Bebidas energizantes: aún sin ser mezcladas con alcohol, su consumo implica un riesgo para la salud de niños, niñas y adolescentes

Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires recomiendan que es el estado nacional y la pronvica de Buenos Aires trabajen en desalentar el consumo y proteger a la población vulnerable.

Según un relevamiento realizado por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, a cargo del Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia, Walter Martello, uno de cada tres chicos y chicas -de entre 12 y 14 años- reconoce que probó alcohol mezclado con bebidas que tienen una alta concentración de sustancias estimulantes, como cafeína y taurina, y suplementos dietarios.

A su vez, las empresas que controlan la producción y comercialización de bebidas energizantes desarrollan estrategias para alentar el consumo juvenil mediante la mezcla con jugos frutales y envases tuneados con llamativos colores y dibujos, a los que se suman mensajes que asocian directamente el consumo de estos productos con celebraciones y climas festivos. Se trata de una estrategia muy similar a la utilizada por cerveceras, fabricantes de bebidas blancas y tabacaleras.

Por más que no estén mezcladas con alcohol, el sólo hecho de tomar energizantes conlleva riesgo para la salud, especialmente si quienes consumen son niñas, niños o adolescentes (NNyA). Según la Asociación Médica de Canadá, podrían provocar efectos adversos como: menor sensación de bienestar, trastornos del estado de ánimo, baja autoestima e incluso depresión; peor rendimiento escolar, mala calidad del sueño; exacerbación del asma, obesidad infantil, aumentos de la tensión arterial, entre otros.

Según los datos arrojados por el relevamiento 2019 del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, al extender el rango etario de las/los jóvenes consultados, surge que el 45,1% de los chicos y chicas de entre 12 a 18 años consume bebidas energizantes mezcladas con alcohol. En el caso de los jóvenes de 18 o más años de edad este porcentaje trepa al 93%.

“A partir de los resultados que obtuvimos en el estudio de campo, que abarcó entrevistas directas a 632 niñas, niños, adolescentes y jóvenes adultos del Gran La Plata, hemos avanzado en algunas recomendaciones para que el Estado nacional y la provincia de Buenos Aires trabaje en la promoción de la salud y el acceso a la información, así como también desalentar el consumo y proteger a la población vulnerable como es la niñez”, explicó Martello.

El responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo afirmó que existen diversos países, como Francia, Noruega y Dinamarca, donde la autorización de venta de bebidas energizantes se limita sólo a farmacias. En Sudamérica, en tanto, países como Colombia, Chile y Ecuador también evalúan restringir o limitar la venta libre de estas bebidas.

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