Los basurales urbanos, un riesgo sanitario que crece

Advierten por las consecuencias de vivir con tantos focos infecciosos

Los basurales, se sabe, son fuentes de innumerables enfermedades. Y sin embargo, pese al peligro que representan, esos espacios a cielo abierto donde la suma de residuos de todo tipo altera el medio ambiente y atrae ratas y otra clase de plagas que ponen en riesgo a la población, se multiplican sin solución de continuidad en la periferia platense.

Inquietos por la proliferación de residuos en las calles, los vecinos ya no saben a quién recurrir para que alguien desactive la bomba sanitaria que amenaza con estallar en cada uno de sus barrios.

Es lo que cuentan, por caso, en 82 y 18 de Altos de San Lorenzo, donde impresiona ver la cantidad de residuos desperdigados sobre la vía pública, atravesados, incluso, sobre la calzada. “Estamos muy preocupados por las enfermedades. Acá hay muchos chicos y si bien nos cansamos de llamar a la delegación a nadie parece importarle. Los servicios de recolección prácticamente no existen”, describió Eleonora Díaz, frentista de esa zona.

José Luccardi, en tanto, manifestó su malestar por el foco infeccioso que se formó en 83 y 12 bis, muy cerca de allí. “Uno como contribuyente va a la delegación de Villa Elvira y siempre tienen excusas pero los impuestos uno los tiene al día”, se quejó.

También por este motivo pusieron el grito en el cielo en 52 y 137, de San Carlos, donde denunciaron que “está lleno de ratas, cucarachas y alacranes”. A un costado de la calzada se aprecian carrocerías de autos quemadas, restos de muebles, bolsas de residuos rotas y escombros, entre otros residuos. Hartos de llamar para que alguien pase a retirarlo, los vecinos se comunicaron ayer con EL DIA para reclamar medidas.

No fueron los únicos. Lo mismo plantearon desde Villa Castells, cuyas veredas están sembradas de residuos de diversa índole, sobretodo en la zona de 508 de 5 a 7.

“Hace 22 días que en 489 y 18 no pasan a juntar la basura, ramas y pasto en la calle y tampoco barren”, denunció, por su parte, una frentista de Gonnet.

También en 50 y 142 hay basura amontonada que nadie retira.

Según un informe de la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente, otras de las consecuencias posibles de vivir cerca de un basural por un tiempo sostenido son el asma, la disrupción endocrina y los problemas del neurodesarrollo. “Las patologías que más se atienden como consecuencia de la basura -precisa el informe- son las infecciones respiratorias (resfríos, catarros, neumonitis en los niños), problemas gastrointestinales y eccemas o piodermitis (causada por bacterias), que se presentan en la capa más superficial de la piel. Los chicos juegan cerca de la basura, vuelven a sus casas y no se lavan las manos. Luego van a comer y ese virus ingresa al organismo produciendo diarreas”. Si entre los desechos hay jeringas o cualquier otro residuo patológico, se agrega en el informe, existe incluso el riesgo hasta de contraer hepatitis o HIV.

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