Hace cuatro semanas que no hay recolección de residuos domiciliarios, el personal está cumpliendo medidas de fuerza por falta de pago de sus haberes, plegado a una resolución de su respectivo gremio.
El vecino que ha pagado sus impuestos para que el servicio de limpieza y recolección de basura funcione, no tiene capacidad de reacción y debe esperar impaciente que el conflicto finalice y todo vuelva a la normalidad.
Con ese panorama, muchos vecinos se han organizado para llevar por sus propios medios los residuos domiciliarios hasta el Girsu o hasta las inmediaciones del Corralón Municipal, camino a Playa Magagna y ahí, a cielo abierto, arrojan la basura que ya está cubriendo una amplia superficie, donde llegan las gaviotas y alimañas en busca de alimentos.
Todo hace prever que aquí puede transformarse en un foco de infección, tal vez, el clima impida por un tiempo que este basural a cielo abierto por ahora no despida el olor nauseabundo de materia en descomposición. Habrá que esperar que la crisis que está viviendo la provincia y en este caso la Municipalidad de Rawson, finalice lo antes posible para retornar a la normalidad. No obstante, nada indica que el problema se va a solucionar en lo inmediato.
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