Y pese a tener que lidiar con numerosos frentes internos que lo tildan de responsable de la última derrota electoral en 2015, Luis Beder Herrera comienza a reagrupar la tropa y bajar línea ya pensando en las legislativas 2017, donde otro traspié en las urnas frente a Fuerza Cívica podría ser letal para el peronismo riojano.

Si hay algo que no se le puede negar a Beder Herrera es cintura política, pese a la dura derrota electoral sufrida en el 2015, donde ingresó al Congreso como diputado por la minoría, luego de caer ante el “fantasma” Héctor Olivares en octubre pasado.

Es en ese contexto que pese a comenzar el año con un perfil bajo, el ex gobernador parece haber vuelto con todo, incluso sus laderos ya se ilusionan con una revancha de Beder para 2017 como candidato a senador.

Y pese a que él diga por el momento que no está en análisis al menos por ahora una candidatura, todo parece indicar que sí tendrá el manejo de toda el engranaje electoral pensando en las legislativas de 2017, donde el peronismo en sus distintas variantes pone en juego tres bancas a senador principalmente.

Este lunes, se realizó una reunión con dirigentes del PJ de las cuales participó el propio gobernador Sergio Casas, quien evidentemente considera que Beder es el indicado para armar toda la ingeniería electoral.

Participaron también dirigentes como Fernando Rejal, Griselda Herrera, Oscar Chamía, Ricardo Quintela y Mario Santander, por ejemplo, quienes fueron o son actualmente legisladores provinciales, cargos que también están en discusión en 2017.

Este evidente manejo de la estrategia electoral de Beder Herrera ya puso nervioso a muchos dirigentes del PJ, tales como Teresita Luna quien acusó al ex gobernador de ser el responsable de la dura derrota electoral en 2015.

Pero ella no está sola, ya que por ejemplo el intendente Alberto Paredes Urquiza sostiene en público que “la vieja política” debe dar lugar a la “nueva política”, en un obvio mensaje a Beder.

De esta forma, la única realidad es que la vuelta de Beder a la escena política del PJ genera esperanzas en algunos y malestar en otros, cuando el partido tiene por delante una importante elección en 2017, donde un nuevo traspié electoral podría provocar una posible derrota electoral en 2019 cuando el peronismo y Fuerza Cívica riojana peleen nuevamente por el control del Ejecutivo riojano.