Boleto educativo, el fin de una emblemática lucha

Boleto educativo, el fin de una emblemática lucha

Desde el retorno a la vida democrática en 1983, decenas de proyectos habían sido presentados en torno a garantizar la gratuidad del boleto. Lo cierto es que este reclamo finalmente cobró impulso en 2013, a partir de una iniciativa gestada y promovida desde la UCR por el diputado provincial Gustavo Vignali.

“¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento?”. Seguramente es éste uno de los anuncios propagandísticos oficiales más recordados de aquella etapa dictatorial que irrumpió en nuestro país en 1976, y que colocó en el foco permanente de sus miradas a la juventud, en su imperiosa necesidad de controlar mediante la fuerza a quienes se consideraba potenciales subversivos.

“¡Tomala vos, dámela a mí: por el boleto estudiantil!”, fue el famoso cántico que abanderó el reclamo de aquel grupo de adolescentes platenses tras la suspensión del boleto educativo por parte de las fuerzas de inteligencia, en una artimaña político-militar para individualizar quiénes eran los estudiantes que encabezaban aquellas movilizaciones. 

Fue la noche del 16 de septiembre de 1976, la fatídica fecha en que los lápices dejaron de escribir y las voces se apagaron. Grupos de tareas del Ejército y de la policía bonaerense ingresaron por la fuerza en los hogares de diez estudiantes de la Escuela Normal N°3 de La Plata, llevándolos encapuchados y maniatados a centros clandestinos de detención donde serían cruelmente torturados durante los interrogatorios. Sólo cuatro de ellos lograron sobrevivir. El resto, al día de hoy, integra la lista de 30 mil desaparecidos.

Treinta y siete años después, treinta de ellos bajo los horizontes democráticos, una iniciativa -materializada en Proyecto de Ley- impulsada en septiembre de 2013 por el diputado provincial del Bloque UCR, Gustavo Vignali logró finalmente colocar en agenda parlamentaria la implementación del Boleto Educativo Gratuito en el territorio bonaerense. 

Luego surgieron nuevos proyectos tendientes a ampliar los derechos allí contemplados, hasta arribar -producto del diálogo, del debate y del consenso- a una ley aún más abarcativa.

“Estamos aportando una herramienta de vital importancia, en la búsqueda de una política educativa más democrática en nuestra provincia”, destacó Vignali, al tiempo que resaltó que se trata de una normativa “para facilitar el acceso a la educación y garantizar la igualdad de oportunidades, en pos de disminuir la brecha entre los que más y los que menos tienen, y -por consiguiente- entre los que más y los que menos aprenden, en concepto de capacidades, conocimientos, progreso y desarrollo”.

De esta manera, a solo dos años de que la Honorable Cámara recibiera el proyecto del legislador radical (quien hizo sobre su iniciativa un arduo seguimiento), las voces que fueron calladas en 1976 volvieron a ser oídas. El primero de julio de 2015 la gratuidad del boleto estudiantil se convirtió en ley, poniendo fin a una extensa lucha sostenida a lo largo del tiempo, desde el retorno a la vida democrática en 1983.

El Boleto Educativo Gratuito y Universal podrá ser utilizado en el sistema ferroviario, fluvial y de colectivos, en sus servicios urbanos, suburbanos e interurbanos. Es un régimen especial destinado a alumnos (de establecimientos educativos públicos y privados) pertenecientes al nivel inicial, primario, medio, terciario, superior universitario, incluidos los de formación profesional y bachilleratos populares. (www.RamalloCiudad.com.ar)

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