Basta de dulces: apuntan al azúcar como el nuevo enemigo de la nutrición

Basta de dulces: apuntan al azúcar como el nuevo enemigo de la nutrición
Expertos extranjeros advierten sobre sus riesgos y ya hay países que tienen leyes para reducir su consumo. Nutricionistas argentinos recomiendan moderación.
"Largá los postres" es la frase que más se escucha a la hora de batallar con el sobrepeso. Es que la dulzura parece estar ahora en la mira de los especialistas en nutrición por su responsabilidad en los kilos de más. Este mes, la revista de la National Geographic le dedicó su tapa y un reciente estudio advierte de los riesgos del consumo. Especialistas argentinos piden "moderación".

La tapa de la Nat Geo, una de las publicaciones de más prestigio en el mundo con una tirada de 6 millones de ejemplares al mes, puso en tapa una foto de un dulce apetitoso y con el título "Azúcar, por qué no podemos resistir su tentación". En la nota, cita el diario español El Mundo, se señala la gran sensibilización que los últimos meses está creando la comunidad científica para que se baje el consumo de hidratos de carbonos simples, como glucosa y fructosa, que están excesivamente presentes en las dietas de la sociedad moderna.

Varios países ya le declararon la guerra al azúcar. En Francia rige desde 2011 un impuesto especial sobre las bebidas azucaradas que aumentó su precio entre tres y seis centavos de euro por litro. El alcalde de Nueva York promovió una ley con el mismo espíritu para prohibir la venta de gaseosas de más de medio litro en restaurantes, pero la Justicia la frenó.

Un estudio científico publicado recientemente en la revista especializada Nature Communications, afirma que esta cruzada tiene sentido. La investigación se realizó en ratones y determinó que aquellos que recibieron una dieta en la que el 25% de las calorías provenían de azúcares añadidos –lo que equivale a tres latas de gaseosa por día- presentaron mayores índices de mortalidad y menor fecundidad. Lo llamativo es que esa dosis es la máxima permitida por el Instituto de Medicina de Estados Unidos, el órgano encargado de establecer las pautas nutricionales en dicho país.

"No sabemos la causa precisa del deceso, sospechamos que se vincula a que aquellos que recibieron la dosis extra tenían más colesterol e incapacidad de depurar la glucosa de manera adecuada", explica a Clarín Wayne Potts, profesor de Biología de la Universidad de Utah y uno de los autores del estudio. La menor tasa de reproducción, en cambio, tiene una explicación clara: "El azúcar los volvía menos competitivos para conquistar territorios y las hembras usualmente se aparean con los machos que controlan un determinado territorio".

El investigador reconoce que a partir del estudio redujo la ingesta de azúcar refinado, ya que "cerca del 80% de las sustancias que son tóxicas para los humanos son también toxicas para los ratones", explica. Sin embargo, para la médica argentina especialista en Nutrición Mónica Katz, no se pueden extrapolar los resultados estos resultados a humanos. "La evidencia científica de que disminuyendo sólo bebidas con azúcar hay pérdida de peso carece de evidencia fuerte en humanos --asegura Katz--. Todas las calorías cuentan, no sólo las del azúcar. El mensaje saludable es consumir menos calorías de cualquier fuente (alcohol, grasa y azúcar) e incrementar la actividad física".

Por otra parte, la comunidad médica internacional todavía no se ha puesto de acuerdo con respecto a la dosis diaria de azúcar recomendada. "Algunas entidades han dado su opinión, la EFSA (Unión Europea) sugiere 260grs de hidratos y 90 gr. de azúcar agregada por día, el Código Alimentario Argentino, que depende del Mercosur, recomienda 300 gr. por día de hidratos y no hace referencia al azúcar agregado", señala Katz.

No hay dudas a la hora de afirmar que la ingesta de esta sustancia creció a pasos agigantados. "Se estima que durante los últimos 50 años el consumo de azúcar se ha triplicado en todo el mundo", indica Rosana Viscovig, especialista en Nutrición de La Posada del Qenti. Claro que a veces "el azúcar no endulza", como rezaba la canción de Charly García, sino que se lo utiliza en el procesamiento de alimentos con otros fines como "aportar volumen y cuerpo, ayudar a fermentar panes y alcohol, formar geles y preservar mermeladas", señala la experta. Por eso, además del azúcar de mesa hay que sumar el aporte de todos los productos industrializados que poseen azúcar añadida como galletitas, yogures, cereales, salsas y conservas.

Para Viscovig, hay que evitar "demonizar a estos alimentos y las recomendaciones deben dirigirse a evitar el consumo excesivo". Pero el equipo de investigadores prefiere dejar la pelota picando: "Deberíamos hacernos una pregunta, si una sustancia enferma a un ratón, ¿realmente la queremos en nuestros cuerpos?". La respuesta, por supuesto, depende de cada uno.

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