Un bochorno: la térmica llegó a los 50 grados en la capital de la provincia

Un bochorno: la térmica llegó a los 50 grados en la capital de la provincia

A las 18, la lluvia se vivió como un bálsamo en la capital provincial, después de que la temperatura real superó los 36 gradosº.

La llegada de la lluvia a la ciudad de Santa Fe, a las 18 de ayer, generó un efecto balsámico para la mayoría de los habitantes de la capital provincial, que vivieron la jornada más bochornosa de lo que va de la temporada estival, con 50 grados de sensación térmica en horas del mediodía. Mucho más sofocante que la que vivió Rosario, donde la térmica trepó a los 41 grados y la gente también sufrió el "calorón".

Desde temprano los santafesinos pusieron sus expectativas en el alerta del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), aunque pronosticara riesgo de tormentas fuertes, con vientos o granizo, dado que ya a las 7, la temperatura trepaba a los 27 grados.

Una marca que preanunciaba desde esa hora que sería un auténtico día de verano a la santafesina: a las 13,15 la temperatura ya registraba 36,6 grados y la sensación térmica llegaba a la temida cifra redonda de los 50º.

El SMN dictó a primera hora un alerta naranja, la inmediata anterior a la roja, según informó su oficina del Aeropuerto de Sauce Viejo. Es decir, fue lo que los especialistas consideran una jornada peligrosa para la salud, fundamentalmente para niños y personas mayores, por lo que de inmediato las autoridades lanzan avisos y recuerdan las medidas preventivas para evitar el golpe de calor que en tales casos puede llegar a ser fatal.

A las 18, tras un oscurecimiento del cielo, con un viento riguroso en su fuerza que hizo bajar algunos grados y lluvia, el pronóstico dejó de ser tal para ser una realidad que al menos en lo inmediato los agobiados santafesinos celebraron con sonrisas.

Nivel naranja. El sistema de alerta de peligrosidad para la temperatura reinante tiene cuatro niveles.

El verde simboliza el mínimo estado de vigilancia durante el verano y no implica riesgos sobre la salud.

Le sigue el amarillo, cuando una ola de calor puede resultar peligrosa, especialmente para bebés, niños pequeños y adultos mayores de 65 años. Este estadio, con riesgo leve a moderado, se alcanza cuando se superan los umbrales de las temperaturas máximas y mínimas en la ciudad y cuando, a su vez, esas temperaturas se mantienen en un pronóstico de 24-48 horas.

El nivel naranja —que ayer rigió gran parte de la jornada en la ciudad de Santa Fe— implica que las temperaturas extremas se extienden más allá del plazo de 48 horas y representan un riesgo moderado-alto para la salud de la población, especialmente para bebés, niños pequeños y adultos mayores de 65 años. Por ello es necesario tomar los recaudos necesarios delineados por el Ministerio de Salud, como la ingesta de agua, la consumición de alimentos frescos, la elección de ropa suelta y materiales livianos, entre otros.

El alerta roja, finalmente, es declarado en el marco de una ola de calor extensa y excepcional, con pronósticos que indican la continuidad de las altas temperaturas. Implica riesgos sobre la salud de toda la población y no solo de los grupos de riesgo.

Felizmente cuando el sol parecía no cejar en su más esplendido efecto el cielo comenzó a oscurecerse al punto de que las luces en las calles se encendieron, truenos y relámpagos anunciaron la lluvia que sobre las 18 llegó y significó un alivio. Temporario, pero alivio al fin.

Para hoy se anuncia en la capital provincial una jornada de tiempo inestable pero todavía con calor fuerte. Y para mañana, el pronóstico es idéntico.

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