Berisso, ante el desafío de abandonar la ciudad dormitorio para convertirse en polo productivo

Berisso, ante el desafío de abandonar la ciudad dormitorio para convertirse en polo productivo

Los frigoríficos, el puerto, YPF y la hilandería fueron las bases de aquel Berisso pujante y productivo del siglo pasado.

Los frigoríficos, el puerto, YPF y la hilandería fueron las bases de aquel Berisso pujante y productivo del siglo pasado. 

Con los años, la acumulación de malas políticas la sumieron en el letargo e hicieron de ese polo de desarrollo una ciudad dormitorio, en la que sus residentes vivían y descansaban sin trabajar en ella.

Pero el secretario de Producción de la comuna vecina, Pablo Swar, quien desde hace más de un año gestiona el desarrollo de la Oficina de Empleo, ha tomado las riendas de un desafío prometedor: la reactivación del Polígono Industrial que, junto al Puerto y el Centro Integrador Comunitario que impulsa la capacitación de oficios, promete cambiarle la cara a la Capital del Inmigrante.

En lo concreto, cuenta entusiasmado Swar,  en el corto plazo se instalarán unas seis empresas “que generarán más de 150 puestos de trabajo” y destaca que “será toda mano de obra local, porque ese es uno de los requisitos del convenio”.

La medida, que implicará el fortalecimiento de la producción local, con la posibilidad de que los productos regionales se exporten al mundo, también servirá para reactivar el comercio, dinamizar el sector gastronómico y hotelero. “Dejaremos de ser un lugar de tránsito para convertirnos en una ciudad productiva en la que confíen empresas, emprendedores y productores que se verán beneficiados con un crecimiento sustancial”, destaca Swar, quien no está solo, sino que recibe el acompañamiento del Intendente, Jorge Nedela, el secretario de Finanzas, Alberto Amiel, y el apoyo de la Provincia, a través del subsecretario de Puertos, Industria, Comercio y Minería, Rodrigo Silvosa. 

De hecho, días atrás participaron de una reunión conjunta en la que se abordaron los detalles del proyecto que Swar califica como “histórico” porque, como sueña él, “nos permitirá levantar las banderas del trabajo que alguna vez enarbolamos”.

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