Una mujer que circulaba en bicicleta por Salta al 3072 terminó con fuertes golpes y en el suelo cuando un auto estacionado contiguo a la bicisenda abrió la puerta en forma imprevista y la derribó. Si bien no perdió el conocimiento, el impacto la aturdió aunque intentó retomar el camino hacia su trabajo mientras escuchaba a los vecinos que la socorrieron relatar más de un episodio similar. Pero no fue el único incidente de los últimos días relacionado con esta arteria, el domingo el Ejecutivo anunció en el lugar un inminente carril exclusivo y reactualizó la polémica con los comerciantes. Ayer hubo un giro drástico, no se hará la vía rápida (ver aparte).

"Esto está mal planeado, ¿cómo van a estar los autos estacionados del lado del lado izquierdo?", dijeron varios ciclistas cuando LaCapital recorrió el lugar junto a la víctima del accidente, que decidió hacerlo público a fin de "ayudar en algo a que las cosas cambien". Pero no fueron las únicas críticas que se escucharon.

La presunción de los comerciantes se confirma a diario. El estacionamiento contiguo a la bicisenda genera incidentes a pesar de una demarcación expresamente colocada para organizar la circulación. Se trata de un línea amarilla que deja un pequeño espacio contra el cordón a los ciclistas y genera setenta centímetros para que los vehículos puedan abrir las puertas. Pero ya se sabe que el tránsito es un escenario móvil y cruzar la línea demarcatoria es cuestión de centímetros.

El pasado 11 de septiembre Elba utilizaba la bicisenda de calle Salta para ir a trabajar. Cerca de las 8.30, después de pasar avenida Francia, un conductor que estaba estacionado abrió la puerta y la derrumbó. Ella terminó en medio del agua que en ese momento corría junto al cordón, contra el que se golpeó el coxis, mientras daba la cabeza sobre la vereda.

"Había visto volar gente en las bicisendas y siempre decía que nunca me pase", contó Elba y dijo que el conductor del Volkswagen Gol clarito se negó a llevarla a un centro de salud; sólo se aseguró de conseguir una testigo para certificar que la mujer se había levantado del suelo por sus propios medios. "En la florería que hay en el lugar dijeron que es habitual que pase esto", comentó y dijo que con la bicicleta a cuestas radicó la denuncia en la seccional 8º.

"Es más peligroso andar por acá que por el resto de la calle", dijo Diego, un ciclista que todos los días va de Vera Mujica a Francia. Sobre ese trajinar ya tiene opinión formada. "No se nos respeta, abren la puerta y cruzan el auto", relató y dijo que cuando esto sucede tienen que salir de la ciclovía hacia el tráfico rápido, lo que representa "un peligro muy grande".

Los hermanos Maxi y Joaquín son adolescentes y usan la bicisenda casi todos los días. "Cruzan los autos, abren las puertas como si nada, sin mirar, salen de los estacionamientos y ocupan el lugar por el que vamos, entonces tenemos que darles toda la vuelta y eso es peligroso con todos los autos que vienen rápido", detallaron.

"No sé si la bicicleta tiene que ir pegada a la calle o al cordón, me parece que queda un espacio para que el conductor abra la puerta, además no se sabe si hay una sola mano en la bicisenda", explicó el operario de una gomería, aunque dijo que no había presenciado ningún accidente como los descriptos.

"No se puede compartir ese mismo espacio para los dos usos", dijeron los comerciantes Mauro y Facundo. Desde su instituto de Salta al 3000, Claudio sostuvo que la bicisenda no es muy transitada, pero que todos buscan estacionar, aún en la mano prohibida.

"Comerciantes y frentistas discutieron más de un año la conveniencia de colocar una bicisenda en esta arteria comercial debido a las consecuencias que esto traería, como problemas de movilidad y seguridad para los propios ciclistas", recordó el portavoz de la Federación Rosarina de Paseos Comerciales, Fabio Acosta. Y dijo que en aquella oportunidad propusieron que el estacionamiento, en lugar de que conviviera con la ciclovía, se hiciera en la vereda de enfrente.