Boleto: Ríos busca transferir el costo político del aumento

Boleto: Ríos busca transferir el costo político del aumento

Consciente de la repercusión social y política de ceder a las presiones del empresariado, el Jefe comunal capitalino puso un techo a las aspiraciones del sector privado que -aún para algunos- parece alto. Aun así, la decisión parece mostrar un punto de inflexión en momentos en que el sector asalariado sufre las consecuencias del sinceramiento tarifario por la quita de subsidios y el aumento de precios que recién ahora comienza en escala descendente.

Cuando los empresarios del transporte público de pasajeros esperaban un incremento comparable a los otorgados en el orden nacional, el intendente, Fabián Ríos, decidió plantarse.En vez de los 10 pesos solicitados por la corporación del sector, envió al Concejo Deliberante una tarifa de 6,30 y advirtió que la responsabilidad de un incremento mayor debería recaer sobre el Gobierno nacional."El que maneja las variables que inciden en la tarifa del transporte de pasajeros es el Gobierno nacional, ya que interviene en las mejoras salariales de los trabajadores del sector, en el aumento de los combustibles y en el otorgamiento de los subsidios", remarcó el Jefe comunal en un sorpresivo distanciamiento de la relación históricamente fluida que los gobiernos comunales mantuvieron con los empresarios del servicio de colectivos.La ecuación que trazó Ríos no les cierra a las empresas del sector, o al menos eso advirtieron los voceros de las concesionarias, que rápidamente recurrieron a sus aliados de la UTA para presionar. Casualmente, en las últimas horas se produjo un repentino paro de la línea 110. Pero Ríos esta vez no cedió.A diferencia de la tendencia histórica de las Intendencias y sus romances con los dueños de los colectivos, se mantuvo en su posición con el argumento de que los usuarios capitalinos verían trastocadas sus economías hogareñas con la duplicación tarifaria que codiciaba el empresariado.Hay un motivo político en la decisión del Intendente. Para descubrirlo basta con tener en cuenta el cambio de Gobierno nacional, ya que la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada liberó al Jefe comunal de guardar el recato que antes debía cuidar para no transferir culpas a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.Esta vez, Ríos descargó su metralla verbal para achacar responsabilidades a la administración de Cambiemos, al señalar que la Municipalidad "hoy carece de herramientas para intervenir en la tarifa".En  un reciente encuentro con periodistas, el Intendente justicialista pronunció un alegato en contra del centralismo porteño al advertir que los resortes del aumento hay que buscarlos en el Gobierno central, el cual monopolizó "el manejo de las variables que determinan el boleto, como los salarios de los choferes, el combustible y los insumos".Ríos añadió a la lista "el congelamiento de los subsidios" al transporte, una fuente de financiamiento que antes ayudaba a solventar el déficit de las líneas con menos demanda o los servicios del rubro en provincias con economías empobrecidas, como la de Corrientes.A pesar de todas las razones que enumeró -muchas de ellas en coincidencia con los empresarios-, el Intendente no dio a torcer el brazo: "Nosotros dimos nuestra posición y entendemos que la sociedad correntina hoy no está en condiciones de afrontar una tarifa de 10 pesos. Veremos ahora lo que define el Simu (Sistema Integrado de Movilidad Urbana)".Uno de los paliativos que podría ofrecer el Jefe comunal es la restricción del boleto estudiantil gratuito Yo Voy, un sistema al que consideró como la puerta al abuso de un beneficio que "debería llegar al 17 por ciento del total del pasaje en horas pico, pero en Corrientes llega al 44 por ciento. Quiere decir que hay muchos que no son estudiantes y abusan de este mecanismo".Ríos propondrá instrumentos de contralor más efectivos para que las empresas concesionarias ganen liquidez a la vez que merma el mal uso de la Yo Voy, pero difícilmente esa alternativa resulte suficiente para saciar el apetito de rentabilidad de las firmas concesionarias.En tren de conclusiones, el Intendente busca transferir el costo político de un aumento superior a los 6,30 pesos recomendados a sus adversarios. A partir de su discurso se infiere que responsabilizará por la suba a la comisión ahora denominada Simu, a sectores del Concejo Deliberante o incluso al Gobierno nacional.Quizás la estrategia le sirva para esquivar la crítica de los vecinos, pero difícilmente pueda jugar estas cartas sin lesionar la relación con sectores empresarios que en todo momento hicieron valer una relación que ahora comienza a tener nuevos límites.

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