Berazategui: la isla de la fantasía K

Berazategui: la isla de la fantasía K

Mientras en el último año más de 800.000 personas fueron expulsadas del mercado laboral, desde el oficialismo de Berazategui se intenta hacer creer -con cartas documento- que Juan Patricio Mussi está al mando de la Suiza del Conurbano. Las ficción K y sus mentiras

A lo largo de su gobierno, el kirchnerismo ha mantenido la constante de querer hacer creer que el marketing político y la propaganda oficial, alimentada por miles de millones de pesos que salen de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, puede servir para tapar la realidad.

En momentos en que la actividad económica ha caído, al punto que según un informe realizado por el Instituto de Estudios Laborales y Sociales de Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, unas 800.000 personas fueron expulsados del mercado laboral en el último año, el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, intenta hacer creer por la fuerza todo lo contrario.

Valiéndose de una carta documento, con amenazas de iniciar acciones penales contra el diario Hoy, el jefe comunal exigió que se publique que su distrito “cuenta con 12 espacios geográficos destinados a la industria, de los cuales 8 se encuentran en pleno funcionamiento y los restantes 4 en etapa de desarrollo; con más de 500 pymes en funcionamiento, quienes emplean a más de 25.000 trabajadores”.

A todos los que hacemos el diario Hoy nos encantaría poder conocer esta suerte de Suiza del Conurbano que existe a pocos kilómetros de La Plata, en Berazategui. Eso sí, en caso de que el jefe comunal concrete la invitación, le pediremos que también nos muestre las pruebas de cada una de las 500 pymes que estarían funcionando, con sus respectivos balances y el listado de sus empleados. No vaya a ser que nos quieran vender gato por libre, metiendo en la bolsa a cooperativistas financiados por el gobierno nacional y beneficiarios de planes sociales haciéndose pasar por empleados y obreros industriales, como así también que quieran hacer creer que galpones  vacíos son pujantes fábricas. De hecho, hubo denuncias de que, en algunos de los predios de los que tanto habla el señor Mussi, se escondió mercadería robada. 

El malestar del intendente Mussi, que amenaza con iniciar acciones penales cuando su propio gobierno tuvo que impulsar la despenalización de las calumnias e injurias por una exigencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, radica en que el pasado 26 de noviembre, el diario Hoy publicó una nota titulada “La cáscara vacía de Berazategui”. El informe alertaba, en base a fuentes consultadas por nuestro diario, de que los mini parques industriales lanzados desde su gestión era una muestra más de la ficción oficial, al punto de que varios emprendimientos que tanto promociona el municipio podrían haber servido como pantalla para oscuras maniobras impositivas.

Los testimonios reunidos por Hoy remarcan que las personas empleadas por estos emprendimientos es ampliamente menor a lo que informa Mussi en sus apariciones públicas. Si los números reales fueran tal como dicen las autoridades, Berazategui estaría casi al mismo nivel de comparación social y laboral que Suiza, con poca gente desocupada y con un estándar social del primer mundo. Situación que se desmiente fácilmente cuando en dicho distrito, según la propia estadística oficial, la desocupación trepa a casi el 9%, un punto porcentual más que el desempleo nacional medido por el Indec. Peor aún, si tomáramos los estudios privados, el desempleo sería mucho mayor.

Además, en su descargo, las autoridades nada dicen sobre los dichos de Hoy de cómo las cooperativas de la ciudad cumplen el trabajo que deberían hacer agentes municipales, en una comuna que tendría una planta de empleados muy sobredimensionada. La tercerización del trabajo municipal ha llegado al extremo de que abarcaría escuelas, comedores y al mantenimiento urbano.

El “paraíso” de Patricio Mussi, el niño mimado de sectores de La Cámpora y del denunciado ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, se cae por su propio peso. Como decía Perón, “la única verdad es la realidad”.

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