Blanqueo I: misión a EE.UU. para acelerar acuerdo

Blanqueo I: misión a EE.UU. para acelerar acuerdo

• SERÁ LA PRIMERA SEMANA DE DICIEMBRE.

• ES UN VIAJE CLAVE PARA EL ÉXITO DEL SINCERAMIENTO.

Funcionarios de Hacienda viajarán para reactivar tratado de intercambio de información. Se buscará que el Gobierno de Obama no suspenda los trabajos técnicos y que el futuro gabinete de Trump lo continúe. Aseguran en Buenos Aires que ya hay “puentes” con el próximo jefe de Estado.

Funcionarios del Gobierno de Mauricio Macri viajarán la primera semana de diciembre a Washington con una misión que en Buenos Aires se considera hoy clave: que los Estados Unidos firmen el acuerdo de intercambio de información impositiva entre la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Internal Revenue Service (IRS). La misión, que será encabezada por hombres del Palacio de Hacienda será doble. Por un lado se encontrarán con los actuales funcionarios de la secretaría de Tesoro para saber qué tan acelerado (o adormecido) está el acuerdo que se firmó el propio Jack Lew en Buenos Aires, y por el que la actual administración de Barack Obama se comprometía a avanzar en el tratado.

Pero además los enviados se encontrarán con futuros agentes del Gobierno de Donald Trump, que deberían tener responsabilidades futuras tanto en la secretaría de Tesoro como en la propia IRS. Aseguran en el Ministerio de Hacienda que maneja Alfonso Prat Gay, que los puentes ya están tendidos y que hay buena recepción en los Estados Unidos a continuar con las negociaciones directas y que ese país acepte firmar el acuerdo final con la Argentina para intercambio de información fiscal y tributaria. 

Se aseguraba ayer en despachos oficiales que parte de la clave del salvataje del acuerdo cerrado en su momento con Lew, en septiembre del año pasado, es llegar cerca de los funcionarios que trabajarán con el próximo presidente norteamericano para convencerlos de que el tratado entre la AFIP y la IRS no tiene que ver con cuestiones comerciales internacionales de apertura o cierre de mercados, sino de transparencia fiscal e impositiva, algo que el futuro jefe de Estado promovió en su campaña. Se hablaba ayer en Buenos Aires que hay un puente sólido abierto en los últimos días.

El martes pasado visitó el país el CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, quién se encontró con Mauricio Macri, Prat Gay y el secretario de Finanzas, Luis Caputo; y prometió no sólo apoyo tanto en el mercado financiero privado norteamericano sino "a nivel oficial". No fue una frase más. Desde la embajada argentina en Washington llegó la versión que, de máxima, Dimon podría integrar el gabinete de Trump; pero que, de mínima, igualmente es una persona muy cercana al millonario inversor que será presidente de Estados Unidos. Y que tiene llegada directa sobre Trump para aconsejarle políticas financieras. Como valor agregado, se sabe en el gabinete económico nacional que el JP.Morgan está trabajando "a favor de la Argentina" en el blanqueo de capitales, poniéndose en contacto con los locales que tienen dinero depositado en ese banco para impulsarlos a que sinceren sus capitales. El Morgan no amenaza, como sí lo hacen los suizos Credite Suisse o UBS en expulsar de las entidades a quienes no demuestren que el dinero depositado está en blanco para la AFIP; pero sí aclara exhaustivamente que el programa está abierto y es conveniente. Luego, si avanza el acuerdo con la IRS, Morgan afirma que colaborará directamente sobre sus clientes argentinos. 

Para el Gabinete económico, el avance en el acuerdo con los Estados Unidos es clave. La intención es que el país se sume al listado de los países que ya tienen una tratado en el marco de la ley norteamericana de Cumplimiento Fiscal para Cuentas en el Extranjero (Foreign Account Tax Compliance Act, Fatca); según la cual se le permitiría a la AFIP y al IRS acceder a la información fiscal y tributaria de los argentinos con dinero en EE.UU., y viceversa, incluyendo los datos de los bienes registrables (inmuebles, tenencias financieras, vehículos, yates, aviones). La única manera de acceder a estos datos sería con la aplicación de esta ley (ya hay acuerdos con México, España y Chile con EE.UU.), ya que Estados Unidos no firmó el pacto marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Este fue rubricado por 101 países y comenzará a regir en dos tandas: enero de 2017 y de 2018. Pese a impulsarlo desde el Gobierno de Barack Obama, este país nunca lo rubricó, pero impulsó a cambio la ley Fatca, que le permite al ejecutivo norteamericano negociar acuerdos bilaterales.

De hecho, muchos bancos que trabajan en la Argentina y tienen sede en EE.UU. debieron firmar su adhesión, accediendo a todos los requerimientos que se pidan de parte de las autoridades de ese país (incluyendo la IRS), ante la amenaza de ser multadas y castigadas si se encuentra indirectamente algún dinero no declarado en los Estados Unidos depositado en alguna de estas entidades. Fue el mecanismo, por ejemplo, desde el cual el FBI descubrió el "Fifagate" y los movimientos financieros sospechosos de varios dirigentes del fútbol argentino que hoy están procesados y a la espera de sentencias de parte de la Justicia de ese país.

Sólo con acuerdos bilaterales se podría acceder desde la Argentina a la misma información con que trabajan las autoridades de los Estados Unidos y desde el Gabinete económico de Mauricio Macri se considera que esta posibilidad es clave para el éxito del blanqueo. Sobre todo en la etapa actual del llamado: el turno para los que tienen bienes registrables dentro y fuera del país sin declarar. Hasta ahora, desde la Argentina, se considera que la situación es algo injusta: los bancos locales que operan en EE.UU. están obligados a darle información a las autoridades norteamericanas para poder operar en ese territorio, mientras que no hay ningún tipo de reciprocidad hacia el país. Esto es lo que se quiere negociar en Washington en diciembre.

Comentá la nota