A un mes de la asunción del Presidente Mauricio Macri y de la Gobernadora María Eugenia Vidal y a la luz de la dinámica que han adquirido los acontecimientos económicos, políticos y sociales en nuestro país; los concejales del bloque PJ-FpV consideramos no sólo oportuno sino imperioso, manifestar nuestra posición frente a las distintas medidas y decisiones adoptadas por los flamantes gobiernos de la Nación y la Provincia de Buenos Aires durante los últimos treinta días.

Lo hacemos desde el más profundo respeto a la voluntad popular manifestada en las urnas en las elecciones del pasado 25 de Octubre y el ballotage del último 22 de Noviembre, imbuidos del espíritu democrático y la humildad en la que los resultados adversos a nuestra fuerza política nos colocan como militantes políticos que somos, pero sin rehuir de la responsabilidad que nos toca como opositores y sobre todo como ciudadanos argentinos; porque además estamos convencidos que muchísimos de los millones de argentinos que votaron de muy buena fe al actual gobierno no esperaban muchas de las medidas que aquí enumeramos ni sus consecuencias. Convencidos tal vez de que lo nuestro era una verdadera “campaña del miedo”, depositaron su voto esperando un cambio que produjera mejoras en su calidad de vida y la búsqueda de nuevos derechos y aspiraciones que el paso del tiempo torna natural. Por eso, no nos dirigimos sólo a los compañeros, militantes y votantes del Frente para la Victoria sino también a aquellos que votaron un cambio, porque estamos convencidos de su conciencia ciudadana, del amor que seguro sienten por la Argentina y por las instituciones de la Democracia.

En primer lugar deseamos hacer pública nuestra preocupación y decidida oposición frente al vertiginoso rumbo económico que han adoptado el Ingeniero Macri y su gabinete que, mostrando su verdadero rostro sin pérdida de tiempo, han producido una brutal transferencia de ingresos de los asalariados hacia los sectores económicos más concentrados. Una devaluación de la moneda del 40%, sumada a la quita de las retenciones al agro-negocio, el levantamiento de más de 5.000 posiciones arancelarias, la suba de la tasa de interés y la búsqueda de financiamiento externo a través de los mismos organismos y entidades que ya han puesto de rodillas a la Argentina en más de una oportunidad, son una muestra contundente del rumbo elegido para nuestro país. Un rumbo que tiene como condición necesaria la pérdida del poder adquisitivo de los sectores populares, el desempleo y la exclusión para millones de compatriotas.

En un país como el nuestro, que hace poco más de una década se debatía entre la desintegración y el quiebre social, volver a proponerle al pueblo los principios neoliberales del libre mercado como regulador de los desequilibrios, la iniciativa individual como salvación y el “derrame” de riqueza que producirá la recomposición de los inmensos márgenes de ganancias de los grupos más poderosos y concentrados de nuestra economía; resulta un retroceso impensado. Sabemos que las celebraciones que ante este escenario hacen los medios de comunicación y los grupos concentrados de la economía prometiendo prosperidad al conjunto del pueblo argentino  no son más que cantos de sirena. Pero como dijera la conductora del Movimiento Nacional Cristina Fernández de Kirchner, las únicas sirenas que aquello trae son las de la represión.

Nos resulta preocupante el espíritu anti-democrático y anti-republicano con el que han adoptado la mayoría de las decisiones. Nos hemos opuesto desde nuestro bloque en el Concejo Deliberante en las últimas dos sesiones al avasallamiento institucional que significaron el nombramiento de dos jueces para la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “comisión” mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, generando un antecedente nefasto para nuestra historia democrática y una intromisión en la cumbre de otro poder del Estado haciendo caso omiso de la división de poderes y de la propia Constitución Nacional. Lo mismo hicimos ante la intervención del AFSCA y la AFSTIC y la modificación por Decreto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual dando por tierra con la ley que mayor nivel de participación ciudadana tuvo en toda nuestra historia legislativa, aprobada por amplia mayoría por el Congreso de la Nación, entregando nuevamente el negocio de la comunicación, los medios y el entretenimiento a los intereses de los grupos oligopólicos de nuestro país y del extranjero que no son otros que los que sostienen el pavoroso cerco mediático como parte de una “cadena de favores” entre los intereses de los más poderosos de nuestro país. La derogación mediante un Decreto del nuevo Código Procesal  Penal y los dichos del flamante Ministro de Justicia de la Nación aduciendo que “hubo una sanción insana de leyes”, junto al récord de Decretos y Decretos de Necesidad y Urgencia, han hecho retroceder nuestra calidad institucional a lugares impensados hasta hace apenas un mes atrás.

La clara intencionalidad del Presidente Macri y su Canciller Susana Malcorra de romper el eje de integración, complementariedad y solidaridad entre los países miembros del Mercosur, la Unasur y la CELAC, intentando deshacer el destacado lugar conseguido por la Argentina a lo largo de los últimos años en pos de un mundo multipolar que tiene a la soberanía nacional y a la independencia económica como sus dos pilares fundamentales, nos obligan a advertir sobre las nefastas consecuencias que tiene para nuestro país la alineación con los intereses unilaterales de las potencias occidentales y sobre todo el costo que tiene para los argentinos el volver a quedar bajo la égida de los EEUU en el marco de un mundo complejo, violento y en crisis constante.

Por último, queremos manifestar nuestro más enérgico repudio a los casi 12 mil despidos producidos en el sector público y la “caza de brujas” y el macartismo con el que están siendo justificados y a la brutal represión sufrida por los trabajadores como los de Cresta Roja o la más reciente represión desatada en la ciudad de La Plata. Estos últimos hechos vuelven a mostrar la cara más nefasta del Estado, aquella que creíamos haber dejado en el pasado, la cara de la represión. Cuando un Estado es incapaz de incorporar el conflicto natural de una sociedad ante las necesidades del pueblo trabajador y lo único que tiene para ofrecer son los palos, los gases y las balas de goma de las fuerzas de seguridad; el conjunto de la sociedad pierde y retrocede en su calidad democrática y en la posibilidad de defender cada una de las conquistas tanto individuales como colectivas.

Por nuestra parte estaremos ejerciendo una oposición madura y democrática pero no por eso menos firme y decidida. Desde nuestro lugar en el Concejo Deliberante intentaremos llevar la voz de los miles de tandilenses que piensan distinto a este gobierno y que depositaron su voto y su confianza en nosotros, lo haremos con humildad y abiertos a escuchar a todos. Y como militantes políticos estaremos en la calle cuantas veces haga falta al lado de los trabajadores, los estudiantes, los jubilados, los artistas y las mujeres. Sabemos que con coherencia, principios, unidad y decisión, seremos capaces de encarar la tarea de reconstruir la fuerza política del Movimiento Nacional, Popular y Democrático de la Argentina.

Y a quienes no votaron por nuestros candidatos y desde el mayor de los respetos les decimos: ayudemos a la Democracia, hagámoslo desde nuestras diferencias que es precisamente lo que la hace más fuerte y sana. Su voto no los hace presos de nada ni de nadie sino todo lo contrario, es una re-afirmación de su propia libertad y deben ejercerla con entereza y dignidad. Por eso les pedimos que no permitan semejantes atropellos, porque si esto empieza así con seguridad va a continuar mucho peor.

 Bloque de concejales del PJ-FpV