, y todos los jueces, fiscales y querellantes que intervinieron en la causa del Memorandum y nunca señalaron que firmarlo constituía un delito.

A cargo de la causa paralela puesta en marcha por los dos abogados, Bonadio le pidió el expediente Nisman a Rafecas hace ocho meses y se lo devolvió hace seis. No tomó medida alguna. Ahora nuevamente lo requirió y le llegará mañana. Uno de los hechos escandalosos es que si existen novedades respecto de la denuncia de Nisman, corresponde que Bonadio le envíe los elementos a Rafecas y no al revés.

En 2005, Bonadio fue apartado del caso AMIA, en concreto de la causa por el desvío de la investigación, a raíz de sus vínculos con los imputados. En el centro de la acusación estaba el gobierno menemista y el entonces ministro del Interior Carlos Corach. La Cámara Federal le señaló al juez que debió apartarse él mismo desde el principio, porque fue asesor de Corach de 1990 a 1992 y luego subsecretario de Asuntos Legales, también de Corach, entre 1992 y 1994. También la Cámara marcó el poco empeño que le puso Bonadio al caso: de 37 indagatorias había cumplimentado sólo diez.

Ahora Bonadio regresa al caso AMIA por la puerta de atrás que le abrieron los dos abogados de derecha y los dos familiares vinculados a AMIA y DAIA, pero principalmente relacionados al ministro Bergman.

Guerra

El ex ministro de la Corte Raúl Zaffaroni considera el expediente que se está armando “el mayor escándalo jurídico argentino desde 1853”. Zaffaroni señaló que “esta acusación es aún más grave que la lanzada contra Juan Domingo Perón en 1956, que era por otra cosa. La Constitución es muy clara: para que haya traición a la patria, tiene que haber una guerra y la Argentina no le declaró la guerra a Irán. De manera que acusar a alguien de traición a la patria es gravísimo”.

Bonadio ya puso en marcha la instrucción. Vuelve al caso AMIA después de haber sido eyectado hace once años. Es otro episodio de una guerra que sí existe, contra el gobierno anterior y en especial contra CFK. En el arranque ya muestra lo que es este expediente: un juez que entra por la puerta de atrás, más dos abogados de derecha, la mano en la oscuridad de la dirigencia de la DAIA alineada con el PRO y con los sectores más bélicos de Estados Unidos e Israel. Habrá que ver cómo termina.

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