Bergoglio sobre Wojtyla: "Nos enseñó a sufrir y morir"

Revelan su testimonio enel proceso de beatificación de Juan Pablo II.
A fines de 2005, pocos meses después de la muerte de Juan Pablo II, el 2 de abril de ese mismo año, el entonces arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio , fue llamado a dar su testimonio ante el tribunal de la diócesis de Roma que había empezado el proceso de beatificación del papa polaco.

Así lo reveló anteayer el diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, que publicó extractos del interrogatorio y de las declaraciones de Bergoglio, entonces de 69 años, para l a causa de Karol Wojtyla , que será proclamado santo el domingo que viene, en una ceremonia solemne en la que Francisco lo elevará al honor de los altares junto a otro papa "grande", Juan XXIII.

"Conocí personalmente a Juan Pablo II en diciembre del año en el cual el cardenal Martini [Carlo Maria, fallecido] fue nombrado arzobispo de Milán [en 1979]. Tengo esta referencia porque no recuerdo exactamente el año", dijo entonces Bergoglio, que detalló que en esa circunstancia recitó el rosario guiado por Juan Pablo II. "Tuve la neta sensación de que él rezaba en serio", destacó el hoy papa Francisco.

En ese mismo testimonio, Bergoglio contó que su segundo encuentro con el papa polaco fue en 1987, durante su segundo viaje a la Argentina para la Jornada Mundial de la Juventud, cuando él aún no había sido designado obispo auxiliar de Buenos Aires (1992). "El nuncio quiso que lo encontrara en la Nunciatura con otros cristianos de varias confesiones. Tuve un breve coloquio con el Santo Padre y me impactó especialmente esa vez su mirada, que era la de un hombre bueno", declaró.

Bergoglio recordó que su tercer encuentro tuvo lugar en 1994, cuando, siendo ya obispo auxiliar de Buenos Aires, tras ser electo para participar en un sínodo de obispos, fue invitado a compartir un almuerzo con Karol Wojtyla. "Me gustó mucho su afabilidad, cordialidad y capacidad de escuchar a cada comensal", indicó. Luego lo vio en dos sucesivos sínodos, cuando volvió a quedar impactado "por su gran capacidad de escuchar a todos".

Es interesante que Bergoglio también destacara que "se tenía la impresión de que también cuando quizá no estaba del todo de acuerdo sobre lo que se le estaba diciendo, el siervo de Dios no lo daba absolutamente a entender para poner cómodo a su interlocutor, luego, si tenía que hacer alguna observación o algunas preguntas para recibir aclaraciones, lo hacía al final".

"Otro aspecto que siempre me impactó del Santo Padre era su memoria, diría, sin límites. Porque recordaba lugares, personas y situaciones de los que había tenido conocimiento también durante sus viajes, señal de que le prestaba máxima atención en cada circunstancia y en particular de las personas que encontraba. Señal ésta para mí de verdadera y gran caridad", declaró en su momento Bergoglio.

"Quiero subrayar que Juan Pablo II nos ha enseñado, no escondiendo nada a los demás, a sufrir y a morir. Y esto, para mí, es heroico", dijo entonces Bergoglio..

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