Más de 2.500.000 porteños están habilitados para votar este domingo en las elecciones donde se elegirán Jefe de Gobierno, legisladores porteños y comuneros. La gran novedad de la jornada es el debut de la Boleta Única Electrónica.

El sistema fue ideado para darle más trasparencia y celeridad a la votación. Sin embargo, como este domingo se implementa por primera vez, todas las fuerzas políticas creen que el escrutinio puede ser complejo.

Una de las primeras inquietudes que se escucharon en las mesas de votación estuvo relacionada con las personas con movilidad reducida. En muchos colegios, los electores deben subir escaleras para llegar a sus mesas. Esta vez, las autoridades de mesa no podrán bajar las boletas, como pasaba históricamente, pero sí podrán ayudar al votante acercando a la puerta del colegio la urna y la planilla que firman los votantes.

Ezio Emiliozzi, director de la dirección general electoral de la Ciudad, explicó que por una cuestión técnica es imposible bajar una computadora para facilitar el voto de las personas que no pueden subir escaleras. Sin embargo, aclaró que los electores pueden cumplir con su obligación en la máquina más cercana a la puerta del colegio, independientemente de si fue asignada o no a su mesa.

"Los electores no están obligados a usar una determinada computadora, pueden usar cualquiera. Esta rige para todos. Puede haber máquinas en donde se realicen 20 votos y otras en las que se realice 50.000. La máquina es una impresora que no registra datos; así que es indistinto", explicó en radio La Red.

El especialista recordó que en Salta, donde tienen más experiencia con un sistema similar, las autoridades de mesa suelen distribuir los votantes entre las computadoras para agilizar el proceso y evitar las colas largas.