Basurales en Gualeguaychú: un problema que no termina de encontrar una solución

Al menos cinco fueron limpiados últimamente, pero a los pocos días volvieron a estar plagados de desperdicios. Muchos están en la zona norte. Desde Higiene Urbana piden a los vecinos que tomen conciencia y esperan solucionar esto con la creación de los puntos de transferencia.

 

Los basurales a cielo abierto que los mismos vecinos de Gualeguaychú crean en cualquier espacio sin construir es uno de los grandes problemas que aqueja a la ciudad. Para intentar dar un punto final a esto, un grupo de trabajo de la Cooperativa La Colmena se puso en marcha para limpiarlos.

La tarea no es sencilla: de lunes a viernes y algunas horas los sábados, nueve trabajadores comienzan su labor con pinche en mano, guantes, rastrillos y todos los elementos necesarios para dejar ese terreno de nuevo presentable.

Sin embargo, la ardua tarea es ingrata y muchas veces desalentadora: sin importar lo impecable que queden esos lotes, a los pocos días la basura aparece de nuevo y poco a poco vuelve a ser un territorio inhóspito, sanitariamente riesgoso y contaminante.

“Hace cuatro meses que iniciamos la limpieza de lo que es micro y macro basurales. Es una problemática que el intendente Martín Piaggio hace un tiempo notó que se viene acrecentando, por lo que  se decidió formar un grupo de cooperativistas para que se ocupen de esto”, explicó a ElDía César Ignacio Massart, coordinador de Higiene Urbana, quién además agregó: “en todo este tiempo se ha limpiado, con suma eficiencia, calles enteras repletas de basura que volvieron a ser nuevamente transitables. Sin embargo, a los pocos días se encuentran nuevamente con basura, en menor cantidad, por supuesto, pero presente en un número considerable”.

Basural ubicado sobre la calle Misiones

La mayor cantidad de micro y macro basurales se encuentran en la zona norte de la ciudad, siendo cinco los puntos más críticos en Gualeguaychú: Boulevard de María y Margalot, San José al Norte,  Boulevard Montana y Misiones, Calle de Tropas en su intersección con el camino que va al Crematorio y el Arroyo Gaitán, en el asentamiento La Tablita.

Además de los 9 cooperativistas que trabajan a diario en esta tarea, también trabajan para solucionar esto los operarios de Servicio Especiales de Higiene Urbana, que trabajan con maquinarias y camiones para poder levantar la chatarra y todos los desperdicios contundentes.

ElDía recorrió los puntos más neurálgicos para apreciar los alcances de este flagelo y cómo se intenta solucionar este problema de larga data.

En cualquiera de estos basurales ilegales e improvisados por la desidia, realmente se ven desperdicios que abarcan todo el abanico de la inmundicia: restos de animales muertos, heladeras y cocinas inservibles, pañales y toallitas higiénicas, jeringas y botellas son los que más sobresalen.

“Cuando comenzamos con la limpieza del basural de Calle Tropas, uno de los primeros que encaramos, encontramos basura de todo tipo, pero lo que más me llamó la atención fue la enorme cantidad de botellas de vino que había allí, por lo que presumimos que esos fueron desperdicios generados en algún restaurant o algún negocio de despacho de bebidas”, compartió Massart.

Y con la basura, también proliferan las alimañas: roedores y bichos de todo tipo recorren el lugar, por lo que es obligación haber recibido todas las vacunas para poder trabajar en la limpieza del lugar: “Trabajar con la basura es sinónimo de exponer la salud continuamente y es una tarea que no se puede desarrollar en forma improvisada”.

Actualmente, el equipo trabaja en la limpieza del Arroyo Gaitán, una tarea pendiente que se comenzó a encarar hace un mes. Sin embargo, la experiencia está siendo por demás frustrante: “Cuando arrancamos, nos encontramos con más basura de la que imaginábamos, sobre todo por la considerable cantidad  de chatarra. Pero era cuestión de irnos a casa a descansar y volver al otro día para que nos encontremos con los lugares que habíamos limpiado de nuevo lleno de basura”, resume Massart sobre el trabajo que realizan en el curso de agua que desemboca en el río Gualeguaychú.

En Misiones al norte, a metros del boulevard Montana, trabajan las máquinas en las tareas de asfaltado correspondientes al porgrama Habitat. Y al lado, en el mismo lugar, los integrantes de la Cooperativa La Colmena se encargaron de sacar montañas de basura para que la obra pública pudiera continuar.

Pero nuevamente, alguien no hizo caso y volvió a llenar de desperdicios el terreno, pero esta vez con una negligencia agregada: prendió fuego el montón de basura. Además del riesgo por el peligro de incendio, esta acción es altamente contaminante y tiene consecuencia directa en la salud de las personas, sobre todo en las que viven en esa zona.

Uno de los que actualmente se ve nuevamente limpio es un basural que estaba ubicado sobre Perigan: los cooperativistas limpiaron unos doscientos metros de un tramo que estaba cubierto por mugre y basura. Esperan que pueda seguir así mucho tiempo más: “La sociedad y la comunidad de Gualeguaychú tendrá que hacer un mea-culpa por cómo actúa en este sentido. No se puede seguir escondiendo la basura debajo de la alfombra o en el patio del vecino. Es necesario tomar conciencia, porque si no esta es una tarea de nunca acabar”, suplicó.

“Tratamos de mantener limpio todos los basurales, y por lo menos una vez por semana los recorro a todos para ver cómo se conservan una vez que terminamos los trabajos de limpiezas. Pero lo cierto es que si no tiran basura en esos, algunos entonces comienzan a tirar en otro lado, haciendo que aparezcan basurales en puntos que, hasta el momento, no hemos detectado”, comentó con algo de fastidio Massart y reprochó: “A mucha gente le da lo mismo  hacer las cosas mal que bien, cuando en la ciudad tenemos un Ecoparque que es único en la provincia, pero que no lo utilizamos como corresponde”.

En busca de una solución definitiva al problema, el funcionario destacó que se está trabajando para contar con cinco centros de transferencia, que estarán ubicados en puntos clave de la ciudad, como el predio del Frigorífico sobre Calle de Tropas, zona norte y/o zona oeste, puntos donde el vecino podrá depositar sus residuos de manera ordenada y separada para que luego el Municipio traslade todo al Ecoparque.

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