Blanqueo: Ganó Moreno, ¿perdió Echegaray?

Blanqueo: Ganó Moreno, ¿perdió Echegaray?

Por Pablo Salgado

Como era de esperar, terminó la primera etapa de la "exteriorización de capitales", lo que en la calle denominamos blanqueo.

En la tarde del martes 1, Ricardo Echegaray presentó los números de recaudación tributaria que siguen en franco ascenso, en algunos casos hasta superando los índices de inflación de las encuestadoras más opositoras. En relación al blanqueo, el hombre fuerte de la AFIP recomendaba, como todo recaudador, terminar ayer con la propuesta. Moreno pugnaba por una ampliación post electoral. Y lo logró...

Repasemos los números de esta primera etapa:

Un poco más de 350 millones de dólares. Menos del 10% de lo que pretendía el Gobierno. Aproximadamente un 35% buscó rápidamente los dólares físicos, otros siguieron adquiriendo bienes ¿Fue un fracaso?

Ningún blanqueo es grato o simpático. Son sapos a tragar en la administración de un estado, medidas no muy gratas pero muchas veces necesarias.

Ahora bien, ¿los instrumentos funcionaron o no? ¿Cumplió el gobierno con lo que prometía?

Los CEDIN y los BAADE, siguen siendo instrumentos, por lo menos, interesantes. Permiten reactivar aún más el sector de la construcción, que de por sí es un motor del crecimiento argentino con casí el 11% de aumento en un año (agosto 2012-agosto 2013).

El CEDIN demostró su validez en todos aquellos que quisieron recuperar los dólares billete luego de la operación inmobiliaria.

Los BAADE son bonos que pagan un 4% de interés en dólares, por parte de un país que verdaderamente se ha caracterizado por ser como dice la Presidente "un pagador serial"

Entonces: ¿Por qué no anduvo el blanqueo? Pueden aparecer diversas hipótesis. No compro esas miradas parciales que jamás criticaron un blanqueo de capitales con la virulencia que lo hacen ahora. No fue mal implementado por el gobierno, presentó instrumentos adecuados y claros, para, en una sola propuesta, permitir la exteriorización de los capitales fugados hacia los mercados inmobiliarios nuevos y usados y hacia la inversión energética, con total claridad y transparencia.

Lo que verdaderamente ocurre, desde mi mirada, es muy simple: No es falta de confianza. Es, lisa y llanamente, resistencia y oposición concreta y manifiesta a este modelo de país. Un país que le cierra al 90% de los argentinos asalariados y trabajando, sin capacidad profunda de ahorro pero con realidad de consumo. Una resistencia y oposición de sectores poderosos a un proyecto de país con un estado fuerte y presente, con un sistema recaudatorio activo y alerta, con una política de intervención en distintos sectores del mercado. En definitiva, con el estado como actor redistribuidor, nivelador y coordinador del motor del crecimiento de todo un país, para todos los sectores.

Es fundamental también hablar de una costumbre del kirchnerismo: la falta de comunicación apropiada, certera, simple y entradora, amena. O directamente la nula comunicación, desde un lugar de cierta soberbia y dureza. El blanqueo que puede ser un buen instrumento, se planteó mal de entrada, hubiera sido, seguro, otro el final con una comunicación más eficiente y amistosa.

El blanqueo no prende no por malas herramientas, por información errónea, por instrumentos complicados...

El blanqueo no funciona por falta de adhesión y acompañamiento de aquellos que quieren otro tipo de país. La pregunta es si ese "otro modelo", nos cierra a todos...

CREDITO FOTO: parabuenosaires.com

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