El billete informal tocó así un nuevo máximo en el año y quedó muy cerca de su mayor valor histórico alcanzado en septiembre de 2014 ($ 15,95). Mientras, la brecha cambiaria superó el 70% y se ubicó en el 70,7%.

"Las presiones sobre el peso argentino continúan en aumento y se temen efectos concretos por la caída del precio de la soja y la contracción de sus principales mercados importadores", dijo la sociedad de bolsa Rava.

El paralelo había acumulado durante la semana pasada una avance de 45 centavos.

"Al inversor que le sobran pesos, se refugia como siempre en el dólar previo a las elecciones, lo que hace subir su precio. Además hay rumores de nuevos controles en el mercado para desalentar la compra informal, entonces varios se apuran a cerrar negocios por las dudas", señaló un agente de cambio.

Con el transcurso del mes, en tanto, se van desinflando las compras de dólar ahorro, lo que limita la oferta en el circuito paralelo (menor cantidad de las transacciones conocidas en la jerga como "puré) y presiona al alza a la cotización marginal. El viernes, la Afip efectivizó operaciones por unos u$s 19 millones, cifra mucho menor a las registradas en primeros 10 días hábiles de agosto.

Además, el dólar Bolsa trepó 7 centavos $ 13,29 y el "contado con liqui" bajó un centavo a $ 13,51. 

Por último, el Banco Central debió vender unos u$s 60 millones para equilibrar la oferta y demanda en el mercado mayorista, y así evitar una suba mayor del dólar oficial, que subió un centavo a $ 9,28. En tanto, sus reservas cayeron levemente a u$s 33.668 millones (u$s 5 millones menos que el viernes pasado).

• Los vaivenes de la brecha

Desde que el Gobierno decidió implementar el cepo cambiario, restringiendo la compra de dólares, allá por octubre de 2011, la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue, registró distintos picos producto de los vaivenes en la cotización del billete paralelo como reacción a cuestiones políticas y económicas.

Cuando el 31 de octubre de 2011, la AFIP puso en vigencia el sistema de permisos para la compra de divisas, en base a la situación patrimonial, el dólar oficial cerró a $ 4,30 y el ilegal finalizó a $ 4,488, con lo cual la brecha se situó 4,37%.

A los diez días de implementado del cepo, el diferencial entre ambas cotizaciones trepó al 16,57%, con el dólar oficial en baja a $ 4,285 y el blue con una suba de 11,5 centavos a $ 4,995.

A partir de junio de 2012, cuando se eliminó la posibilidad de comprar dólares para atesoramiento, endureciendo el cepo, la brecha se fue ampliando aceleradamente. Hacia el 18 de julio, el oficial cotizó a $ 4,58 y el blue a $ 6,74, dando como saldo una brecha que se elevó al 47,16%. 

La especulación de las cuevas financieras también fue aportando a un aumento del tipo de cambio paralelo, mientras que el Gobierno continuaba con la política de microdevaluaciones del oficial. Ya en mayo de 2013 la brecha se disparó a su máximo desde la instauración del cepo, alcanzando el 100,2%, con el blue a $ 10,45 y el oficial a $ 5,22. Con la finalidad de quitar presión sobre las reservas, el 8 de mayo el Gobierno lanzó el blanqueo con la intención de atraer divisas a la economía. 

A fines de noviembre de ese año, asumió la presidencia del Banco Central, Juan Carlos Fábrega en reemplazo de Mercedes Marcó del Pont. A la semana de comenzar a conducir los destinos de la autoridad monetaria, la brecha se situó en el 48,58%, con el blue ofrecido en las cuevas de la city a $ 9,16, mientras que el oficial cerró el 2 de diciembre a $ 6,165.

Pero la brecha entre la cotización oficial y el dólar ilegal volvió a dispararse el 23 de enero de 2014, cuando el Gobierno aplicó una abrupta devaluación sobre el peso de más del 20%. Ese día, el dólar oficial cerró a $ 8,01 y el blue a $ 13,06, con un diferencial del 63,05%.

Ante el desequilibrio que la inesperada devaluación provocó en la economía real, el 31 de enero, el Gobierno aflojó las restricciones sobre el cepo y abrió un poco el grifo mediante el llamado dólar ahorro para permitir la tenencia y ahorro en divisa extranjera. Ese día, el oficial cotizó a $ 8,025 y el blue a $ 12,65 con una brecha del 57,63%.

El 9 de abril, el impacto del dólar ahorro se reflejó en la brecha que bajó al 28,59%, con el blue ofrecido a $ 10,30 y el oficial a $ 8,01.

Pero el diferencial fue creciendo en los meses siguientes. Ya el 24 de septiembre, el blue alcanzó un máximo histórico a $ 15,95, mientras que el oficial finalizó a $ 8,01, con lo cual la brecha saltó al 88,98%.

Esa situación eyectó a Fábrega del Banco Central, y en su lugar asumió Alejandro Vanoli quien mediante algunos ajustes en la política macroeconómica logró reducir la fiebre dolarizadora. El 10 de noviembre, el blue cerró a $ 12,65 y el oficial culminó a $ 8,52, dejando la brecha en el 48,47%.

El último día del año 2014, la brecha finalizó en el 61,12%, cuando el dólar oficial cerró a $ 8,565 y el blue se ofreció a $ 13,80.

Durante este año, la brecha se fue achicando alcanzando el nivel mínimo de 2015 el 8 de junio, cuando el oficial finalizó a $ 9,03 y el dólar paralelo a $ 12,62, quedando el diferencial entre ambas cotizaciones en el 39,76%.

Pero ahora, el temblor en los mercados internacionales y el temor a una devaluación del peso, vuelven a elevar la brecha, que hoy alcanzó el 70,70%, consecuencia de que el dólar oficial cerró a $ 9,28 y el blue 15,84.