Expreso que "entienden que por haber sido el "sublemita" que más votos sacó frente a los otros "sublemitas" de la UCR (resignados ya a disputar el poder) con una soberbia autista,asumen haber ganado el derecho de seguir dirigiendo el partido".

En un documento emitido en la víspera, el dirigente radical manifestó que "en la UCR todo se podía discutir o poner en duda, no había dogmas, verdades absolutas, ni liderazgos indiscutidos, el otro gran valor era su enorme apego a las tradiciones democráticas y de institucionalidd (no en vano la patria nos parió con la revolución abstencionista, que conquistó el voto universal secreto y obligatorio)que nos marcaron de por vida a valores fundamentales como la periodicidad y la alternancia de los mandatos que siempre supimos decidir a través de elecciones libres, que que nos obligaba periódicamente a los referentes partidarios a ir en búsqueda de nuestros dirigentes amigos en todo el interior provincial, había entonces que prepararse para reclamos y pases de facturas? , pero poniendo la cara , el lomo y un hombro amigo para quejarse, se pulían rispideces en la primera gira y ya en la segunda los radicales empezábamos a amigarnos y rearmarnos para discutir y debatir que autoridades nos iban a representar mejor ,trabajar y votar por ellas.

La nota del dr. Blas Hoyos señala que "este acto de enorme valor y ejercicio real de la democracia interna también servía como ejercicio previo y de organización para la gran contienda que eran las elecciones generales ante nuestros clásicos e históricos adversarios, los justicialistas. Nos burlábamos de ellos por que a nosotros no nos mandoneaban, nosotros decidíamos, nosotros votábamos , ellos nos acusaban de hablar mucho y bien pero decidir poco y ejecutar menos. Esas eran nuestra características y nuestra principal fortaleza, la que nos servía también para diferenciarnos, para ser alternativa"

"Este partido que describí fue el que supo tener casi la mitad de los votos en la provincia allá por el 83/85/87 con 16 intendencias y casi la mitad de los concejalías, un poderoso bloque en cámara de diputados, 6 concejales sobre 12 y que ganó la intendencia de la capital, la que siempre tuvo representación en el parlamento nacional, éramos el contrabalance del sistema democrático. Cuesta entonces reconocer aquel poderoso partido de mayorías con en este partidito anoréxico que con menos votos en las generales que en las primarias, festeja una concejalía sobre seis por capital y dos sobre 83 en la provincia, 3 dip. prov. sobre 15 y ningún diputado nacional, y ahora en vez de asumir sus responsabilidades con humildad por haber sido la conducción de tamaña derrota y abrir el debate en búsqueda de propuestas y caminos que nos saquen del marasmo. Entienden que por haber sido el "sublemita" que más votos sacó frente a los otros "sublemitas" de la UCR (resignados ya a disputar el poder) con una soberbia autista,asumen haber ganado el derecho de seguir dirigiendo el partido, disfrazados en una convocatoria a internas amañadas y escondidas en el fragor de las generales, sin dar la posibilidad de que los radicales ejerzan ese vigoroso derecho que es elegir, así en pocos días más una junta electoral afín consagrará una lista única armada por mensajitos de texto, sin el respaldo de los votos por dos años más y los radicales llevaremos 8 años de proscripción sin ejercer nuestro más sagrado derecho? remarco.

Subrayo que "he sido y seguiré siendo un opositor a la reelección indefinida, a la falta de alternancia, periodicidad de los mandatos, falta de independencia de los poderes republicanos, a las trampas por manipulación de los regímenes electorales, lo que me ratifica como opositor al gobierno provincial y lamentablemente ahora por asociación y coherencia me obliga a oponerme al oficialismo partidario que ha sido colonizado por estas prácticas"

El ex concejal radical recordó que "en la leyenda bíblica Sansón era un gigantesco guerrero cuya fuerza radicaba en su portentosa cabellera que lo hacía invencible, sus enemigos entonces sobornaron a su esposa Dalila que una noche mientras dormía le recortó su cabellera y terminó con su poder indomable, convirtiendo a Sansón en un gigante débil y vulnerable que fue fácilmente derrotado. La UCR fue privada de su fuego sagrado, su gran fortaleza, porque las Dalilas se encargaron de recortarnos nuestra principal fortaleza hasta convertirnos en un gigante bobo y genuflexo, un Sansón calvo que deambula sin rumbo y para el exclusivo beneficio de una burocracia partidaria que junto un cada vez más pequeño ejército de contratados se resiste a renunciar a sus módicos privilegios".