La basura no reciclable recibe un nuevo tratamiento

La basura no reciclable recibe un nuevo tratamiento

El municipio puso en marcha un nuevo sistema de tratamiento de residuos no reciclables que permitirá una mejora en el medio ambiente y que ya no haya voladuras ni vertidos de desechos, ni se genere la presencia de animales que buscan ese "alimento". El secretario de Ambiente del municipio, Daniel González, aseguró que a partir de la colocación de este tipo de basura en "balas", la misma ya no ingresará al basural a cielo abierto, que va camino a su cierre y traslado definitivo.

El subsecretario de Ambiente del municipio, Daniel González, detalló ayer el nuevo sistema de prensado y enfardado de residuos sólidos urbanos que se puso en marcha con ese tipo de basura que no puede reciclarse y que son dispuestos bajo tierra para su proceso de degradación.

Se trata de un tratamiento especial que permitirá "reducir el impacto ambiental que genera el basural a cielo abierto en Comodoro Rivadavia", y que "ya no haya voladuras de desechos en la ciudad y que se eviten todo tipo de vectores".

El funcionario explicó que "la Planta de Tratamiento tiene dos funciones esenciales; una de ellas es la clasificación y separación de los residuos para su posterior reciclaje, y otra es la separación de los materiales que no pueden ser reciclados porque están húmedos, contaminados o son de dudosa procedencia y se deben embalar para su disposición final bajo tierra".

UN ESPACIO QUE

DURE 50 AÑOS

Ayer se comenzó con la colocación de las primeras balas en un espacio que está lindante a la Planta de Tratamiento, "que es donde se comprime el material de rechazo, a través de una prensa que compacta la basura en forma de cubo y que alcanza casi 1.100 kilos cada uno".

González explicó que "las balas son colocadas en el subsuelo, que tendrá ventilaciones porque lógicamente los materiales orgánicos al descomponerse generan gases", al tiempo que aseguró que "este sitio que fue elegido para la disposición final debe durar aproximadamente un año y medio".

En ese sentido, aclaró que "durante este período se está trabajando firmemente en la búsqueda de un espacio que dure alrededor de 50 años. Ya tenemos en vista algunos, pero hay que tener en cuenta ciertas condiciones". Entre ellas, señaló que "si bien tiene que estar dentro del ejido, debe estar alejado de la población y tener la superficie suficiente".

En cuanto a los beneficios del sistema, González afirmó que "no sólo se comprime el volumen de los residuos hasta cinco veces su tamaño original, sino que también por el tipo de tratamiento se evita todo tipo de vectores como ratones o gaviotas y se erradican las voladuras de desechos que muchas veces terminan contaminando el mar".

CIERRE DEL BASURAL

Por otra parte, el subsecretario hizo alusión al saneamiento que se planifica para el espacio que ocupa el basural a cielo abierto. "Con la puesta en marcha del sistema de balas, la basura que se genera ya no ingresa más a este lugar y podemos comenzar a sanearlo, pero estimamos que esto llevará muchos años porque nunca se controló en ningún aspecto", expresó.

No obstante, confirmó que "estamos avanzando con la habilitación de una nueva escombrera para que todos los residuos que generan las bateas domiciliarias, y que muchas veces terminaban en el basural, sean depositados en un sitio cercano al de las balas para que se pueda tener un control óptimo del material y se evite la contaminación".

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