Bomberos voluntarios, los que dan todo a cambio de nada

El cuerpo de bomberos de Maipú cumple 50 años y se preparan para festejar con toda la comunidad.

En tiempos en que imperan los intereses personales y se achica el territorio de la solidaridad, un puñado de mujeres y de hombres renueva todos los días, en silencio, el compromiso ante el peligro. No hablan  mucho pero están atentos ante la próxima emergencia que puede significar, nada menos, que salvar una vida.

“Valor y voluntad al servicio de la comunidad”, es el lema del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Maipú, formación que cumple 50 años el próximo 17 y es la segundo más antiguo de Mendoza después de los bomberos voluntarios de Palmira.

“Todos los días ponemos en riesgo nuestras vidas pero lo hacemos porque servimos a la gente”, afirma el subjefe, Carlos Coria, de 53 años de edad y 23 como voluntario. “Nos preparamos para todo. No hay tareas más difíciles que otras”, señala con seguridad. “Ser bombero es un sentimiento profundo que sólo otro bombero puede entender”, destaca el hombre que pudo salvarse hace unos años atrás cuando volcó el camión en el que iba urgente a apagar un incendio.

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