Proveedores de alimentos para los comedores sociales; repuestos para la maquinaria vial y los camiones de la recolección de residuos; materiales para trabajos de mantenimiento y de otros rubros que hacen al funcionamiento de un municipio, hacen cola frente en la comuna berissense para reclamar el pago de deudas por alrededor de 75 millones de pesos.

Ante ese panorama, la nueva admistración municipal a cargo de Jorge Nedela (Cambiemos) busca la manera de controlar el peso de una deuda flotante que constituye cerca del 25% del Presupuesto global del municipio, según lo aprobado el año pasado por el Concejo Deliberante para el ejercicio en curso.

La mayoría de los compromisos, según explicó el secretario de Economía, Carlos Carrizo, constituyen deuda documentada, con órdenes de compra aprobada aunque con cheques que no fueron emitidos, aunque también, confió el funcionario, hay reclamos de personas que dicen haber aportado “de palabra”, artículos de diferente naturaleza y que ahora se presentan a cobrarlos.

DESDE $2 MIL A $6 MILLONES

El listado de acreedores urgentes que tiene Berisso completa 93 hojas y en ese listado las deudas van desde los $ 2.000 a los $ 6 millones.

Carrizo dice que desde que se instaló en el municipio berissense con su equipo de trabajo -con el que venía analizando la posibilidad de heredar una economía municipal con problemas- el teléfono no para de sonar.

“Quieren cobrar”, sonríe Carrizo ante cada interrupción.

El hombre al que Jorge Nedela ha confiado la administración en la nueva gestión municipal berissense es, sin embargo, optimista respecto de lo que puede pasar en los próximos meses y dice que “estamos notando un leve repunte en la recaudación en concepto de tasas. Hay que tener en cuenta que el Municipio terminó 2015, en ese sentido, muy mal, con una gran pérdida de confianza de parte de los contribuyentes”.

Según los números que se manejan en la comuna berissense, en enero de 2015 la administración entonces a cargo del justicialista Enrique Slezack alcanzaba un nivel de recaudación del orden del 42%. Pero en diciembre de ese mismo año -cuando dejó el gobierno comunal luego de las elecciones de octubre- esa recaudación había caído al 31%.

“Una gran pérdida de confianza de parte de los vecinos”, insiste Carrizo, que sostiene que en esta etapa el objetivo es “cumplir con aquellos proveedores que constituyen para la comuna la mayor dependencia de servicios, como alimentos y repuestos”.

Según explicó Carrizo la idea es iniciar un plan de pagos “de menor a mayor”, mientras la nueva administración se acomoda a las necesidades del caso.

PROYECCIONES

“Estimamos que en tres meses vamos a tener una proyección de los recursos a partir de lo recaudado en concepto de tasas más lo que aporte el Estado provincial en concepto de coparticipación”, señaló.

En ese sentido, el funcionario destacó que la administración provincial de María Eugenia Vida ya ha aportado unos $20 millones de los cuales fueron retenidos $8 millones en concepto de compromisos con el IOMA, Ingresos Brutos, el IPS y $ 820 mil a la Ceamse.

“SE LE DEBE A LA COMUNIDAD”

Carrizo señaló que los pagos a proveedores dependen ahora de una serie de acuerdos con los mismos, sobre todo los que reclaman montos mayores a un millón de pesos.

“Se le está debiendo dinero a la comunidad de Berisso”, señaló Carrizo al insistir en la necesidad de pagar la deuda con los proveedores más allá de las obligaciones formales de una administración municipal.

Al respecto, se indicó que buena parte de los proveedores que reclaman por deudas contraídas por la anterior administración municipales son empresas y comercios locales lo que tiene notoria injerencia en la economía del distrito.