La basura debajo de la alfombra

Querer aparentar, no hacerse cargo, echar culpas afuera, parece la regla de una sociedad enferma. Pero hay algo peor que engañar a los demás, y es engañarse a uno mismo. 

Si lo aplicamos a la clase dirigente demagógica, oportunista e incapaz es muy grave, por el daño que provoca a un gran número de personas. Ilustrativo este dicho de “esconder la basura debajo de la alfombra”, pero hay que tener basura y hay que tener alfombra... y éstos no son elementos abundantes entre la gente más necesitada, más bien son propios de los sectores dirigentes y opulentos. Gente que tendría que dar el ejemplo como jueces, legisladores, intendentes, gobernadores, ministros y hasta el mismo presidente obra “tirando la piedra y escondiendo la mano”, cometiendo errores y no haciéndose cargo, diciéndonos: “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, derrochando y ostentando. ¿Cómo esperan que se comporte la ciudadanía? Es muy incoherente pedirles más esfuerzos a los trabajadores y ciudadanos de bajos ingresos que apenas cambian su dinero por una subsistencia. Primero demos el ejemplo en funciones de gobierno con la austeridad, la responsabilidad, la transparencia y la honestidad.

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