Aunque venía de un período de pruebas, para Bio4 el miércoles de la semana anterior es el día a partir del cual se puede decir que en Córdoba se produce etanol derivado del maíz para ser incorporado a los combustibles, de acuerdo con las leyes nacionales que obligan a las petroleras a vender sus naftas mezclándolas con un cinco por ciento de este alcohol etílico.

Bio4 es una sociedad anónima conformada por la fábrica Porta Hnos., de Córdoba capital, y 24 socios de la región de Río Cuarto, casi todos fuertes productores agropecuarios. En 2005 se asociaron para establecer la primera planta de este tipo en la provincia, que según los especialistas, está llamada a ser el mayor polo de producción del biocombustible.

Aunque aún no está funcionando al ciento por ciento, en la fábrica, ubicada entre Río Cuarto y la vecina Holmberg, ya trabajan 100 personas, de las cuales 40 son profesionales.

Manuel Ron es el máximo ejecutivo y presidente de la firma, y fue uno de sus inspiradores. Cuenta que los socios originarios invirtieron un promedio de entre 200 mil y 300 mil dólares, excepto los tres socios mayoritarios, que cubrieron diferencias para llegar a los más de 40 millones de dólares que demandó el emprendimiento.

El grupo contó con dos incentivos para lanzarse a una aventura completamente nueva. Por un lado, la Ley de Biocombustibles que entró a regir a principios de 2010 y que obliga a cortar las naftas con un cinco por ciento de etanol. Hasta ahora, eso no se ha podido cumplir por completo por insuficiencia de etanol proveniente de maíz, aunque se cubre parcialmente con etanol producido a partir de caña de azúcar. La ley establece una fórmula que define cada mes un precio fijo para el etanol. En agosto, ese precio fue de 4,56 pesos el litro.

La otra ventaja es menos importante y tiene que ver con un único beneficio fiscal nacional: se pueden acelerar los tiempos de amortización, lo que en definitiva implica la posibilidad de descontar del Impuesto a las Ganancias una porción algo mayor de la inversión que lo que se puede descontar en el régimen general de ese impuesto. También la Provincia aportó lo suyo, con una reducción parcial de la alícuota del impuesto a los Ingresos Brutos.

Pero el etanol no es el único producto que sale de Bio4. Un subproducto importante y que es responsable de alrededor del 20 por ciento de estas industrias en el mundo es el grano destilado, el concentrado que queda una vez extraído el etanol (derivado del almidón del grano) y que reúne todas las fibras, la proteína y el aceite del maíz.

Eso se vende como alimento para ganado vacuno, aviar o porcino.

La planta proyecta procesar unas 200 mil toneladas de maíz al año para producir un cupo asignado por el Gobierno de 50 mil metros cúbicos de etanol. Además, prevé producir alcohol etílico (de mayor pureza) para la elaboración de bebidas alcohólicas y otros productos. También saldrán de allí alrededor de 65 mil toneladas de alimento para ganado.

Ron destacó que además, como consecuencia del emprendimiento, también se amplió la capacidad en ingeniería de la provincia, ya que la planta fue entregada llave en mano por Porta Hnos., luego de haber buscado tecnología en la India, Brasil y Estados Unidos. “Eso es muy importante, un capital invaluable que enriquece a toda la sociedad”, sostuvo Ron.