La bendición

La prolongada visita de Mauricio Macri a Azul. La instalación de Agustín Carus como candidato a Intendente y referente de la Séptima Sección. Una prueba piloto para la campaña presidencial lejos de los sinsabores judiciales y la presión de la Legislatura porteña que tiene un final abierto. Cómo repercute en la política local.
La canción no suele ser la misma aunque los discursos tengan un condimento previsible. Son las melodías que decantan y que superan a los propios personajes con frases y definiciones que van quedando impregnadas y someten a sus protagonistas.

Por ejemplo, la confesión de Agustín Carus de sus ganas de ser candidato a Intendente luego de la bendición y la importante movida que generó la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri en Azul.

El convencimiento de éste de que detrás de su procesamiento por las escuchas ilegales está Néstor Kirchner y el aparato de inteligencia del gobierno en una mezcla de ingenuidad y estudiada pose de publicistas.

Quizá haya un punto de cierto sustento cuando admite que metió el dedo en la llaga con la creación de la Policía Metropolitana y entrometerse en territorio de la Policía Federal en una telaraña de ex jefes y personajes de esos submundos que no frecuentan, precisamente, el monasterio trapense. Claro, también allí él tiene sus amigos.

El devenir de Macri está signado inexcusablemente a su proceso judicial y a lo que diga la Legislatura porteña.

El planeta Macri

De todos modos, el jefe de gobierno porteño desplegó en Azul una suerte de prueba piloto en su campaña presidencial para el 2011. Con un estudiado discurso, más relajado, lejos de la presión de los medios nacionales y del territorio de su gestión insinuó cierto aire de distancia con Francisco De Narváez y el pj disidente.

La impresión es que necesita construir sus propios espacios y negociar luego desde allí.

¿Será él quien, finalmente, encabece una fórmula opositora nucleando a todo lo que resulte ajeno al kirchnerismo desde la visión de la centro derecha y el justicialismo anti K?

¿ Será uno de los tercios de un hipotético escenario que completaría el kirchnerismo y el Acuerdo Cívico y Social ?

A esta altura cualquier ecuación es posible. Son épocas de construcción y tanteos de la dirigencia.

Pero, a un año de las internas obligatorias para elegir los candidatos, asoma un Gobierno Nacional fortalecido, con un cambio de expectativas de la sociedad (según un último sondeo de la consultora Mora y Araujo), el Acuerdo Cívico y Social que es lo más parecido al culebrón de Maradona, Grondona y Bilardo con Elisa Carrió todavía en el banco de suplentes a los gritos y los justicialistas Eduardo Duhalde, Felipe Solá, De Narváez y compañía que andan a los codazos para no dejar la inmensa maquinaria de poder del PJ sólo en manos pingüinas.

Ya se sabe el pragmatismo que bordea a todos ellos y un posible ballotage en el 2011 ¿por qué no dirimirlo entre peronistas mezclados con macristas?

Azul: buscando candidatos

Los nombres que abundan en todos lados (no significa calidad, claro), escasean en nuestra ciudad.

El justicialismo a la caza de un candidato con dos nombres, hoy por hoy, cada vez más lejanos como Juan Barberena y Edgardo Capelli, el Acuerdo Cívico y Social en su versión azuleña que juega bajo la sombra del intendente Omar Duclós a Leandro Prat y José Luis Comparato y con un sector del radicalismo que no se sabe para qué lado se disparará.

El por ahora denarvaizta Luis Conti que sigue atendiendo su juego y como los malabaristas que se apostan en las avenidas Mitre y 25 de Mayo juguetea en sus manos con una base peronista que le dio muchos votos en la elección pasada y su sociedad con Carus. ¿Hasta dónde se sostendrá luego de las claras señales que dejó la visita de Macri? Hay lugar para uno solo pero Conti no quiere apurar los tiempos.

Lo que dejó la visita

Lo cierto es que la presencia de Macri en Azul, que se concretó pese a las adversas condiciones climáticas, sorprendiendo en su decisión de tomar igualmente el vuelo a su círculo más íntimo, que incluyó una visita al Teatro Español, el acto en el club Chacarita, encuentro con dirigentes, la cena con la gente vinculada al fútbol, pernoctar en nuestra ciudad y ayer por la mañana irse a Olavarría para una visita express merece una lectura política por encima de lo anecdótico.

Potenció al PRO azuleño en la séptima, donde no todas son rosas y lo bendijo a Carus no sólo como referente local sino en la región.

Si el Acuerdo Cívico y Social fue el primer frente político que se lanzó en Azul hace quince días para la elección del 2011, hoy se puede decir que Carus es ya el candidato a intendente del PRO pese a que mañana se intente minimizarlo o se juegue, en su momento, con la posibilidad de una postulación seccional.

Marketing y límites

No hay que ser un experto para interpretar que la profusa actividad que despliega este espacio desde hace meses con presencia en todos lados, visita en los barrios, campañas de diversa índole comunitaria junto a un estudiado marketing tiene en la mira la instalación de la candidatura de Carus quien en el Concejo Deliberante se ha caracterizado por cierta mesura en un cambio de estrategia si se lo compara con su gestión anterior como edil.

El límite de todo esto es si se produce el derrumbe judicial de Macri en la Capital Federal o madura la comisión investigadora en la Legislatura.

¿Arrastrará al proyecto nacional del PRO ? Daría la sensación que sí.

¿Cómo separar una cuestión de otra con un líder en el precipicio o, directamente, en caída libre? ¿Qué dirán sus socios como De Narváez o los pejotistas disidentes? Nadie se inmola, claro.

La melodía no suele ser la misma, aunque los discursos tengan su condimento previsible. Son los coros de la política que se proyectan sin la certeza del futuro.

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